Sexo en el embarazo, ¿sí o no?
La sexualidad es una faceta delicada. Por este motivo, no extraña que durante el embarazo la mujer no desee practicar el coito con la misma frecuencia que antes. Las razones son diversas: siente molestias, tiene miedo, percibe poca lubricación vaginal o se siente fatigada. Sin embargo, echa de menos otro tipo de relaciones: la proximidad y el contacto con su pareja.
Puede suceder que tales deseos no coincidan con los del hombre, lo que podría acarrear conflictos que afecten a la relación. No obstante, es un problema frecuente entre las parejas que esperan un hijo.
Sin embargo, hay que saber que en una gestación de curso normal, la actividad sexual no tiene efectos nocivos y no necesita modificarse. Ante alguna alteración, los expertos aconsejan pedir información al obstetra o la matrona, que ofrecerán alternativas si fuese necesario.
En principio, se pueden mantener relaciones con toda normalidad hasta casi el final del embarazo. Pero en caso de tener antecedentes obstétricos patológicos (amenaza de aborto o parto prematuro), dolores cólicos o sangrado tras el coito, hay que consultar a los especialistas.
Orgasmo y embarazo
¿Es posible llegar al orgasmo estando embarazada? Como casi en todos los temas —y más hablando de sexo— depende de cada mujer.
Hay casos de anorgasmia o incapacidad para que la mujer alcance el orgasmo, a pesar de estar suficientemente excitada.
Sin embargo, se dan también casos de mujeres que llegan con más facilidad al orgasmo durante la gestación, (debido a la congestión pelviana). En muchas ocasiones los orgasmos son más intensos y muchas mujeres los alcanzan con mayor facilidad.
¡Importante! Tras una relación sexual, los labios menores pueden permanecer hinchados hasta dos horas. No hay que preocuparse en absoluto; es normal.
Disminución o falta de deseo
Debes tener en cuenta que el deseo y la excitación varían mucho de una persona a otra y, en el caso de la mujer, durante el embarazo aún cambian más. Muchas refieren que les cuesta tener relaciones o no sentirse deseadas.
Sin embargo, en casi todos los casos no sentirse deseada es una sensación subjetiva, al verse con un cuerpo tan diferente: las formas se pierden, se está hinchada por retención de líquidos, aparecen estrías… lo que altera la imagen erótica. Puede que la mujer sienta menos deseo por vergüenza de su cuerpo o por no sentirse atractiva.
En realidad, y en general, los hombres suelen sentir una gran atracción por el cuerpo de la mujer embarazada (grandes senos y más turgentes, más sensibilidad ante las caricias…), por lo que su deseo puede incrementarse, en especial los dos primeros trimestres.
Los cambios en relación al sexo y el deseo por trimestres suelen ser:
🤰 Primer trimestre
En las mujeres puede disminuir debido al cansancio, el malestar o las náuseas. De hecho, se calcula que en la mitad de las mujeres el deseo sexual baja durante los primeros meses de gestación.
🤰 Segundo trimestre
El deseo aumenta bastante y la mujer suele estar más activa sexualmente. Suele ser un trimestre muy satisfactorio para la pareja.
Hay una explicación biológica: los niveles de hormonas (progesterona y estrógeno) que circulan por el cuerpo de la mujer se incrementan, lo que provoca el aumento de los senos y hace que los órganos sexuales estén hipersensibles. Además, al haber más riesgo sanguíneo, las secreciones vaginales son más abundantes y se favorece la penetración, por lo que ambos disfrutan de esta etapa.
🤰 Tercer trimestre
Lo habitual es que el deseo disminuya al final del embarazo. Las razones son, sobre todo, físicas: cansancio, pesadez, insomnio, dolores musculares, dimensiones de la tripa, mala digestión, retención de líquidos…
No siento nada al tener relaciones, ¿es normal?
Durante la gestación hay numerosos cambios físicos, pero también psicológicos y emocionales. De hecho, el órgano sexual más importante es el cerebro. Por este motivo, en algunas mujeres, el placer sexual se ve disminuido por sus propios miedos, inseguridad o peor autoestima al percibir su cuerpo tan distinto.
En algunos casos, sin embargo, sí puede deberse a causas hormonales derivadas del embarazo, pero también a alguna enfermedad asociada o a sentir dolor durante el coito (dispareunia). Aunque no se haya sufrido antes, el miedo a que suceda algo puede provocar que la mujer esté más tensa y sienta dolor.
Eyaculación precoz y embarazo
En ocasiones, algunos hombres sufren eyaculación precoz durante el embarazo de sus parejas. Esta es la incapacidad de ejercer un control voluntario sobre la expulsión del semen, que ocurre de manera refleja e incontrolable antes, durante o inmediatamente después de la penetración.
Disfunción eréctil
La disfunción es la incapacidad para obtener o mantener una erección suficiente para una relación sexual satisfactoria. ¿Puede aparecer durante el embarazo de la pareja? No es lo habitual, pero hay casos en los que sucede. Como en los anteriores casos, se suele deber más a un problema psicológico que físico.
Miedo de hacer el amor en el embarazo
A no ser que el médico lo haya desaconsejado, es completamente seguro. No hay que tener miedo a dañar al feto durante el coito, aunque algunas mujeres se muestran cohibidas al notar los movimientos fetales o preocupadas por miedo a provocar un nacimiento prematuro.
La desinformación, origen de muchos de estos problemas, es cada día menor. Se conoce la importancia que durante el embarazo y posparto tiene respetar y cuidar la sexualidad. Y tanto como fuente de placer y como medio para reforzar la unión y la comunicación de la pareja, sobre todo en esta situación de inquietud.
Por ello, es importante recordar que la sexualidad no es solo genitalidad y mucho menos durante la gestación. Cuando una pareja desea compartir sentimientos de intimidad y amor, lo puede hacer sin necesidad de penetración. El contacto mediante masajes, caricias y mimos puede ser una importante fuente de placer sensual y comunicación íntima.
Factores generadores de trastornos sexuales
Los factores que pronostican un posible trastorno sexual durante el embarazo en la pareja son varios y diversos:
- su propia historia sexual (frecuencia, disfrute mutuo en los encuentros eróticos).
- el nivel de conformidad y satisfacción que cada uno tiene con su propia sexualidad.
- cómo era el sexo previo al embarazo.
- la comunicación que mantenga la pareja.
- calidad de la afectividad entre ambos.
- nivel de información sobre la normalidad de los cambios que se experimentan durante ese periodo.
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