La lactancia es un acto instintivo y natural y, como tal, no requiere ningún tipo de preparación previa para que se pueda desarrollar con éxito. Los especialistas reconocen que no está demostrada la eficacia de ninguna de las intervenciones o maniobras que se suelen proponer ante la lactancia. La aplicación de masajes y cremas durante el embarazo y la exploración previa del pecho pueden ser incluso contraproducentes, tal y como se explica en este artículo. Por eso, la mejor preparación es siempre la información.
Masajes y cremas durante el embarazo
Las cremas no evitan las grietas en el pezón porque están causadas por una mala postura al amamantarUno de los «consejos» erróneos más habituales que reciben las futuras mamás (y que circulan en algunas páginas y foros en Internet) es que, durante la gestación, la mujer debe masajear sus pezones y aplicarse distintas cremas y pomadas para evitar la aparición de grietas (pequeñas heridas en el pezón) una vez que inicie la lactancia. Sin embargo, tal como apuntan desde el grupo de lactancia materna Alba, es inútil prevenir este problema con estas medidas, puesto que las grietas se deben a un problema «mecánico», es decir, a una mala postura al amamantar y no a la debilidad de los pezones.
En este sentido, la ‘Guía de Lactancia Materna para profesionales’, del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP), señala que «la aplicación de cremas con vitaminas, vaselinas o grasas son ineficaces y pueden reblandecer la piel si se aplican en exceso». Asimismo, este organismo apunta que los masajes pueden provocar la liberación de oxitocina, lo que puede inducir el parto.
En cuanto a la «recomendación» de quitarse el sujetador o de utilizar aquellos que dejen libre el pezón (para favorecer el roce de este con la ropa), aunque no es contraproducente, tampoco es una medida eficaz para prevenir lar grietas, ni ayuda a disminuir el dolor de las primeras tomas.
Exploración previa del pecho
En algunos casos se «sugiere» a las futuras mamás que se exploren los pechos antes de dar a luz, con el fin de detectar posibles problemas que pudieran dificultar la lactancia (como la persistencia de pezones planos o invertidos), y así poder tratarlo con antelación.Los masajes en el pecho durante el embarazo pueden impulsar el parto prematuro
Sin embargo, la guía de la Asociación Española de Pediatría afirma que los estudios clínicos demuestran que estas maniobras facilitadoras no son efectivas «y no mejoran los resultados de la lactancia». Incluso indica que «pueden acarrear efectos indeseables, como amenaza de parto prematuro«.
Por otra parte, los especialistas advierten de que alertar a la madre cuando existe una dificultad para amamantar puede generar angustia y pérdida de confianza en su capacidad de lactar, además de derivar en una predisposición al fracaso antes de empezar a amamantar a su bebé por primera vez.
La mejor preparación es siempre la información
Con la misma insistencia que recomiendan no preparar el pecho para la lactancia, los especialistas aconsejan informarse y dejarse asesorar antes del parto por expertos en el tema. Como apuntan desde el grupo Alba de lactancia, amamantar «requiere aprendizaje, información y observación previa».Por eso, sugiere acudir durante el embarazo a un grupo de apoyo, para observar como dan el pecho otras madres a sus bebés y aprender, así, cuál es la mejor posición para evitar las grietas. O descubrir las estrategias más favorables para amamantar cuando se tenga, por ejemplo, algún problema en el pezón.
1.Los masajes en los pechos durante el embarazo pueden provocar la liberación de oxitocina e inducir al parto.
2.Las cremas o pomadas en los pezones no previenen la aparición de grietas: este problema se debe a una mala postura al amamantar.
3.Las medidas para tratar los pezones invertidos o planos durante el embarazo son ineficaces y pueden provocar falta de confianza en la embarazada.
4.Observar cómo dan el pecho otras mamás, así como recibir la información adecuada, es la mejor preparación para la lactancia.