Las vacaciones estivales pueden ser un buen punto de partida para combatir el sobrepeso y la obesidad del perro. Esta es una enfermedad canina grave, por lo que no se puede considerar como un mero problema de estética que solucionar en verano, para olvidarse de él durante el resto del año. En este artículo, se detallan cinco pautas para frenar el exceso de peso en el perro: establecer un plan de actuación con el veterinario, planificar una dieta específica de adelgazamiento, llevar a cabo controles en el veterinario, hacer ejercicio con el perro para quemar calorías y seguir una dieta de mantenimiento.
1. Establecer un plan de actuación con el veterinario
El veterinario es el especialista cualificado para establecer un plan de actuación contra la obesidad del perro
El veterinario es el especialista apropiado para establecer un plan de actuación contra la obesidad del perro. Combatirla pasa por atenerse a unas medidas que se mantengan siempre. Luchar contra la obesidad canina debe plantearse como una carrera de fondo y no como una actuación puntual, ya que entonces no servirá de nada y pondremos en riesgo la salud de nuestro perro.
No obstante, antes de establecer un plan de adelgazamiento para el animal, el veterinario debe descartar cualquier problema de salud o de carácter metabólico que necesite tratamientos específicos. La obesidad puede deberse a una enfermedad o a causas de origen metabólico, como el hipertiroidismo, por lo que deben analizarse todas las circunstancias.
Otro dato que deberá averiguar el veterinario es el índice corporal del perro, que en personas equivale a su índice de masa corporal. En una escala de uno a cinco, tres es el estado idóneo. Cifras superiores delatan sobrepeso. Con este cálculo, el veterinario sabrá los kilos que le sobran al perro. Si el resultado alcanza un 15% de sobrepeso, indicará que al animal le sobran 15 kilos.
2. Planificar una dieta específica de adelgazamiento
Una vez que el veterinario determina el peso que debe perder el perro, establecerá una dieta baja en grasas y calorías. Este programa durará alrededor de tres meses, aunque podría alargarse en función del grado de sobrepeso del perro. Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, explica la importancia de que toda la familia, incluidos los niños, respeten la dieta que marque el veterinario para reducir peso. «Por lo tanto, están prohibidos los extras, como sobras de comida o dulces», precisa.
Los hábitos para prevenir y corregir la obesidad y el sobrepeso en el perro deben mantenerse en el tiempo
Por otro lado, recomienda ofrecer al perro un pienso de gama alta (Premium) porque, asegura, la buena calidad de un alimento canino, aunque se traduce en un mayor coste del producto, redunda también en un factor muy importante para la salud del perro: la digestibilidad. Es decir, un alimento que ayuda al perro a digerir con gran facilidad todos los nutrientes.
Asimismo, el hecho de repartir la cantidad de alimento diario que ingiere el animal en tres o cuatro raciones ayudará a evitar ansiedad por comer. Si además el pienso destaca por una buena digestibilidad, se contribuye a que el perro se sienta más saciado con cada ración.
3. Controles en el veterinario para conocer el peso del perro
Una vez que el perro ha comenzado a seguir el programa de adelgazamiento, las revisiones mensuales en el veterinario son importantes. De esta manera, el veterinario sabrá si los resultados son adecuados y si la familia sigue la dieta recomendada para que el perro adelgace. En estos controles, es recomendable que los dueños aprovechen para plantearle al veterinario cualquier duda sobre el programa de adelgazamiento de su perro.
4. Hacer ejercicio con el perro para quemar calorías
El secreto para rebajar peso es «echar menos gasolina al cuerpo y gastar todo el depósito», asegura Juan Antonio Aguado. Para que el perro queme calorías y grasa, hay que sacarle a pasear, ir al campo el fin de semana o jugar con el animal.
Las vacaciones suponen más tiempo libre para ayudar a completar el programa de adelgazamiento del perro con actividades extras y diferentes a las habituales (excursiones, más tiempo para juegos). También se pueden estrechar lazos de amistad con el animal, aunque sin acostumbrarle a estar todo el día acompañado. Es recomendable mantener la dinámica de horas sin la compañía de sus dueños, para que no sea demasiado traumático el regreso a la falta de tiempo en común.
5. Cuando se alcanza el peso idóneo, una dieta de mantenimiento
Una vez que se alcanza el índice de masa corporal adecuado, hay que llevar a cabo una dieta de mantenimiento para evitar recuperar el peso perdido. Es recomendable que esta dieta para controlar el peso «sea baja en calorías o, incluso, una dieta estándar según el tamaño, edad y grado de actividad del perro», indica el veterinario Juan Antonio Aguado.
Los hábitos vitales para prevenir y corregir la obesidad y el sobrepeso deben mantenerse en el tiempo. Es un error tomar medidas de manera puntual, solo durante las vacaciones de verano. La obesidad es una enfermedad con consecuencias graves para la salud y no un problema estético, por lo que es necesario un tratamiento, así como mantener unos hábitos de vida saludables y unas pautas alimentarias adecuadas.
Planificar con su veterinario un plan de actuación para combatir la obesidad del perro.
Los hábitos de vida saludables deben ser permanentes y no puntuales. La obesidad es una grave enfermedad que necesita tratamiento veterinario.
Los hábitos de los dueños también influyen en los perros. Es habitual que si los dueños son obesos o con sobrepeso, los perros tengan los mismos problemas. Por ello, los hábitos alimentarios sanos se deben aplicar para toda la familia.
La comida extra es una fuente de calorías que se debe evitar.