La vuelta a casa con el bebé después del parto puede provocar gran inquietud en los padres y madres primerizos. Pero no debe cundir el pánico. A continuación se enumeran seis consejos imprescindibles para sobrellevar la llegada del bebé con éxito. También se comenta que, junto a la ayuda y consejos de familiares y profesionales de la salud, las mejores armas para sobrevivir en las primeras semanas serán el instinto, el cariño y el sentido común de los padres. Y además, se detallan cinco problemas frecuentes del bebé que hay que conocer y las maneras de actuar en cada caso.
Seis consejos imprescindibles para sobrellevar la llegada del bebé
Aprender a desenvolverse tras la llegada del bebé a casa puede resultar vital para muchos padres y madres primerizos para los que hay seis pautas fundamentales que deberían conocer.
Las visitas de familiares y amigos deben ordenarse para no perturbar al bebé ni a la pareja
1. Ordenar las visitas. Las visitas de familiares y amigos para conocer al bebé durante los primeros días son halagadoras; pero, en ocasiones, también pueden llegar a ser perturbadoras y agotadoras si no se establecen ciertos límites y horarios. Es necesario respetar la intimidad de los padres y la tranquilidad del pequeño, algo que resultará difícil si se debe atender continuamente a los visitantes.
2. Aprovechar el sueño del bebé. Las noches con un recién nacido pueden ser agotadoras, sobre todo si se le amamanta. Por eso, durante el día es conveniente que los padres se acomoden al ritmo del niño y aprovechen las horas en las que él duerme para descansar, e incluso dormir, si es posible.
3. Centrarse en el bebé. Durante las primeras semanas el pequeño necesita toda la atención y dedicación de sus padres y, en especial, de la madre lactante. La limpieza del hogar, las comidas o los trámites legales que siguen a la llegada de un bebé pueden delegarse en la pareja o en algún familiar dispuesto a ayudar.
4. Cuidar la alimentación. La falta de tiempo del que disponen los padres durante las primeras semanas en casa es la causante de que, en numerosas ocasiones, los progenitores primerizos descuiden su alimentación y adquieran hábitos poco saludables, como comer rápido y a deshora.
Hay que intentar no saltarse las comidas y no acelerarlas demasiado. Y, como no, pedir ayuda a la familia para que abastezcan de táperes la nevera.
5. Sacar partido de la experiencia de los demás. Una madre, un hermano o un amigo que haya pasado por la misma situación puede ser de gran ayuda para los padres primerizos durante las primeras semanas. Su experiencia será muy útil para aprender aspectos básicos del cuidado del bebé, como los referentes al baño, la lactancia o la alimentación artificial y a cómo calmar el llanto, entre otros.
6. No quedarse encerrados en casa. Excepto en los casos en que lo indique el especialista, una vez que la mamá y el recién nacido han sido dados de alta en el hospital, los padres pueden salir juntos de forma periódica a dar cortos paseos, aunque siempre haya que aplicar la prudencia y el sentido común para evitar riesgos innecesarios en el paseo. Estas salidas, además de favorecer al bebé, servirán para que los progenitores se relajen y la madre comience a adelgazar tras el parto.
Instinto, cariño y sentido común para ‘sobrevivir’
Salir del hospital después del parto y volver con el niño recién nacido al hogar es con frecuencia un alivio para los padres experimentados. Sin embargo, en España, tal como recogen los datos de la Estadística de Movimiento de Población del Instituto Nacional de Estadística, las parejas primerizas (55%) superan a las que no lo son. Y estas necesitarán, con urgencia, aprender algunos consejos para sobrellevar las primeras semanas.
La mejor arma con la que cuentan los padres es su propio instinto
La mejor arma con la que cuentan las madres y padres para enfrentarse a los primeros días de su bebé en casa es su instinto. Este, unido a la intensa convivencia diaria que experimentarán con su hijo durante las primeras semanas constituyen el mejor manual de instrucciones para cuidar de su bebé.
El prestigioso psicoanalista británico Donald Woods Winnicott, que estudió en profundidad la relación entre madre y lactante, bautizó al instinto materno con el nombre de «capacidad maternal primaria», a la que describió como un despliegue instintivo que no depende ni de los conocimientos ni de la capacidad intelectual de la madre y que, por lo tanto, ni se puede enseñar ni se puede aprender. Según este experto, esta capacidad maternal provoca que todos los sentidos de la mujer se exalten para controlar al bebé, lo que la llevaría a despreocuparse, por completo, del resto de asuntos.
Problemas más frecuentes del bebé que hay que conocer
Para las más de 258.000 madres (y sus parejas) que dieron a luz en 2011 a su primer hijo la vuelta a casa, en vez de alivio, pudo representar una gran inquietud y temor a no saber cómo actuar y reaccionar ante las necesidades de su bebé y a no saber identificar cualquier señal de peligro.
Y es que el periodo neonatal, que comprende los primeros 28 días de vida del bebé, es considerado por la Organización Mundial de la Salud como la etapa más vulnerable para los pequeños. Por eso, es aconsejable que los padres primerizos busquen el consejo y ayuda de los profesionales de la salud, tanto durante el embarazo como durante la estancia hospitalaria después del parto, para resolver y consultar todas sus dudas.
El manual ‘Tu bebé ya está en casa’, una guía para los padres del bebé recién nacido, editada por el Departamento de Sanidad del Gobierno vasco, recoge los problemas más comunes que pueden presentar los bebés durante los primeros meses y los consejos sobre cómo actuar en cada caso.
1. Fiebre: cuando se detecta que la temperatura del bebé es superior a los 38ºC, es conveniente acudir al servicio de pediatría para su observación.
2. Hongos en la boca. Si aparecen manchas o placas blancas (conocidas como muguet) que cubran el interior de la boca -y a veces la lengua-, es necesario consultar con el pediatra para que indique el tratamiento más adecuado.
3. Vómitos y deposiciones. Es normal que los pequeños regurgiten un poco de leche tras las tomas, pero si el vómito se emite con mucha fuerza y en gran cantidad, es recomendable acudir a la consulta de pediatría.
Por su parte, el ritmo y la consistencia de las deposiciones son variables, pero, si las heces son duras como bolitas, es posible que el bebé esté estreñido, por lo que se debe visitar al pediatra.
4. Escoceduras. Es preciso cuidar las irritaciones de la piel que cubre el pañal, producidas por la humedad de las heces y la orina.
5. Obstrucción nasal. Cuando las mucosidades obstruyen su nariz, para que el bebé respire mejor, se puede limpiar con suero fisiológico y aspirar la mucosidad con una pera de goma o un aspirador nasal.