Un techo transparente representa una buena alternativa para la terraza. Para su instalación, se debe evaluar si conviene una estructura fija o móvil y también que sea de cristal o de policarbonato. Este artículo detalla las ventajas de un techo transparente en la terraza, las diferencias entre techos fijos y móviles, los distintos materiales que se pueden utilizar y consejos para vidriar la terraza.
Ventajas de un techo transparente en la terraza
En la terraza, los techos transparentes (de cristal o policarbonato) crean un espacio nuevo en el hogar. Una cobertura de estas características permite aprovechar al máximo la luz y la energía del sol. En este tipo de lugares, el efecto propio de un jardín de invierno deja disfrutar de la luz natural en la terraza en los meses más fríos y, durante la noche, mantiene el calor acumulado, con el ahorro energético que eso conlleva.
El techo transparente en la terraza aporta luz también al interior del hogar, ya que el acceso puede permanecer abierto
De esta manera, la terraza adquiere la comodidad de estar aislada de los ruidos provenientes del exterior. Además, aporta luminosidad al interior de la casa, ya que el acceso puede permanecer abierto en todo momento. Otra ventaja es que, al aumentar la superficie cubierta de la vivienda, el techo de cristal revaloriza la propiedad (por el mismo motivo, esta reforma debe declararse).
Aunque no modifica de manera sustancial la fachada del edificio, también es conveniente consultar en la comunidad de vecinos si existe alguna restricción en relación con el aspecto exterior o que afecte a las vías de evacuación en caso de incendio.
Techos transparentes fijos y móviles
La instalación de un techo vidriado es una obra sencilla. Todo el proceso lleva uno o dos días, por lo cual no altera de forma exagerada el ritmo habitual del hogar. Los fabricantes e instaladores recomiendan dejar este paso para el final, es decir, terminar antes todas las reformas o tareas de pintura que sean necesarias, y solo después realizar su colocación.
Si se opta por un techo mecanizado, hay que asegurarse de que también incluya una opción de apertura manual
Los techos se pueden montar sobre estructuras fijas o móviles, según las dimensiones del espacio que se quiera cerrar y el presupuesto disponible.
Por lo general, los techos fijos se instalan en balcones y terrazas pequeñas. En ellas se suele añadir además un cerramiento en el mismo estilo, con ventanas correderas para facilitar la circulación del aire y evitar así que en épocas de altas temperaturas se acumule demasiado calor.
Las estructuras móviles permiten abrir y cerrar el techo según la necesidad y las condiciones climáticas. Para esto, cuentan con rieles sobre los cuales unas placas se desplazan y superponen, lo que posibilita una apertura de hasta un 80% de la superficie.
Los techos móviles pueden tener un sistema de apertura manual o automática. Si se opta por uno del primer grupo, se debe tener en cuenta que las manillas para mover la estructura queden ubicadas en un punto de fácil acceso. En los del segundo, es conveniente asegurarse de que incluyan una opción de apertura manual por si el motor falla o hay un corte de electricidad. Ambos sistemas requieren un mantenimiento anual, que consiste en una limpieza general y engrasado de las correderas.
Distintos materiales para el techo de la terraza
Al evaluar los materiales, hay que distinguir entre el propio techo y las estructuras que lo sostienen. En relación con estas últimas, en general son de aluminio, acero o una combinación de metales y pulido parecido a la madera que se adapta muy bien a todos los estilos, tanto rústicos como modernos. Las estructuras de aluminio son las más ligeras y económicas. Las hay en varios colores y además se pueden pintar. También hay disponibles rieles en acero y con un acabado similar a la madera en la parte interior para combinar con el estilo de la terraza.
En cuanto al techo en sí, los de cristal son los más económicos y tienen una transparencia del 100%. Resisten sin problemas las condiciones normales del clima (lluvias, vientos, calor, frío, etc.) y vienen con una lámina de protección que evita la caída del vidrio en caso de roturas. Una alternativa es el policarbonato, un tipo de polímero muy utilizado por su durabilidad y ligereza. Aunque no tiene una transparencia total como el vidrio, presenta otras ventajas: conserva la luminosidad proveniente del exterior, mantiene un aislamiento térmico más prolongado y filtra los rayos ultravioletas.
Se debe evaluar si la orientación de la terraza resulta conveniente para este tipo de reformas. En los lugares en los que el clima es frío y lluvioso, la orientación hacia el sur resultará idónea para aprovechar la luz y el calor al máximo de sus posibilidades. En las zonas más templadas o cálidas, en cambio, no es aconsejable vidriar una terraza orientada hacia el sur porque acumula mucho calor.
Si la terraza está orientada hacia el sur y de todas maneras se desea vidriar la terraza, será conveniente asegurar una buena circulación del aire mediante ventanas colocadas en cada extremo o con la instalación de una estructura que permita mantener abierto el techo en verano. Otra alternativa, aunque más costosa, es colocar en la estancia un equipo de aire acondicionado.