El dolor de la parte inferior de la espalda, agudo o crónico, es una de las dolencias más comunes. A pesar del desarrollo de técnicas que ofrecen imágenes detalladas de la columna vertebral, en la mayoría de los casos no se descubren sus causas. El tratamiento actual se basa en dos puntos: la terapia farmacológica y la actividad física moderada y controlada. En este artículo se explica por qué entre las actividades recomendadas está el yoga, ya que ayuda a la recolocación postural y ofrece la relajación necesaria para aliviar el dolor.
Una revisión reciente de ocho estudios llevados a cabo por científicos de la University of British Columbia (Canadá) ha revelado que el yoga tendría un efecto de moderado a alto frente al dolor crónico situado en la parte inferior de la espalda y frente a la discapacidad funcional asociada. Los expertos han presentado los resultados en la reunión anual de la American Chronic Pain Association (ACPA). Las ocho investigaciones analizadas incluían a 743 pacientes.
Sin embargo, los especialistas explican que todavía falta conocer si las mejorías observadas se deben solo al yoga o a los efectos, en general, de la actividad física y las expectativas de recuperarse de los pacientes, puesto que ninguno de los estudios revisados había comparado esta actividad con otros tratamientos con movimiento (ejercicios de musculación o de entrenamiento cardiovascular).
Yoga como tratamiento complementario
Sumado al tratamiento habitual, el yoga podría ser un método terapéutico complementario muy eficaz. Los investigadores recomiendan, no obstante, que los pacientes busquen a un profesional con experiencia en dolor crónico de espalda. De hecho, aconsejan primero hablar con el médico para que este especifique qué movimientos hay que evitar y aportar toda la información al profesor de yoga, con el onjeto de que este conozca las limitaciones y pueda realizar las modificaciones pertinentes para que la actividad sea beneficiosa para el afectado. Para ello, recuerdan los expertos, es importante trabajar con profesionales cualificados.
Hacer yoga equilibra la flexibilidad y la fuerza de los músculos del cuerpo, a menudo el verdadero culpable del dolor, y libera la tensión muscularLa idea es lograr un tratamiento holístico del dolor, que no solo se centra en los síntomas, sino en toda la persona. De este modo, se logra restablecer cada una de las dolencias que se puedan manifestar. El procedimiento holístico mejora la conducta al adoptar hábitos beneficiosos e, incluso, la función neurológica, al modificar cómo el cerebro procesa el dolor. No obstante, los especialistas insisten en que si bien el yoga puede ser muy beneficioso para aliviar esta dolencia, hay que respetar los límites impuestos por el dolor. Esto implica necesariamente «escuchar» al cuerpo, habilidad que proporciona esta actividad en sí misma.
Yoga, mente y cuerpo
El dolor lumbar crónico es uno de los trastornos más difíciles de atender, en especial en los adultos mayores, ya que los fármacos utilizados para luchar contra ello tienen una efectividad limitada y efectos secundarios graves. Hacer yoga equilibra la flexibilidad y la fuerza de los músculos del cuerpo, a menudo el verdadero culpable del dolor, y libera la tensión muscular.
La clave de la práctica del yoga es que tiene una doble faceta: la física y la relajación. La mayor parte de las investigaciones que tratan de dilucidar sus beneficios constatan también que los ejercicios de flexibilidad que se realizan no han mostrado ser eficaces de forma aislada, como ocurriría con el deporte aeróbico. En realidad, son las técnicas de relajación las que aportan beneficios, ya que reducen de forma significativa el dolor debido a la modulación del sistema nervioso y la estimulación del sistema límbico.
Son muchos los trabajos científicos que en los últimos años han constatado las bondades del yoga. Un estudio de 2012 publicado en ‘Journal Pain’ confirmaba que puede reducir el dolor general en un 24%, la fatiga en un 30% y la depresión en un 42%. Otros estudios también le otorgan beneficios para el tratamiento del asma o para colaborar en la reducción de la hipertensión arterial.
Los beneficios del yoga
Para la práctica del yoga, es importante buscar un centro especializado con profesores certificados, sobre todo cuando se padece alguna enfermedad. Al haber más de 100 prácticas distintas de yoga, se recomienda probar varios estilos antes de decidirse por uno. Para las personas con dolor de espalda, el adjetivo que define el mejor estilo posible es suave, aunque hay dispositivos que ayudan a realizar de manera más fácil los movimientos. Es importante ser paciente, puesto que hasta que los beneficios se asientan se requiere tiempo. Se recomienda llevar ropa clara, transpirable y cómoda, proveerse siempre de agua para beber y no comer al menos dos horas antes de una sesión.
El yoga es un ejercicio al alcance de todos, con independencia de la edad y de las enfermedades que se padezcan. De hecho, en la actualidad ha aumentado de forma significativa su oferta para la tercera edad. Mejora su calidad de vida, porque se adapta a las condiciones de cada persona con movimientos suaves, aumenta la autoestima y tiene una influencia positiva en el estado de ánimo. Cada postura sirve para estimular la circulación de una zona corporal, con el objetivo de regenerar el estado de los órganos y del sistema muscular. En cualquiera de sus modalidades produce un cambio tanto físico como de equilibrio interior.
Mejora la circulación sanguínea, las articulaciones y la flexibilidad muscular. No solo se ejercitan los músculos, la fuerza, la resistencia y el equilibrio, sino también los órganos internos. Asimismo, ayuda a activar el metabolismo, se oxigena el organismo y restablece el funcionamiento intestinal.