“No puedo soportar ese olor” o “Ahora huelo más que nunca” son quejas frecuentes durante el embarazo. Pero, ¿por qué el 67% de las gestantes percibe de un modo más intenso algunos olores, en especial, los menos agradables? Este artículo responde a esta cuestión, ofrece consejos para disminuir los aromas molestos durante el embarazo y explica qué son los llamados olores fantasmas, que nota más del 14% de las gestantes.
El embarazo intensifica algunos olores poco agradables
Los expertos coinciden en que el sentido del olfato sufre variaciones durante el embarazo. Científicos del Monell Center, institución estadounidense especializada en la investigación de los sentidos del gusto y el olfato, han realizado un amplio estudio sobre la capacidad olfativa en el embarazo.
Las embarazadas suelen ser más sensibles a los olores poco agradables
Con una muestra de más de 13.500 gestantes, esta evaluación concluye que no hay diferencias significativas en la percepción de los aromas entre las mujeres que esperan un bebé y las que no.Sin embargo, sí admiten que las embarazadas muestran mayor sensibilidad ante determinados olores, por lo general, los menos placenteros.
Otra investigación llevada a cabo por especialistas de la Universidad de Umeå (Suecia) señala que el 67,5% de las embarazadas experimenta cambios en la apreciación de los olores y el sabor durante la gestación, sobre todo durante el primer trimestre.
¿Por qué los olores se disparan durante el embarazo?
Los expertos sugieren que la especial reacción olfativa a determinados aromas puede ser un sistema de autoprotección de la madre contra sustancias tóxicas que son perjudiciales y afectan al adecuado progreso de su bebé.
El olor del tabaco y el café son desagradables durante el embarazo
Los olores que desprenden el tabaco, el alcohol o el café son señalados por las mujeres estudiadas en la investigación del Monell Center como más desagradables durante la gestación.
Las gestantes también se muestran más sensibles ante determinados componentes químicos (galaxolide o eugenol) que se utilizan en la elaboración de detergentes y otros productos.
Las hormonas y el olfato de las embarazadas
Otra de las causas atribuibles al incremento de la sensibilidad olfativa en la gestación es el elevado nivel de progesterona y estrógenos en la mujer. Estas hormonas afectan a los sentidos del gusto y el olfato y se relacionan también con las náuseas del embarazo.
Algunos estudios apuntan que los vómitos durante la gestación pueden ser también una reacción inmediata a la percepción desagradable de algunos olores.
Consejos para incrementar los aromas placenteros durante el embarazo
Las mujeres que experimentan esta especial sensibilidad hacia los aromas en el embarazo pueden poner en práctica algunas medidas para disminuir los olores desagradables e incrementar los placenteros:
- Revisar los productos cosméticos y de higiene (cremas, pinturas, geles o champú) habituales para verificar si existe sensibilidad excesiva hacia alguno de sus aromas.
- Cuidado en la cocina. Algunos alimentos resultan insoportables para las gestantes con solo olerlos. En cuanto se detecten, es mejor evitarlos o, al menos, no participar en su preparación.
- Ventilar el hogar con frecuencia para que no se acumulen en las estancias los olores que resultan más desagradables.
- Moverse en ambientes limpios, libres de humos de tabaco.
- Llevar en el bolso algún elemento que desprenda un aroma placentero para la mujer (un pañuelo impregnado en su colonia favorita, una bolsita con unas hojas de menta, etc.). Así, podrá recurrir a él en caso de notar un olor desagradable.
Olores que aparecen y desaparecen y proceden de ningún sitio. Así son los denominados olores fantasmas, unos aromas que percibe el 14,3% de las embarazadas, según un estudio sobre el olfato durante la gestación elaborado por la Universidad sueca de Umeå.
Según esta investigación, los olores fantasmas pueden ser intensos o moderados y se presentan con cierta frecuencia en el trascurso del embarazo.Los aromas descritos por las mujeres que los notan no son nada placenteros. El 61% de las gestantes nota olor fecal o podrido, un 28% a moho, el 17% describe una fragancia metálica y otro 17% a quemado.