La llegada del mal tiempo, las lluvias y los atascos en las ciudades propician un gran número de accidentes en la calzada. De ahí que en uno de los transportes públicos más utilizados, el autobús, se deban extremar las medidas de seguridad. Prevenir o evitar los accidentes y las lesiones asociadas a las caídas de los ciudadanos que viajan de pie en el autobús, así como los atropellos producidos en las zonas de subida y bajada de los usuarios debe ser una de las prioridades de la política y educación vial. En el siguiente artículo se detallan algunas mejoras que deben contar los autobuses para aumentar la seguridad, además de dos instalaciones obligatorias: los cinturones de seguridad y los sistemas de iluminación diurna.
Nuevas normas de seguridad en los autobuses
Para desplazarse por la ciudad, el medio más seguro es el transporte público. En el año 2010 se registraron tan solo dos fallecidos en autobuses urbanos, lo que representa un 0,4% del total de personas muertas en accidente en zonas urbanas. Y además, según los datos de la DGT (Dirección General de Tráfico), hubo 1.235 personas lesionadas en este medio de transporte, lo que supone un 2% del total de heridos en zonas urbanas. Aun así, debe ser todavía más seguro para evitar accidentes, caídas y lesiones de los viajeros.
La cantidad total de viajeros que utiliza la red de autobuses urbanos a diario ha sido determinante a la hora de elaborar un estudio con el que mejorar los sistemas de seguridad en los vehículos. Desde octubre de 2007, por la Directiva 2005/40/CE del Parlamento Europeo relativa a los cinturones de seguridad y los sistemas de retención de los vehículos de motor, es obligatoria la instalación de cinturones de seguridad para todas las categorías de vehículos nuevos.
Conducir con iluminación diurna reduce hasta en un 5% los accidentes en carretera y en un 8% los choques en ciudad
En la Directiva europea se reconoce que la aplicación de estos sistemas reduce de manera significativa el número de muertes y la gravedad de las heridas, incluso cuando se produce el vuelco del vehículo. Hay que tener en cuenta que la no utilización del cinturón de seguridad es la segunda causa de muerte en accidente, por detrás del incumplimiento de los límites de velocidad.
En las ciudades, los accidentes que predominan son los fronto-laterales entre dos vehículos, los atropellos y los alcances, mientras que en las zonas interurbanas destacan los accidentes fronto-laterales, los alcances y los frontales. Sin embargo, el tipo de accidente con consecuencias más graves es el vuelco. De ahí, la importancia del cinturón de seguridad. Con él abrochado, los viajeros del autobús quedan asidos a sus asientos y, aunque sufran lesiones graves, se mantienen dentro del habitáculo del vehículo, evitan la proyección al exterior y reducen el impacto en pecho, abdomen y piernas, según las investigaciones del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA). De hecho, más del 80% de las heridas que sufre el pasajero de un autobús accidentado se originan al salir despedido. En este sentido, los autobuses deben ir provistos, como mínimo, de un cinturón subabdominal o de dos puntos para cada asiento, excepto en las plazas más expuestas, en las que el cinturón ha de ser de tres puntos.
Asimismo, desde el pasado mes de agosto de 2012 los nuevos modelos de autobuses y camiones que se comercialicen en la UE tienen que incluir sistemas de iluminación diurna para cumplir con la normativa que ya entró en vigor para los turismos en 2011.
Las paradas del autobús tienen que estar correctamente señalizadas y han de estar situadas en zonas de acera
De esta manera, todas las categorías de vehículos nuevos, incluidos los autobuses urbanos, deberán estar equipados con luces diurnas (DRL, daytime running lamp) que se accionen de forma automática al encender el motor, para garantizar una mayor visibilidad. Según HELLA, proveedor global de la industria del automóvil, conducir con este tipo de luz específica de día puede reducir hasta en un 5% los accidentes en carretera y en un 8% los choques en ciudad.
Mejoras en los autobuses para aumentar la seguridad
El 10% de las caídas que sufren los ancianos se producen en los transportes públicos
Además de las soluciones de seguridad dirigidas a los usuarios que viajan sentados en los autobuses, se elaboran nuevas medidas para los viajeros que van de pie, puesto que son los usuarios más vulnerables. Es fundamental tener en cuenta el problema de las caídas en el autobús, sobre todo cuando se trata de personas mayores. En concreto, el 10% de las caídas que sufren los ancianos se producen en el transporte público.
Por ello, con el fin de detectar los momentos de mayor riesgo a lo largo de un trayecto en autobús, se han definido mejoras necesarias en el interior de los autobuses para que sean más seguros.
Cuando se sube al autobús:
- Los usuarios tienen que estar organizados en una sola cola a la hora de pagar el billete.
Se debe instalar un gran número barras de sujeción para favorecer el acceso al autobús.
El acceso al autobús tiene que poder hacerse por varias puertas.
El cierre de puertas ha de anunciarse a través de avisos sonoros o luminosos.
Al ubicarse en el autobús los usuarios que viajan de pie:
- Tiene que haber un buen número de barras verticales y horizontales a distintas alturas a lo largo del habitáculo del autobús.
Estas barras de sujeción deben tener colores fácilmente identificables.
La zona de ventanas también tiene que estar provista de barras o asideros.
Al situarse los usuarios que viajan sentados:
- Los asientos de primera fila deben contar con una mampara de protección.
Los asientos han de estar adecuados a los distintos tipos de viajeros (ancianos, embarazadas, personas con movilidad reducida, con dificultad para sentarse o levantarse de ellos, etc.). A menudo, los usuarios se quejan de que los asientos son muy altos.
Los asientos individuales deben estar provistos de reposabrazos para evitar caídas laterales. Además, el material de los asientos no debe ser deslizante.
Tiene que reducirse la altura de los escalones sobre los que están colocados los asientos.
Los asientos enfrentados son incómodos para sentarse, porque los usuarios no tienen dónde agarrarse. Asimismo, hay que ampliar el espacio entre asientos.
Movimientos dentro del autobús:
- Se debe incluir un mayor número de timbres de solicitud de parada, que sean accesibles desde cualquier asiento.
Los autobuses tienen que incorporar plataformas para personas de movilidad reducida y zonas de anclaje para sillas de ruedas y cochecitos de bebé.
El pasillo central del autobús debe estar despejado de bultos para poder atravesarlo con comodidad. En este sentido, hay que añadir zonas habilitadas para poder dejar equipajes, mochilas, un carro de la compra, etc.
La falta de información en el interior del autobús sobre itinerarios y paradas durante el trayecto hace que los viajeros tengan que acercarse a preguntar al conductor. Estos movimientos pueden ocasionar caídas de los usuarios y distracciones del conductor, con el consiguiente peligro.
Cuando se baja del autobús:
- La zona de salida debe encontrarse despejada de viajeros.
El conductor tiene que desacelerar de modo progresivo al llegar a la parada solicitada, para evitar los frenazos bruscos.
La siguiente parada del autobús debe anunciarse a través de una señal acústica o luminosa.
Algunas medidas que pueden facilitar la circulación y la puntualidad de los autobuses del transporte público y, en consecuencia, disminuir la frecuencia de accidentes, son:
- Los carriles-bus deben tener una apertura de semáforo adelantada con respecto al resto de carriles destinados a turismos.
Las paradas del autobús tienen que estar bien señalizadas (en una marquesina, por ejemplo) y han de estar situadas en zonas de acera.