La caligrafía artística hace de la escritura un arte. Pero si aprender a escribir con buena letra requiere práctica, este tipo de escritura exige todavía más dedicación para sacar el máximo partido. La caligrafía gana valor en la era de las nuevas tecnologías, cuando la mayoría de las personas han sustituido el bolígrafo por el teclado. A nadie se le olvida escribir, pero hacerlo con buena letra requiere práctica.
Letras y números. La caligrafía artística es amiga de cualquier caracter susceptible de embellecerse. Cada vez escribimos menos a mano, pero cuando toca hacerlo, a todos nos gusta tener una buena letra. Si además queremos mejorar el nivel de la escritura, la caligrafía artística es el método idóneo para conseguirlo. Esta modalidad se distingue por convertir el trazado de las letras en un arte y, por ello, a menudo se reserva para ocasiones especiales o tareas tan cotidianas como estampar nuestra firma en un documento.
La caligrafía artística es la aliada perfecta para destacar en el texto escrito, pero su trazado no siempre es sencillo. Diversas técnicas resultan muy útiles en las labores de esta escritura.
En primer lugar, conviene emplear cuadernos de rayas o folios en los que se marcan las líneas que sirven de guía, tanto para escribir sin torcerse, como para calcular el tamaño de cada letra, inclinación y espaciado.
Además, hay que contar con en el espacio suficiente para realizar los trazados, con ambos brazos y manos apoyados en la mesa. La extremidad que se emplee para escribir no ha de chocar contra ningún obstáculo, ya que impedirá definir las líneas de manera correcta. La otra extremidad servirá para sujetar el papel donde se escriba.
En cuanto al instrumento para escribir, es adecuado emplear una pluma estilográfica, puesto que aporta un resultado profesional. La punta de la pluma, fina o gruesa, dependerá del tipo de letra que se trace.
Tipos de letras
Ni quien escribe ni las letras son siempre iguales. Los trazados de los caracteres se distinguen entre sí y, de estas diferencias, surgen las distintas clasificaciones.
Itálica. Estas letras se distinguen por estar inclinadas hacia la derecha. Son parecidas a las cursivas.
Inglesa o Copperplate. La tipografía inglesa se caracteriza por unos rasgos más inclinados que la itálica. Es una letra de rasgos góticos, muy «adornados» o barrocos, de gran belleza.
Gótica. La letra gótica destaca por perfiles rectos, que rompen las líneas redondeadas de los caracteres.
Minúscula carolingia. La minúscula carolingia es una letra de formas redondeadas, lo que permite que sea legible pese a su tamaño.
Caligrafía artística, ¿cuándo emplearla?
Al firmar un documento, diseñar una invitación, redactar una nota de agradecimiento, escribir una carta a alguien especial y, en general, para cualquier manuscrito que tenga visos de mantenerse en el tiempo, la caligrafía artística es el vehículo de expresión que mejor realza cualquier mensaje.
La caligrafía artística es adecuada al firmar un documento, diseñar una invitación, redactar una nota o escribir una carta
Lo habitual es imitarla desde un ordenador, pero escribir estas notas a mano aporta un valor especial. Las invitaciones de boda, bautizo o comunión son la excusa perfecta para poner en práctica este tipo de escritura. Aunque en general es útil para cualquier evento en el que se quiera destacar.
Se puede recurrir a estas letras para escribir postales de felicitación o tarjetas personalizadas. Son adecuadas al escribir la dirección en el sobre de una carta que enviamos a un ser querido o a una persona especial. Incluso, es posible aprovechar esta caligrafía para decorar una pared del hogar con una frase o un texto representativo.
Una imagen vale más que mil palabras. Por este motivo, los vídeos son uno de los recursos más prácticos para aprender a mejorar la escritura.
- Se pueden descubrir los secretos de la caligrafía itálica a través del Rincón del Calígrafo o de tutoriales diseñados como clases on line, donde incluso se recomiendan los materiales idóneos para escribir.
- La escritura inglesa requiere aprender a calcular la inclinación de los tipos.
- No obstante, pese a ser quizá una de las más complicadas, la tipografía Copperplate es fácil de aprender con la ayuda de los vídeos.
- La letra gótica destaca por trazados más gruesos que el resto, un aspecto que consigue un resultado muy bello.