Signos de desarrollo normal en el bebé de dos meses

El bebé de dos meses se mueve cada vez más, y los cambios en este aspecto se observan sobre todo en las extremidades y la cabeza.

Boca arriba, el bebé mueve los brazos y las piernas cada vez más enérgicamente, aunque siguen teniendo tendencia a estar flexionados.

Además, el pequeño abre las manos de vez en cuando.

Si está boca abajo, el bebé ya es capaz de mantener la cabeza elevada a 45º, apoyándose en los brazos y separando los hombros de la cuna.

Al llevarle a la posición sentada, la cabeza le cuelga menos que antes. Y cuando alcanza la vertical, intenta controlarla y mantenerla erguida unos instantes.

• El peque puede seguir de lado a lado (180º) el movimiento de objetos y personas, siempre que no se desplazan con mucha rapidez.
• A partir del mes y medio, muestra una clara preferencia por el rostro humano distinguiéndolo del resto de objetos.

• El bebé, cuando escucha un sonido, empieza a «buscar» tratando de localizar la procedencia del sonido.
• A esta edad parece responder mejor a voces agudas.

• Puede saborear y preferirá los sabores dulces a los amargos.
• El pequeño se orientará hacia olores que le gusten y trata de apartarse de olores desagradables.

• Muestra signos de distinguir texturas y temperaturas diferentes: desde la suavidad de una pluma a la dureza de una piedra.

• El bebé abre la boca y mueve los labios imitando a la persona que le está hablando, como haciendo muecas.
• Realiza sus primeros sonidos, como el tradicional «ago».
• Comienza a «vocalizar» (aaa, eee, uuu), respondiendo a la sonrisa y la conversación del adulto.

Con esta edad, el bebé empieza a pasar más tiempo despierto y aparece la sonrisa social (puede sonreír con solo ver el rostro de su madre). Además, ya es capaz de mostrar disgusto, excitación, placer, enfado…

¿Cómo puedes relacionarte con un pequeño de esta edad? Si quieres estimularle y actuar con él, toma nota:

• Expón al bebé a sonidos distintos a los de casa: llévalo de paseo, a distintos lugares donde haya sonidos diferentes, sin que sean estridentes ni puedan dañar su oído.
• Decora el cuarto con cuadros, espejos…
• Dale juguetes de colores vivos: los carruseles colocados en la cuna estimulan a los peques.
• Lee y habla mucho a tu bebé.
• Canta y pon música al pequeño.
• Si notas que está molesto o llora, coge al niño en tus brazos. No creas que lo malcrías por tomarlo en brazos con dos meses: el bebé necesita afecto y contacto.

Los padres, en especial los primerizos, tienden a asustarse cuando creen que su hijo no tiene el desarrollo que debería tener. En general, lo comparan con otros bebés cercanos (primos, hijos de amigos…) y pretenden que su desarrollo sea igual al del resto.

Lo habitual es que un retraso a la hora de levantar la cabeza, mantenerse sentado, hablar, etc. se deba a que cada niño tiene un ritmo de madurez distinto. Como señalan desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, «la secuencia es similar en todos los niños pero con un ritmo variable».

Sin embargo, es importante estar atento a que no estemos ante síntomas que indiquen que algo puede marchar mal.

Así, a los dos meses de edad, hay que preocuparse en los siguientes casos:

• Si sus manos están continuamente cerradas, con dedo pulgar incluido (una o ambas manos).
• Notas que no se calma con la voz de la madre.
• Cuando no fija la mirada o no te observa mientras te mueves.
• En caso de que el bebé no sonría.
• Si no reacciona a sonidos fuertes.
• Cuando no mueve los brazos y las piernas.
• Al notar que no mantiene la cabeza alzada cuando está boca abajo.
• Cuando no se lleva las manos a la boca.
• Si no reacciona ante caras o voces familiares.
• En caso de que observes desviación permanente o intermitente de uno o ambos ojos.

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