La vida en un piso no siempre es fácil para un perro. Debe adaptarse a demasiadas circunstancias de la vida humana: espacio reducido, horas de soledad, ausencia de campo por donde corretear, escasez de zonas verdes habilitadas para ellos o necesidad de usar collar para pasear. Por ello, el perfil del perro que vive en un piso es el de un can de tamaño pequeño, dócil, tranquilo, sociable y educado. Son adecuados para la ciudad el galgo, un perro de lo más casero; el yorkshire, un pequeño de gran carácter en el piso; el caniche, un gran artista urbano; el chihuahua, un pequeño casero muy mimoso; así como el pomerania. Sin embargo, la raza no es lo único que importa: muchos perros mestizos también son perfectos compañeros de piso. En este artículo se explica cómo es la vida del perro en un piso, los detalles de las cinco razas citadas y las particularidades de los perros mestizos.
La vida del perro en un piso: no siempre es fácil
«Una de cada cinco familias que vive en un piso tiene perro», afirma Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. ¿Pero cuál es el mejor compañero canino para convivir en un piso urbano?
El carácter del perro es fundamental para que se adapte a los 80 metros cuadrados del piso, cuando no menos. Por ello, la tranquilidad, docilidad, sociabilidad y educación son características fundamentales para que un perro se adapte sin problemas al entorno urbano.
El tamaño del perro, pero también su carácter, son pautas importantes para convivir en un piso
Una pauta importante para adoptar a un perro que vivirá en un piso urbano es que el can sea de «tamaño pequeño o mediano», recomienda José Luis Torres, veterinario de la Sociedad Protectora de Plantas y Animales de Madrid. Entre otras cosas, porque es más fácil que un perro de dos kilos haga ejercicio en casa, frente a uno de tamaño grande.
El carácter también es importante. Los perros que son muy nerviosos suelen dar problemas si viven en un piso y tienen que adaptarse a estar solos ciertas horas al día, asegura Juan Antonio Aguado. A continuación se detallan cinco ejemplos de razas caninas urbanas, así como perros mestizos apropiados para compartir con nosotros el piso.
1. Galgo, un perro de lo más casero
Los galgos son estupendos compañeros de piso
Los galgos son buenos compañeros para vivir en la ciudad. Al contrario de lo que se cree, no son canes que necesitan mucha actividad física ni salidas frecuentes al campo. «Son perros tranquilos que disfrutan dormitando al lado de sus dueños, porque les gusta mucho estar en casa. Además hacen buenas migas con los niños«, explican desde la asociación Galgos Sin Fronteras.
Los galgos se adaptan bien a las dimensiones de un piso. Pero como todos los perros, necesitan sus paseos diarios y que se les dedique tiempo y atención. El galgo es un perro obediente, tranquilo y valiente. Resulta ser un excelente compañero y amigo. Los galgos se pueden adoptar a través de asociaciones específicas, como Galgos Sin Fronteras, que recogen a los que han sido víctimas de abandonos y malos tratos.
2. El yorkshire, un pequeño de gran carácter en el piso
El yorkshire terrier rara vez supera los tres kilos de peso. Los hay que pesan poco más de un kilo. Por ello, es un can que permite una buena movilidad en la ciudad. En una bolsa de viaje para perros pasará casi desapercibido en comercios o transporte público.
El pequeño yorkshire aprecia la compañía de los niños y se adaptará sin problemas a las dimensiones del piso. Pero a pesar de su tamaño, tiene mucho carácter, por lo que hay que marcarle unas normas y límites para evitar que se convierta en el jefe de la casa.
3. Caniche, un gran artista urbano
El caniche necesita ejercicio moderado, por lo que se adapta bien al piso urbano
El caniche se adapta bien a la vida familiar en un piso urbano. Es un perro obediente, que suele ser la estrella de los concursos de obediencia. Es un buen compañero para los niños, aunque también tiene su pequeño punto de arrogancia.
El caniche tiene algunas necesidades específicas de su raza: le gusta mucho el agua y es feliz cuando tiene la oportunidad de llevar a cabo actividades acuáticas.
4. Chihuahua, un pequeño casero muy mimoso
Los chihuahuas necesitan poco ejercicio o actividad física. Algunos ejemplares no alcanzan el kilo de peso. Se adaptan sin problemas a una vivienda pequeña, aunque es preferible que no haya niños. Y es que con los más pequeños no suelen hacer buenas migas.
Es un perro que elige a una persona como dueño y se debe a él en cuerpo y alma. Puede ser un animal indicado para un piso urbano con una persona que vive sola.
5. El pomerania en el piso, astuto y fiel
El pomerania es un perro de unos tres kilos de peso, que se adapta bien a los espacios reducidos, como los pisos de las ciudades españolas. Es un animal astuto, muy fiel y apegado a sus dueños. Este pequeño perro tiene un pelaje que requiere un mantenimiento algo complicado, por lo que necesitará cepillados habituales y cortes de pelo frecuentes.
La raza no es determinante para elegir un perro que viva en un piso. Por ello, los perros mestizos también son una estupenda opción para 80 metros cuadrados. La adopción es una forma estupenda de encontrar un compañero canino idóneo con el que alquilar un piso.
De esta forma, también podemos dar la oportunidad de tener un nuevo hogar a uno de los miles de animales que esperan en los albergues para ser adoptados.