Los perros de rescate salvan vidas, localizan cadáveres entre escombros, detectan droga y explosivos en lugares recónditos. Son héroes anónimos que, de manera desinteresada, ponen a disposición de las personas su instinto, lealtad y fidelidad. Tanto es así, que hay perros que llegan a herirse en las patas, por escarbar en busca de cadáveres sepultados entre escombros.
El entrenamiento de los perros de rescate es duro: pistas americanas, alambradas que dejar atrás o ejercicios para desarrollar la obediencia, son algunas de las pruebas que sirven para formar a estos valientes, disciplinados y audaces perros. Sin embargo, la labor de estos perros no siempre se conoce y valora en su justa medida.
La preparación de estos perros es distinta según el área en que vayan a trabajar: rescate y salvamento, detección de explosivos y droga, o defensa y ataque. En los dos primeros casos se estimula sobre todo el instinto y se trabaja con la capacidad olfativa del perro y en el caso de animales que trabajan en el área de defensa, se potencia más su capacidad de ataque.
Los perros de rescate deben tener unas características especiales para llevar a cabo un trabajo, del que dependen vidas, y en el que no cabe margen de error. Estos perros trabajan con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como: Protección Civil, Policía Municipal, Policía Nacional o la Guardia Civil.
Perro y guía de carácter especial
Un buen perro de rescate no tiene por qué ser de una raza determinada, puede ser un animal mestizo. Pero sí debe tener un carácter equilibrado y le debe gustar el juego, porque es la base para su entrenamiento.
Un perro entrenado para detectar drogas, es capaz de encontrarlas en un coche que ha usado una persona, que tan solo ha manipulado drogaEl guía de estos perros también debe tener un carácter especial: paciente, tranquilo y, por supuesto, que le gusten los perros. Cualquier persona no puede formar a estos animales, porque si se trata de alguien agresivo, puede crear en el animal miedo e inseguridad.
La habilidad para localizar y seguir rastros se ha relacionado más con determinadas razas. Se cree que el Basset Hound es el prototipo de perro de rastreo y el pastor alemán el ideal para detectar drogas o explosivos. Sin embargo, en los últimos años, ha quedado demostrada, a través de la experiencia, la destreza de cualquier perro para desempeñar estas labores. La capacidad de un perro de rescate no depende tanto de la raza, como de sus características individuales, aunque la habilidad de sus entrenadores, también juega un papel fundamental.
Entrenamiento concienzudo
El entrenamiento comienza a las ocho semanas de edad y dura hasta los dos años. Su aprendizaje está basado sobre todo en el juego con sus entrenadores y guías. Por ejemplo, el entrenador le esconde su juguete preferido entre un montón de escombros y el perro tiene que encontrarlo cuando le da la orden el entrenador. Entonces, cuando el perro lo encuentra, se le felicita y se le deja jugar con su juguete.
De esta manera, el perro, al que le gusta jugar, disfruta con la búsqueda, porque está motivado y esa actitud es la que se aplicará cuando haya que encontrar personas o droga. A los dos años, es cuando estos perros empiezan a trabajar en una misión real. Su vida activa dura alrededor de nueve años. A esa edad se les retira del trabajo, porque ya no cuentan con la suficiente agilidad y reflejos.
El olfato, clave en estos perros
Un perro entrenado para detectar sustancias ilegales es capaz de olerlas en un coche donde una persona ha manipulado droga. El estupendo olfato de estos perros, unido a su disciplina y lealtad, les convierten en unos compañeros imprescindibles en labores de rescate o como apoyo al trabajo de los cuerpos policiales. Estos animales se divierten con el entrenamiento que reciben y con el aprendizaje en compañía de sus guías que, en muchas ocasiones, son también sus dueños. De hecho, muchas personas han salvado su vida gracias al infalible olfato de estos perros.
Un perro es capaz de diferenciar a dos personas por su olor corporal. Sólo cuando ambas personas son gemelos idénticos puede fallar la identificación.
La capacidad no depende tanto de la raza, como de las características individuales de cada perroLos perros son capaces de reconocer un determinado olor corporal, sin importar la zona del cuerpo de donde procede. Así, la policía trabaja con perros capaces de encontrar personas desaparecidas y de identificar sospechosos.
Los canes que siguen rastros humanos, no sólo detectan el olor de la persona. El olor de la hierba aplastada también es captado por el perro y le sirve para calcular la antigüedad de la pisada, de esta manera, no pierde el rastro. Ello es posible porque, al pisar el suelo, la hierba se rompe y se inicia un proceso de descomposición, que el olfato canino es capaz de detectar.
Perros policía
El prodigioso olfato de estos perros también sirve para identificar sospechosos de cometer delitos. Por ejemplo, la policía de Estados Unidos, ha obtenido en rondas de identificación de delincuentes, en las que han participado perros, un porcentaje de acierto de hasta el 75 %.
En el caso de la Policía Nacional, adquiere sus perros a través de donaciones de particulares, pero también tienen sus propios criaderos y los compran ya entrenados. Los perros policía están tan bien entrenados que no se distraen de su trabajo ni con una hembra en celo cerca.