El comercio electrónico ha experimentado una indudable expansión en España en los últimos años. Sin embargo, el e-commerce apenas representa el 0,7% del comercio al por menor. Asimismo, como refleja el estudio ‘El Comercio Electrónico 2012’, realizado por la escuela de negocios OBS, un 27% de los españoles ha realizado compras a través de Internet en 2011, frente al 43% de la media europea. Esa diferencia puede explicarse, entre otras causas y según un reciente informe del EAE Business School, a que nuestro país se sitúa a la cabeza de la UE en desconfianza sobre los procesos de recepción y devolución de productos, así como en seguridad en los medios de pago. Conviene, por tanto, analizar las claves para comprar on line de forma segura.
Reticencias a la compra por Internet
Comprar a través de la Red tiene indudables ventajas, pero los consumidores españoles son aún reacios a adquirir bienes por este medio. Hay varios factores que lo explican:
Seguridad.
Según el estudio del EAE Business School, uno de cada cuatro españoles alude a la desconfianza respecto a la seguridad en los medios de pago electrónicos y el envío de datos personales para no comprar on line.
Problemas con el envío.
El 18% de los españoles son propensos a no comprar en Internet por temor a no recibir el producto o servicio o a encontrarse con problemas en caso de tener que devolverlo. El doble que el promedio europeo, que alcanza el 9%.
Corroborar el producto.
El mismo informe del EAE Business School señala que España está entre los 10 países europeos con mayor propensión a no comprar on line, al preferir acudir a los establecimientos físicos en persona para comparar y corroborar la calidad de los artículos.
Funcionamiento de la compra on line
En el e-commerce o comercio electrónico intervienen al menos cuatro agentes: el proveedor, el cliente, el gestor de medios de pago y la entidad de certificación.
Hay que guardar copias de las características del producto, acuse de recibo del pedido, resguardos de la operación o correos de la empresa
El proveedor ofrece a través de su página web sus productos o servicios. Cuando el cliente se interese por uno de ellos, deberá completar un formulario de compra en el que se incluyen los datos del producto y los suyos personales y bancarios. Estos están protegidos y sometidos a lo establecido en la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal.
La empresa está obligada a implantar las medidas de seguridad necesarias y garantizar que solo personal autorizado tiene acceso a dicha información.
Una vez que el cliente ejecuta la compra, si el pago se realiza mediante tarjeta de crédito, entra en funcionamiento la denominada pasarela de pagos o TPV (terminal punto de venta) virtual de la entidad financiera. La operación se realiza a través de un servidor seguro, que emplea un protocolo de seguridad especial para garantizar la confidencialidad de los datos, ya sea SSL (Secure Sockets Layer) o SET (Secure Electronic Transaction).
El banco del cliente deberá aceptar o rechazar la operación, vendedor y comprador reciben dicha información y el dinero del pago es transferido desde la cuenta del cliente al proveedor. Es un sistema que garantiza total seguridad.
Recomendaciones al comprar por Internet
A pesar de que Internet es un medio de confianza, y las medidas de seguridad están muy cuidadas, conviene seguir una serie de pautas al adquirir un bien a través de la Red.
Comprobar que el ordenador es seguro.
Ha de estar libre de virus y programas espía, con las versiones del antivirus, firewall, navegador y sistema operativo actualizadas.
Verificar la identificación.
La legislación española obliga a las empresas de comercio electrónico a publicar en su web su nombre o denominación social, NIF, residencia o domicilio, datos de inscripción en el Registro Mercantil o datos de contacto.
Comprobar la web.
Hay que comprobar si cuenta con algún sello de calidad y confianza o está certificada por alguna autoridad competente. Conviene buscar referencias y vigilar dónde se compra.
Conocer la legislación y derechos.
Hay una amplia normativa comunitaria incorporada al ordenamiento jurídico español sobre e-commerce. Afecta a la protección de datos personales, seguridad en las transacciones, legislación de comercio interior…
Condiciones.
Se debe comprobar el derecho de desistimiento (14 días). También hay que verificar cláusulas, ofertas, vigencia, precio final, gastos de entrega y transporte, garantías y medios de pago.
Seguridad.
La transacción será segura si la dirección web (URL) comienza con https:// (sistema SSL) y aparece un candado en la parte inferior derecha del navegador.
Copias.
Se tienen que guardar las copias de las condiciones de compra, características del producto, acuse de recibo del pedido, resguardos de la operación o correos de la empresa.
Comodidad.
La compra por Internet, ya sea desde un ordenador o un smartphone, permite al consumidor obtener los productos o servicios que precise desde cualquier lugar, sin necesidad de acudir a la tienda. Así se evitan las colas, los gastos por desplazamiento y los condicionantes del horario comercial. Las tiendas on line están abiertas las 24 horas del día, los 365 días del año, en cualquier parte del mundo.
Exclusividad.
A través de Internet, las distintas empresas ofrecen una mayor cantidad y variedad de productos. Hay infinidad de catálogos donde encontrar nuevos y exclusivos productos u otros que no estén disponibles en el lugar de residencia del comprador.
Ofertas.
Gracias a Internet, se pueden comparar todo tipo artículos y precios de inmediato. Además, la ausencia de intermediarios permite comprar a precios más bajos que en las tiendas tradicionales y es habitual encontrar descuentos directos.