Lo primero, la prevención
Hay dos reglas de oro para cuidar los pechos y evitar contratiempos durante la lactancia:
- Mantener una higiene normal
- Lograr una buena postura de lactancia
👉 Higiene del pecho
Aunque antiguamente se recomendaba, hoy se considera que lavar el pecho antes de cada toma no es solo innecesario sino que puede resultar perjudicial. Es suficiente con la higiene personal habitual; tanto el jabón como el alcohol irritan y resecan el pezón.
Asimismo, algunas pomadas pretendidamente protectoras se han demostrado perjudiciales, y otras inútiles. Es probable que cualquiera, al mantener más la humedad y romper el equilibrio ecológico de la piel, facilite la aparición de grietas, por lo que en principio, no se deberían usar cremas ni pomadas sin una indicación médica clara.
👉 Postura al amamantar
En cuanto a la postura, si no es la adecuada y el bebé coge mal el pecho, es probable que se lesione el pezón y se produzcan grietas e incluso mastitis.
Para protegerlo, no es preciso limitar la duración de las tomas, sino mejorar la técnica.
Principales dolencias al amamantar
➡️ Dolor
🔹 La aparición de dolor en los pechos durante la lactancia puede ser el primer signo de que se está cometiendo algún error. El más frecuente es que el bebé no está bien puesto.
🔹 Durante las dos primeras semanas, es normal sentir un discreto dolor en los pezones al empezar las tomas.
¡Importante! Cualquier dolor intenso, que se prolongue más allá de los quince primeros días o que no se limite al inicio de las tomas, debe ser atendido.
🔹 El dolor que persiste durante toda la toma a pesar de una correcta postura puede ser debido a una infección por cándidas, un hongo que probablemente afectará también la boca del bebé (muguet).
➡️ Grietas
🔹 Una de las complicaciones más comunes durante la lactancia es presentar un pezón seco y agrietado.
🔹 Las grietas son extremadamente dolorosas y suelen ser la causa más frecuente del abandono de la lactancia materna.
🔹 Son mucho más fáciles de prevenir que de curar, y no aparecen porque las tomas sean demasiado largas, sino por alguna de estas causas:
- el bebé se coge mal o un mal uso del extractor de leche: en estos casos, el roce y la humedad afectarán a la piel irritándola, pero como no hay buen flujo de leche y no se vacían los senos del todo se pueden bloquear los conductos mamarios. La dermis de esta área se verá afectada hasta el punto de aparecer heridas.
- mal cuidado de los pechos: al estar húmeda, esta zona de la piel se convierte en un lugar donde las bacterias y los hongos se puedan reproducir con mucha facilidad.
- desenganchar mal al bebé: no se puede separar de golpe, hay que colocar el dedo meñique entre el pecho de la madre y la boca del bebé. Una vez colocado, hay que separar paulatinamente colocando el dedo entre las encías hasta que el bebé deje de succionar.
🔹 Si ya se han producido, no hay ningún tratamiento ni pomada que las solucione de forma simple. Por ello, para ayudar a la recuperación se aconseja:
- Iniciar la salida de la leche estimulando el pezón, para que ya esté húmedo cuando el bebé lo coja.
- Empezar las tomas por el pecho sano para que el niño chupe el agrietado con menos avidez.
- Variar las posiciones, buscando la que resulte menos dolorosa.
- Emplear (temporalmente) una pezonera fina de silicona.
- Dejar secar los pezones al aire o al sol.
- No confiar en ninguna pomada como único remedio.
➡️ Congestión
🔹 La congestión o ingurgitación mamaria se produce entre el segundo y el cuarto día de vida, cuando la madre nota los pechos muy tensos, calientes y dolorosos.
🔹 Parte de esas molestias son debidas al enorme aumento de flujo sanguíneo (ingurgitación vascular) que se requiere para iniciar la producción de leche.
🔹 Siempre se presentan, pero las más problemáticas sólo aparecen cuando el bebé no saca la leche a medida que se va formando. Así, se acumula en los alvéolos mamarios, provocando su distensión e incluso su rotura.
🔹 La congestión por leche es muy rara cuando el bebé se coge bien y mama día y noche a demanda.
🔹 Existen maneras sencillas y caseras de aliviar la congestión:
- Antes de tratar de solucionarla vaciándose a sí misma los pechos, la madre debe procurar que sea el niño quien lo haga, dándole de mamar libremente.
- Si los pechos están tan tensos que el bebé tiene dificultades para cogerse, conviene vaciarlos manualmente tras darse un baño o ponerse unas compresas de agua tibia.
- Cuando las molestias no se alivian tras la toma o persisten en el pecho que menos ha vaciado el bebé, se debe extraer toda la leche que sea preciso para ablandarlos, manualmente o con un sacaleches.
- Si, a pesar de todo, persiste el dolor, puede ser necesario recurrir a un analgésico como el paracetamol. También puede bastar con aplicarse durante media hora compresas muy frías, aunque nunca inmediatamente antes de la toma.
➡️ Mastitis
El sufijo «itis» significa inflamación, pero la respuesta inflamatoria no sólo es causada por las infecciones, de modo que las mastitis son inflamaciones de la mama que pueden o no ser infecciosas. A veces, la primera acaba en la segunda y sus límites no siempre son bien precisos.
🔹 La mastitis no infecciosa se produce cuando la leche no es bien vaciada y el aumento de presión en el interior de los alvéolos mamarios es tal que los rompe. En ese momento, la leche pasa al tejido que los rodea, ocasionando una reacción inflamatoria.
🔹 Mastitis infecciosa consiste en la infección de los conductos glandulares de la mama por gérmenes que se encuentran habitualmente en la piel, como estafilococos y estreptococos. Ocasiona fiebre, malestar y signos inflamatorios (hinchazón, enrojecimiento, calor y dolor) en la zona afectada.