En las escuelas de magia, los niños aprenden trucos. Pero también otras habilidades que les sirven, no solo para asombrar a sus espectadores, sino también para desarrollar la motricidad fina, la comunicación, el pensamiento critico y la autoestima. Además, la magia les enseña la importancia del esfuerzo y desarrolla su pensamiento creativo, su capacidad para resolver problemas. El siguiente artículo ahonda en los beneficios del ilusionismo en los niños magos.
La magia enseña al niño la importancia del esfuerzo
La magia es un gran entretenimiento para los niños. Pero no solo para que disfruten de ella como espectadores, sino también para que la aprendan y la practiquen. Numerosas escuelas de magia ofrecen cursos y talleres de magia para niños, que les permiten convertirse en pequeños magos, además de incorporar otros conocimientos no tan evidentes.
‘Harry Potter’ ha aumentado el interés de los niños por magia
«La magia es un mecanismo para que los niños se diviertan pero, sobre todo, para que aprendan a valorar el trabajo bien hecho, el esfuerzo y la habilidad manual«, asegura el mago Alfonso V y, también, profesor de magia en la escuela Mago en Madrid. También fomenta la lectura. Desde el éxito de la saga de ‘Harry Potter’, de J. K. Rowling, se ha multiplicado el número de niños que quieren aprender magia; también el de escuelas e institutos donde se enseña.
La magia desarrolla el pensamiento creativo en el niño
Los niños prefieren los trucos que pueden enseñar a sus amigos
En general, las escuelas de magia permiten la inscripción de niños a partir de siete u ocho años de edad. ¿Y por qué no más pequeños? Porque a esa edad es cuando alcanzan el desarrollo motriz que les permite ejecutar los trucos.
Sobre los trucos preferidos de los pequeños aprendices de magos, los profesores coinciden: los que pueden reproducir de inmediato ante sus amigos. Sobre todo, es magia cercana. En cambio, los que menos interesan a esta edad son los trucos con cartas, según Alfonso V, porque «exigen unas habilidades matemáticas que todavía no han desarrollado lo suficiente».
Uno de los principales valores del aprendizaje de la magia que se enseña en estas escuelas radica en la posibilidad de desarrollar un pensamiento creativo para afrontar diversas situaciones. Es lo que en magia se conoce como pensamiento alternativo. «Buscamos que los niños piensen de otra manera, que no sigan el camino que siguen todos», explica Alfonso V, quien también destaca: «Un problema que parece irresoluble, con un poco de pensamiento mágico, se puede encontrar la solución».
La magia se ha utilizado en diversos programas para tratar a niños con diferentes problemas.
El programa Project Magic fue creado por David Copperfield, uno de los magos más famosos del mundo. Tiene como finalidad ayudar a niños con diferentes discapacidades físicas.
Los trucos de magia de este programa favorecen el desarrollo de la destreza manual, la coordinación, la percepción visual, el manejo de las relaciones espaciales y las habilidades cognitivas. En general, los beneficios del programa redundan en una mayor motivación de los pacientes y en algo que es fundamental, la mejora de su autoestima.
El programa My Magic Hands (mis manos mágicas) fue creado en Toronto (Canadá), en 2004, por la asociación de magos Magicana. El objetivo de este proyecto es llegar a los niños de las comunidades más desfavorecidas, “con el fin de edificar su confianza y enseñarles habilidades como la comunicación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas“.