La principal aportación de las tarjetas diseñadas para los profesionales autónomos es que permiten controlar, administrar y gestionar todos los gastos de empresa realizados con estos “plásticos”, incluso desde Internet. Además, brindan la posibilidad de mejorar la liquidez de sus titulares, pues disponen de líneas de crédito más generosas que las otorgadas por las tarjetas tradicionales, que pueden llegar hasta 30.000 euros. A continuación se detallan las prestaciones que deberían tener las tarjetas para autónomos y la oferta actual en las entidades bancarias en este sentido.
Prestaciones de las tarjetas para autónomos
Cuando un profesional desarrolla su actividad por cuenta propia le puede resultar de utilidad disponer de tarjetas específicas, que tengan en cuenta sus particularidades laborales. Hoy, un gran número de entidades financieras ya cuenta con estos «plásticos» destinados a los autónomos.
Las comisiones que aplican las tarjetas para autónomos están en la línea del resto de «plásticos» del mercado
Las tarjetas para trabajadores autónomos parten de una premisa muy clara: que estos puedan disponer de dinero con solo realizar un traspaso de su tarjeta a su cuenta asociada, sin más trámites. Además resultan de gran utilidad porque permiten controlar, administrar y gestionar todos los gastos de empresa realizados con estas tarjetas, incluso desde Internet.
Y, para mejorar la liquidez de sus titulares, disponen de líneas de crédito más generosas que las brindadas por las tarjetas tradicionales, ya que el importe prestado llega hasta 30.000 euros. También es posible beneficiarse de descuentos en diversos servicios -que oscilan entre el 2% y 12%-, que en algunos casos afectan a su actividad profesional diaria: alquiler de coches, gasolina, restaurantes, etc.
Suscribirlas no supone un esfuerzo económico adicional, ya que sus comisiones se mantienen en la línea de otros modelos de tarjetas (incluso se puede conseguir una tarjeta cuya emisión y mantenimiento sean gratuitos).
Otra de sus principales aportaciones es que permiten aplazar una o varias cuotas de las compras realizadas, lo que ayuda a dotar de mayor liquidez a sus titulares.
Qué buscar en las tarjetas para autónomos
Al ser un tipo de tarjeta especial destinada para autónomos, deberán presentar o incorporar características que sirvan para mejorar su actividad profesional:
- Deben contar con líneas de crédito amplias. De este modo, el trababajador puede dotarse de liquidez ante las necesidades del negocio, o a la hora de afrontar algún gasto imprevisto. Esto, siempre que los tipos de interés que se apliquen no sean abusivos.
Tienen que permitir el control, administración y gestión de todos los gastos de empresa realizados con estas tarjetas. Y contar siempre con informes de movimientos a la medida de las necesidades de sus titulares.
Deben tener en cuenta las necesidades personales de estos trabajadores: permitirles beneficiarse de descuentos en sus comidas de trabajo, en los traslados profesionales, en la reserva de una habitación en un hotel…
Han de dar al titular la posibilidad de no pagar las compras hasta el mes siguiente, o contar con un servicio de pago aplazado en tres, seis o doce meses para casos de mayor urgencia.
Deben contar con un servicio de «dinero instantáneo» con el que se podrá disponer de liquidez con solo realizar un traspaso de su tarjeta a su cuenta asociada.
Son varias las tarjetas diseñadas ex profeso para que los trabajadores por cuenta propia puedan satisfacer sus exigencias laborales.
La tarjeta Visa exclusiva para autónomos y profesionales, de Caja Laboral, tiene prestaciones especiales con respecto al resto de tarjetas. Cuenta con un sistema de bonificación de la cuota de hasta un 100%, por la domiciliación del recibo de autónomos y la titularidad de la Cuenta Pro. Además, brinda la posibilidad de adquirir durante todo un mes y no pagar hasta el mes siguiente, tiene un servicio de compra aplazada que permite demorar el pago de las compras superiores a 150 euros, a tres, seis o 12 meses, y traspaso de crédito, que permite pasar el disponible de la tarjeta a la cuenta de domiciliación.
Novagalicia se decanta por la Tarjeta Visa Cámara, con cuota de emisión gratuita, tanto para el titular como el beneficiario. El mantenimiento está exento de pago si se realizan compras en comercios superiores a 2.500 euros. No es necesario cambiar de banco, pues puede estar domiciliada en cualquier entidad financiera. Además, se puede acceder al servicio de dinero instantáneo, un simple traspaso de la tarjeta a su cuenta asociada.
La e-bussines de BBK se destina a empresas y profesionales independientes. A través de Internet deja controlar, administrar y gestionar de forma personalizada todos los pagos de consumos empresariales. Tiene un precio de emisión de 10 euros (en la tarjeta principal) y la comisión de mantenimiento es de 51 euros.
Bankia tiene la Tarjeta Flexible, que otorga hasta 30.000 euros de crédito para pagar las compras con total flexibilidad. Se puede elegir la tarifa mensual, con un mínimo del 2% y un máximo del 30% del límite de crédito de su tarjeta.
Además tiene otras ventajas como cuota de alta gratuita, descuento en gasolina o rebaja en el alquiler de vehículos, entre las más importantes. Y, cuando se quiera disponer de liquidez al instante, el Servicio Dinero Ya permite traspasar el saldo de la tarjeta a la cuenta.
Caja España-Caja Duero han diseñado la Tarjeta e-Business, que permite controlar, administrar y gestionar, desde cualquier ordenador conectado a Internet, todos los gastos de empresa realizados con ella; también, diseñar informes de movimientos a la medida de sus necesidades, agruparlos por departamentos, personas, periodos, tipo de gastos, etc. y recibir informes a medida por correo electrónico, y con la periodicidad que mejor se adapte a la gestión de sus titulares.
De similares prestaciones es la Tarjeta MasterCard Professional de La Caixa. Es un producto para profesionales y autónomos que genera descuentos en servicios de entre el 2% y el 12%, así como el servicio Vía T de forma gratuita.
Bancopopular-e dispone de las tarjetas Global Élite, por las que sus demandantes pueden disfrutar de dos “plásticos” a la vez, una American Express y otra Visa, pero que funcionan como una sola.
Durante el primer año, devuelven el 2% del importe de todas las compras realizadas con la tarjeta; el resto de ejercicios, el 1%. Sus titulares tienen un único límite para ambas tarjetas y se recibe un extracto mensual unificado. Tiene una cuota gratuita, con la posibilidad de aplazar una o varias de las compras realizadas mediante el servicio de Pago Flexible.