Organizar una salida de acampada con los niños puede ser un excelente plan, ahora que llega el buen tiempo. Para ellos, representa una aventura y la posibilidad de divertirse y disfrutar al aire libre. Eso sí, para que la excursión sea un éxito, es preciso planificarla de forma metódica en función de la edad de los pequeños. Con organización y sin improvisación, se estará preparado para cubrir todas sus necesidades y evitar los posibles riesgos y problemas que puedan surgir.
Con la llegada del buen tiempo y la subida de las temperaturas, las opciones de ocio con los niños se amplían; sobre todo, las que se pueden desarrollar al aire libre. En estas condiciones, una de las actividades más recomendables para los padres que deseen inculcar a sus hijos el amor y el respeto por la naturaleza es llevarlos de acampada.
Además de ser una opción sana y económica, convivir durante unos días en contacto directo con el entorno natural y alejarse de las rutinas y el ritmo de la ciudad es también una excelente manera de estrechar los lazos familiares y reforzar la comunicación tranquila y sosegada entre los miembros de la familia.
El campamento y los niños: cinco claves de planificación
Para algunas familias, llevar a bebés o niños pequeños de acampada puede resultar un engorro. Por ello, prefieren esperar a que crezcan y tengan una edad en la que sean más independientes y responsables. Sin embargo, como apuntan numerosos aficionados a este tipo de escapadas, son más las trabas personales que las limitaciones reales para realizar esta actividad con niños de corta edad.
La consigna clave es la planificación; la improvisación no es buena compañera de las acampadas. Es necesario organizar la excursión en función de la edad y las características de los miembros de la familia que van a participar, prever todas las necesidades que se deben cubrir y anticiparse a los problemas o dificultades que puedan surgir. Estos son algunos de los puntos principales que los expertos aconsejan tener en cuenta para planificar una acampada con pequeños:
Para padres con bebés muy pequeños (menores de dos años), es quizá más aconsejable organizar la acampada en un camping, donde, además de disfrutar de la naturaleza con sus hijos, pueden encontrar instalaciones y servicios esenciales para el cuidado adecuado de un bebé.
Una buena idea para que los pequeños se habitúen a dormir en el exterior y superen los posibles miedos a la oscuridad u otros elementos nocturnos es hacer una prueba. ¿Por ejemplo? Planificar con ellos una «acampada casera» de una noche en el jardín de la propia casa o de algún familiar o amigo. Además de pasarlo muy bien, servirá a los padres para comprobar si sus pequeños están preparados para la escapada.
Si es posible, es recomendable visitar antes el lugar donde se acampará para comprobar que es una zona segura y autorizada. Es preciso verificar la ausencia de animales peligrosos cerca, cerciorarse de que las salidas y entradas al lugar son transitables (para poder atender de forma rápida y eficaz cualquier posible urgencia) y comprobar que hay cobertura para comunicarse con el móvil.
Las familias que no estén habituadas a este tipo de actividades deben pedir consejo a quienes sí las realizan con frecuencia. Es importante preguntar sobre el tipo de equipamiento (tiendas, sacos, comidas, hornillo, entre otros) que deben llevar para que su estancia sea satisfactoria. También se debe preguntar por referencias sobre los posibles imprevistos que pueden surgir.
Las condiciones meteorológicas adversas son el principal enemigo de una acampada. Es preciso, por una parte, comprobar que los días previos a la salida no hayan sido muy desfavorables para que el entorno donde se acampará no esté afectado por agua o barro. Por otra parte, es necesario verificar el día anterior a la partida la previsión de precipitaciones, temperatura y viento, para evitar que los niños se expongan a situaciones adversas de forma imprevista.
Consejos para recordar sobre el terreno
Una vez que se ha llegado al campamento, los padres o adultos que acompañen a los niños deben tomar ciertas precauciones para impedir cualquier incidencia. La principal es no perderles de vista y mantenerles en estrecha vigilancia, pero además, los expertos en este tipo de salidas recomiendan distintas pautas: