El frutarismo es una teoría que pretende volver a la única alimentación natural, la del hombre prehistórico, que según sus seguidores, era vegetariano e ignoraba las leguminosas y las verduras. Los frutos secos y la fruta fresca tienen para ellos una gran importancia: los frutarianos consumen cada día más de 300 g de frutos secos y un kilo de fruta fresca.
Distinguen varias clases de frutas:
– Frutos secos: Los comen solos para evitar, según su criterio, la fermentación con las frutas demasiado acuosas. – Frutas desecadas: Afirman que para mejorar su digestibilidad deben ser rehidratadas por medio del remojo. – Fruta fresca: Recomiendan tomarla directamente del árbol o en su defecto madura, con piel y bien lavada. El melón y la sandía no se consideran frutas, sin embargo el tomate sí.
Por otro lado, clasifican las frutas en tres grupos: ácidas, semiácidas o semidulces y dulces. Las clasifican de este modo ya que, en su opinión, su aprovechamiento y su digestibilidad son mejores.
Clasificación de las frutas en la dieta frutariana:
SEMIACIDAS O SEMIDULCES | ACIDAS | DULCES |
Higos frescos Cerezas dulces Albaricoques Mangos Ciruelas Manzanas dulces Melocotón Nectarina Pera | Tomates Naranja Mandarina Pomelo Limón y lima Kiwi Fresas Grosella Frambuesas Piña Manzana ácida | Higos secos Plátanos Dátiles Albaricoques secos Uvas frescas y pasas Ciruelas pasas Manzanas secas Caquis |
Riesgos para la salud de la dieta frutariana
Una dieta en la que sólo se incluyen frutos secos, frutas y bayas es completamente desequilibrada y puede perjudicar seriamente la salud, ya que es deficitaria en prácticamente todos los nutrientes salvo en fibra dietética.