La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria muy frecuente en todo el mundo. Está causada por el parásito Toxoplasma gondii y la mayoría de los casos de infección pasan desapercibidos. La vía de contaminación más frecuente es la ingesta de carne cruda o poco cocinada contaminada por el parásito. Uno de los alimentos más implicados en esta infección es el jamón y, por ello, expertos españoles han presentado un nuevo proceso de curación que erradica el parásito. Este artículo detalla en qué consiste este nuevo sistema, que implica menos riesgo de toxoplasmosis, cómo tiene lugar la infección por el parásito, las afectaciones en el embarazo y cómo el gato es el animal de compañía más frecuente portador del parásito.
Uno de los alimentos más problemáticos en relación con la toxoplasmosis es el jamón, que pasa un proceso de curación en el cual el parásito puede sobrevivir. Por este motivo, en muchas ocasiones, no está indicado el consumo de este producto durante la gestación. La toxoplasmosis puede suponer un grave problema para las mujeres embarazadas, al causar desde infecciones leves hasta la muerte del feto. Por este motivo, quienes no han pasado por esta enfermedad (no hay síntomas) deben hacerse la prueba pertinente para detectarla, además de extremar la higiene y la alimentación.
Menos riesgo de toxoplasmosis
El nuevo proceso de curación del jamón mejora la seguridad y calidad alimentarias con el control de Toxoplasma gondii
Una investigación realizada en el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico (Teica) revela un novedoso proceso de curación del jamón que erradica el parásito y convierte así este alimento en apto para mujeres embarazadas. Los investigadores añaden que esta innovación no solo las beneficia a ellas, sino a su entorno, ya que a menudo toda la familia deja de consumir este alimento. Además, este avance mejora la seguridad y calidad alimentarias.
Los expertos están ahora pendientes de la respuesta de los facultativos y se prevé firmar un acuerdo con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), una vez comprobado que los resultados obtenidos en el estudio sobre la presencia de toxoplasma en el jamón curado son correctos y, por tanto, se puede aprobar su consumo en mujeres embarazadas. Es un protocolo, avalado mediante este estudio científico, que informa a las mujeres embarazadas sobre el consumo del jamón. De esta manera, la mujer estará siempre informada acerca del consumo de este alimento y su seguridad.
Infección por Toxoplasma gondii
Esta infección es una de las más comunes en todo el mundo. No es sintomática y es más frecuente en personas que conviven con animales. La principal vía de contaminación es la alimentación, sobre todo, por el consumo de carne cruda o poco cocida de cerdo, cordero o res y de productos lácteos sin pasteurizar. Las medidas de prevención para evitar la contaminación son:
No tocar la boca con las manos después de manipular carne o verduras contaminadas.
Tener cuidado con la contaminación cruzada y limpiar todos los utensilios de cocina que han estado en contacto con carne cruda.
Intentar no mezclar los alimentos en el frigorífico, sobre todo la carne cruda con los vegetales.
Lavar los utensilios de cocina y las tablas de cortar después de cada uso.
Lavarse las manos antes y después de manipular carne cruda.
Cocinar la carne y asegurar que la temperatura en el interior del producto llegue a 70ºC.
Evitar probar la carne durante su cocción.
Mantener la comida alejada de moscas.
Evitar el consumo de agua contaminada o de dudosa procedencia. Es recomendable el agua embotellada.
Afectaciones en el embarazo
La toxoplasmosis es una infección grave en la mujer embarazada y sus consecuencias pueden ser graves en el feto. El bebé desarrolla en un 80% de los casos afectaciones tardías, al cabo de unos meses o años de vida, como anemia, ictericia, bajo peso al nacer, prematuridad, pérdidas de audición, problemas de aprendizaje, apoplejía o retrasos mentales. En el peor de los casos, provoca un aborto espontáneo o la muerte del feto.
El parásito puede también afectar a personas inmunodeprimidas y, aunque en general es asintomático, son posibles síntomas como dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor muscular, dolor de garganta, confusión, fiebre, visión borrosa o convulsiones.
La toxoplasmosis también puede contagiarse mediante la exposición a los excrementos de animales de compañía, sobre todo del gato, que la contrae en contacto con roedores o aves infectadas. En los animales infectados, el parásito no muestra síntomas de enfermedad. Como medidas preventivas, conviene tener en cuenta algunos aspectos:
Evitar que el gato ingiera carnes y vísceras crudas, así como animales vivos (roedores o pájaros).
Evitar el contacto con materias fecales de otros gatos.
Limpiar a diario el cajón de la materia fecal del gato.
No desechar las heces de los gatos en jardines o huertos.
Desinfectar con productos apropiados todos los lugares habituales del gato.
Utilizar guantes para limpiar el cajón del gato.
En caso de mujeres embarazadas, extremar las precauciones.