Ponerse en forma y adelgazar es el objetivo común de muchas personas que recurren a equipos para hacer ejercicio físico: máquinas para la práctica aeróbica, de fortalecimiento, de vibración vertical, oscilatoria, etc. Pero ¿es saludable practicar ejercicio en ellas? ¿Hay que acudir siempre al gimnasio y contar con un entrenador personal, o se pueden usar en el domicilio? En este artículo se analizan las máquinas para ejercitarse en casa y en el gimnasio y los aspectos que hay que tener en cuenta antes de utilizarlas, ya que no están exentas de contraindicaciones.
Hacer ejercicio físico con máquinas bajo las pautas de un profesional
Ponerse en forma es uno de los propósitos que se hacen, con más frecuencia, con el nuevo año. El mes de febrero resulta clave para consolidar, y no abandonar, el programa de ejercicios que se inicia después de la Navidad, si se quiere mejorar la forma física para la llegada del buen tiempo. Dentro de este nuevo plan de entrenamiento, algunas personas se preguntan si ejercitarse con máquinas es saludable y bajo qué condiciones. La respuesta de los expertos es que sí, siempre y cuando se sigan las pautas de un profesional.
«Después de las fiestas navideñas, no se debe comenzar el ejercicio de forma no reglada o asesorada. Cada persona tiene sus capacidades y limitaciones y, antes de practicar cualquier entrenamiento, debe conocerlas y saber si padece alguna enfermedad cardiovascular, pulmonar, endocrina o metabólica, mediante evaluación médica. Este asesoramiento clínico es útil para cuando se acuda a una instalación deportiva y debe conocerlo el profesional independiente que después aconsejará sobre el uso de los equipos», explica Salvador Pitarch, fisioterapeuta del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV).
Ejercitarse con máquinas es útil si se utilizan de manera adecuada, pero perjudicial si se levantan cargas excesivas o las posturas son incorrectas
Tampoco es conveniente ejercitarse de forma exclusiva o aislada con máquinas, sino que este entrenamiento debe combinarse con otros ejercicios para conseguir buenos resultados, según información de este experto. «La ayuda de un profesional es imprescindible. Debe asesorar sobre las cargas, los ciclos y las repeticiones con las que se ha de trabajar, las tablas de ejercicios y las posturas. Estas varían en función del objetivo de la persona, que puede ser perder peso, muscular o tonificar; y según esto, se le recomendará trabajar con más peso y menos repeticiones o hacer más repeticiones con menos peso», informa Mercedes Sanchís, investigadora del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV).
Máquinas para hacer ejercicio: saludables con matices
«Las máquinas son muy beneficiosas, de manera idónea bajo el asesoramiento de un entrenador personal o de una persona con conocimientos previos. Ayudan a mejorar la fuerza, la potencia o la resistencia, según el objetivo elegido», declara Laura Feliu, licenciada en el Instituto Nacional de Educación Física (INEF), coordinadora del departamento deportivo de Holme Place Balmes.
Sobre todo son de gran ayuda para quienes sufren alguna lesión, sobrepeso o un peso excesivo, puesto que salir a correr al exterior, a un terreno abrupto o a la calle, puede ser contraproducente. En estos casos, es preferible recurrir a la cinta para correr o la bicicleta.
También son muy útiles para personas que no pueden movilizar ciertas partes del cuerpo, para mejorar su movilidad y conseguir ciertos objetivos de rehabilitación. «Podemos ayudarles a levantar las piernas o los brazos, según cuál sea el objetivo de rehabilitación, cuando por sí mismas no tendrían fuera para alzar los brazos. De lo contrario, la musculatura poco a poco se les atrofia», dice Feliu.
«Las máquinas son útiles si se utilizan bien y las cargas que se levantan son las adecuadas a la edad, estructura y peso de cada persona, y nocivas si el peso utilizado es excesivo o las posturas son incorrectas», informa Sanchís, del IBV. «Si se hace un mal uso de ellas, pueden producir una lesión en el sistema musculoesquelético o agravar una patología ya existente«, precisa Pitarch, del IBV.
Practicar ejercicio con plataformas vibratorias
Las máquinas consistentes en plataformas vibratorias, como las de PowerVibe, emiten vibraciones constantes que el cuerpo asimila que, desde el punto de vista de trabajo, resultan más beneficiosas. «Es como si el usuario tuviera un peso externo -pero sin soportarlo-, lo que facilita la labor con personas lesionadas que no podrían cargar peso. También permite acelerar los resultados del entrenamiento, ya que activa las fibras más rápido, y mejora la capacidad muscular«, apunta Feliu.
«Según el objetivo que busque el usuario, las máquinas se utilizan de distinta manera. Se puede efectuar un gran trabajo sin que se note ni sobrecargar la columna. Bien ejecutados, los ejercicios con las plataformas vibratorias son igual de beneficiosos que con los equipos habituales de los gimnasios», destaca Feliu.
Sin embargo, «las vibraciones que emiten se trasladan por todo el cuerpo y, aunque se conocen más sus mecanismos de acción y efectos sobre el sistema musculoesquelético, todavía se investigan los posibles efectos sobre el sistema cardiocirculatorio y nervioso«, advierte Pitarch.
De hecho, los trabajos científicos realizados muestran diferencias respecto a los resultados sobre el uso de plataformas vibradoras. A pesar de que algunas publicaciones han reflejado mejoras de flexibilidad, aumento de la fuerza y de la potencia, hay otras donde no queda claro el alcance de sus beneficios a corto, medio y largo plazo. «Los estudios se han efectuado en deportistas de élite y en la población general, en la que se ha visto que se obtienen mejoras en aspectos como el equilibrio. Pero, en la actualidad, los resultados aún son contradictorios», informa Pitarch. Y es que dependen de la variabilidad de los protocolos de ejercicios de cada investigación, del sujeto estudiado, de los parámetros seleccionados, de las dosis y del tipo de plataforma que se utilice; no es lo mismo una plataforma de vibración vertical que oscilatoria.
Las máquinas con vibraciones para realizar ejercicios están contraindicadas en embarazadas, en personas sometidas a ciertas operaciones, con implantes metálicos o con problemas de columna.
Es fundamental que los usuarios se informen antes de utilizarlas, que no las usen sin una guía recomendada por un entrenador y sin asegurarse de que no tienen ninguna contraindicación de salud.
Los principales riesgos están relacionados con superar el tiempo de instrucción aconsejado, sin respetar los periodos de descanso. “Los trabajos en estos aparatos se deben realizar durante 30-60 segundos, seguidos de un descanso, para luego volver a retomar el ejercicio”, según Laura Feliu, coordinadora del departamento deportivo de Holme Place Balmes.
Cuando se adquieren máquinas para entrenarse en el domicilio, hay que asegurarse de que no sean falsas, de su procedencia y de su calidad y base científica, indica Feliu. Deben contar con un certificado de las normas UNE o ISO en su etiquetado, que garanticen que no tienen aristas vivas que puedan cortar a los usuarios, ni puntos donde se pueda quedar atrapado, ni que exista la posibilidad de pillarse los dedos con las pesas, que sean estables y no se puedan volcar, entre otras medidas de seguridad, añade Mercedes Sanchís.
Si es una sencilla bicicleta estática o una cinta para correr y el ejercicio que se realizará tiene como finalidad mantener el estado de salud general, sin efectuar un esfuerzo físico de gran exigencia, no hay inconveniente en utilizarlas en casa.
Por el contrario, si se pretende levantar grandes pesos en equipos de musculación y realizar una actividad física más estricta es preferible acudir a un centro para evitar malas posturas y lesiones, recomiendan los expertos del Instituto de Biomecánica de Valencia.