Cada parto es diferente y su duración está asociada a numerosos factores como la experiencia anterior de la madre, el uso o no de anestesia o la elección de un alumbramiento natural o intervenido. Sin embargo, la “Guía Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal”, editada por el Ministerio de Sanidad, proporciona información de utilidad sobre los límites que distinguen lo que se considera una duración normal de una anormal en las distintas etapas del parto.
Hay tantos tipos de partos como niños en el mundo. Y es que el proceso de dar a luz puede variar de forma significativa no solo entre una mujer y otra, sino también entre un bebé y otro de la misma madre. Por este motivo, al igual que no es fácil predecir si un parto será más o menos complicado, tampoco lo es marcar una duración media del mismo.
Distintos condicionantes pueden afectar a la duración del parto desde que se inician las primeras contracciones hasta el alumbramiento final con la expulsión de la placenta. Entre ellos: si es el primer parto para la madre, si utiliza anestesia epidural o si la etapa de alumbramiento se desarrolla de forma activa o natural. En función de estos factores, el Ministerio de Sanidad, en su «Guía Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal», establece los límites sobre lo que se considera una duración normal y no en las distintas etapas del parto.
Primera etapa del parto: dilatación (entre 5 y 8 horas)
El parto se inicia con la dilatación del cuello del útero. Se considera que abarca desde el comienzo de las primeras contracciones hasta que se alcanza la dilatación completa (10 cm). Aunque el progreso en esta fase no es lineal, tal como recoge la «Guía Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal», la mayoría de las mujeres primíparas cubren esta etapa dentro de las primeras 18 horas y las multíparas en las 12 iniciales. Esta etapa se divide, asimismo, en dos fases diferenciadas:
- Fase latente: se denomina así al periodo que trascurre desde el inicio del parto hasta que se alcanzan entre los 2-4 centímetros de dilatación. Esta fase, en la que se producen contracciones variables en intensidad y duración, es bastante irregular. Por eso es difícil determinar el momento en que comienza y, en consecuencia, no es posible establecer una duración aproximada.
- Fase activa: durante esta fase, que comprende desde los 2-4 centímetros de dilatación hasta que se alcanzan los 10 centímetros máximos, las contracciones son más regulares tanto en su intensidad como en la frecuencia. La duración es variable y depende de los antecedentes. En las mujeres primíparas el promedio de duración es de 8 horas (máximo 18 horas) y en las multíparas la media no sobrepasa las 5 horas (máximo 12 horas).
Segunda etapa del parto: expulsivo (desde 18 minutos hasta 4 horas)
La segunda etapa del parto abarca desde la dilatación cervical completa hasta el momento en que se produce la expulsión del bebé. La duración del expulsivo es variable en función de si la mujer ha tenido o no partos anteriores y de la administración o no de anestesia epidural:
- sin epidural: la duración media para mujeres primíparas es de 54 minutos (aunque se considera normal hasta las 3 horas), y para mujeres multíparas de 18 minutos (máximo 2 horas).
- con epidural: la anestesia epidural puede ralentizar la fase del expulsivo hasta las 4 horas para mujeres primíparas, y 3 horas para las multíparas.
La prolongación excesiva de esta etapa deriva, en muchos casos, en la necesidad de intervenciones médicas (como la episiotomía, el parto vaginal instrumental o la cesárea) y en algunas complicaciones (como hemorragias postparto, desgarros perineales o fiebre tras el alumbramiento).
Tercera etapa del parto: alumbramiento (entre 10 y 60 minutos)
Se denomina alumbramiento a la etapa del parto que transcurre entre el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta y las membranas fetales. Esta fase se puede llevar a cabo de forma natural (alumbramiento espontáneo) o con un manejo activo e intervencionista por parte de los especialistas. Esta actuación se realiza, en general, para disminuir los posibles riesgos de una hemorragia postparto, ya que esta pérdida se asocia con frecuencia a una duración excesiva del alumbramiento.
Esta etapa tiene una duración diferenciada en función del tipo de alumbramiento:
- natural: en el 95% de los casos tiene una duración menor de 60 minutos; se considera prolongado si supera este límite.
- intervenido: la duración puede ser de entre 10 y 30 minutos; se estima prolongada si sobrepasa este tope.