La escalada de tensión experimentada por la deuda pública española en los últimos tiempos ha obligado al Gobierno a un aumento de sus costes para financiarse. Ante la escasa demanda registrada en sus emisiones, el Tesoro español se ve forzado a ofrecer una rentabilidad cada vez mayor a cambio de sus títulos de deuda pública. Sin embargo, esa mayor rentabilidad implica un mayor riesgo, debido a la creciente desconfianza de los mercados en la capacidad de España para hacer frente a las deudas. Aun así, los expertos consideran la deuda pública como una de las mejores opciones para inversores con un perfil conservador. En el presente artículo se muestra el procedimiento necesario para adquirir títulos del Tesoro y se explican las claves para moverse dentro del mercado de deuda pública español.
Mercados de deuda pública
Hay dos mercados diferentes en los que se puede llevar a cabo la compra, o venta, de deuda pública española. Tal y como informa la web del Tesoro Público, el inversor puede optar entre el mercado primario o el secundario.
Mercado primario
La adquisición de valores en el mercado primario se realiza en el momento en que estos se emiten, mediante subasta, y se conoce como suscripción. Es el mercado recomendado para los inversores particulares, ya que la operación resulta más sencilla y económica, con comisiones por compra, o venta, más bajas. Pero siempre que inviertan con la intención de mantenerse a vencimiento, hasta la fecha acordada, pues en ese caso el Estado asegura, por ley, el capital y los intereses pactados.
Mercado secundario
Una vez que se han emitido los valores del Tesoro, todos se negocian en este mercado donde participan la inmensa mayoría de los bancos o intermediarios financieros. Ofrece la posibilidad de comprar títulos ya emitidos o de vender los que ya tiene en cartera el inversor, pudiendo hacerlo a través de estas entidades; pero entonces se regirán por los precios de mercado, renunciando a las garantías firmadas al comprar el activo.
Como ventaja, el inversor puede invertir a plazos distintos de los 6, 12 y 18 meses de las letras o de los 3, 5, 10, 15 y 30 años de bonos y obligaciones. Es un mercado profesionalizado, caro para operaciones minoritarias y que no ofrece alta liquidez. Fluctúa a diario en función de distintas variables como la oferta, la demanda, los tipos de interés o la situación y evolución económica del país emisor.
Además, debe tenerse en cuenta que el precio de los activos se mueve de manera inversa a su rentabilidad. También se pueden comprar o vender valores del Tesoro en el mercado secundario a través de la Bolsa en el Mercado Electrónico Bursátil de Deuda Pública. La orden de compra se debe presentar mediante un miembro de la Bolsa, o de cualquier otro intermediario financiero, quien la tramitará en colaboración con una de las entidades gestoras miembros de la Bolsa.
Tipos de valores
Los valores o títulos de deuda pública se dividen en las siguientes clases:
Letras del Tesoro: valores de renta fija a corto plazo, emitidos mediante subasta a 3, 6, 12 y 18 meses. Su importe mínimo es de 1.000 euros y las peticiones por importe superior han de ser múltiplos de 1.000. Son valores emitidos al descuento, su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento de reembolso, siendo la diferencia el interés generado por la letra.
Como son valores a corto plazo, las variaciones de su precio en el mercado secundario suelen ser bastante reducidas y suponen un menor riesgo para el inversor que necesite venderlos antes de vencimiento.
Bonos y obligaciones del Estado: valores emitidos a un plazo superior a dos años. Al igual que las letras, se emiten mediante subasta competitiva y con un importe mínimo de 1.000 euros. El Tesoro vende bonos a tres y cinco años y obligaciones a 10, 15 y 30 años.
Procedimiento y canales de compra
Los inversores que quieran adquirir títulos de deuda de España pueden hacerlo mediante un procedimiento sencillo, a través de los siguientes canales:
Bancos e intermediarios financieros: bancos, cajas, sociedades o agencias de valores. El mayor problema radica en sus elevadas comisiones, que van desde las comisiones por transferencia de efectivo (por amortización, una vez finalice el producto, o para el pago de intereses), hasta posiblemente por la compra, venta y suscripción de los títulos.
Banco de España: permite ahorrar dinero en comisiones, ya que no precisa intermediarios. Solo se cobran comisiones por transferencia de efectivo. Deberá abrirse una cuenta de valores en el Banco Central, vinculada con otra cuenta corriente, sin ningún tipo de comisión. Esta cuenta solo será válida para operar en el mercado primario. Pero para operar en el secundario, se deberá transferir la deuda a la cuenta vinculada y ese proceso sí conlleva comisiones. Hay dos opciones:
- Internet: en la web. Se precisa un certificado digital o DNI electrónico para operar y abrir una cuenta.
Sucursal:
el inversor deberá acudir a una sucursal del Banco de España provisto del DNI, número de cuenta bancaria y dinero en efectivo o un cheque para abrir la cuenta. Cuando se necesite vender los títulos antes del vencimiento, debe darse la orden a la entidad financiera donde se adquirieron. Si los valores se compraron de forma directa en el Banco de España o a través de Internet, la orden puede tramitarse mediante un intermediario financiero o a través de una entidad gestora.
¿Cuándo adquirir deuda pública?
A principios de año, el Tesoro publica en el Boletín Oficial del Estado el calendario de subastas, con vigencia durante todos los meses de ese año. Si bien, se reserva la posibilidad de convocar subastas adicionales o de cancelar alguna de las programadas. En su web se publican y actualizan las fechas de las subastas.
Las peticiones deben hacerse con una antelación suficiente para que el dinero esté en poder del Banco de España antes de las 14:00 horas del día de la subasta. Si bien, se recomienda hacerlo dos días hábiles antes. El calendario incluye no solo las fechas de subasta, sino también las de presentación de peticiones y desembolso.
Las peticiones deben hacerse con antelación suficiente para que el dinero esté en el Banco de España antes de las 14:00 horas del día de la subasta
Las peticiones de suscripción pueden ser de dos tipos:
- Competitivas: el participante debe indicar qué importe desea adquirir y a qué precio, expresado en tanto por ciento del valor nominal.
No competitivas:
en ellas solo es preciso señalar el importe que se desea adquirir; su coste será el precio medio que resulte de la subasta. Las peticiones no competitivas son, en general, las más adecuadas para el pequeño inversor. A través de ellas este se asegura que su petición sea aceptada, salvo que la subasta quede desierta, y, además, se garantiza recibir un interés en línea con el promedio resultante de la subasta.