El ejercicio es una pieza fundamental en el tratamiento integral de la diabetes. La práctica deportiva tiene como consecuencia un incremento en la sensibilidad a la insulina lo cual facilita la entrada de glucosa a las células musculares. De este modo se logra mantener mejor el equilibrio de la glucosa en sangre (glucemia) y existe una menor necesidad de recibir medicación (antidiabéticos orales) o insulina. Caminar o correr de forma suave, sin realizar cambios de ritmo bruscos, es uno de los ejercicios más recomendables para el diabético. Los deportes que utilizan preferentemente el metabolismo aeróbico, es decir, los de resistencia, son los más adecuados. Atletismo (carreras de fondo), ciclismo, natación, etc., son algunos ejemplos, ya que estos deportes no requieren gastos bruscos de energía sino esfuerzos mantenidos. El combustible utilizado en estas actividades suele estar representado por los hidratos de carbono (tanto glucógeno muscular como glucosa de la sangre) y grasas.
Pautas dietéticas en el diabético tipo I durante la práctica de ejercicio: El diabético que precisa tratamiento con insulina debe tener en cuenta que el ejercicio produce un descenso de la glucemia y que si no se adoptan las medidas oportunas, se corre el riesgo de sufrir una hipoglucemia (nivel de glucosa en sangre inferior a 65 mg%). En general, el médico o educador nutricional le recomendará una de las siguientes técnicas: – Suplementar con alimentos que contienen hidratos de carbono. – Disminuir la pauta de insulina. Para saber qué tomar como suplementos, en caso de ejercicio extraordinario, podemos determinar el nivel de azúcar en sangre antes de comenzar y seguir las siguientes indicaciones:
1- Glucemia < 80mg%: La ingesta recomendada es de 20-50 g de azúcares provenientes de alimentos hidrocarbonados antes de empezar, más 10-15 g después de cada hora de duración del ejercicio. 2- Glucemia 80-100 mg%: Se recomienda no tomar nada antes de iniciar el ejercicio e ingerir 10-15 g de azúcares a partir de la hora que lleve practicando el ejercicio. 3- Glucemia 180-250 mg%: Nada antes de iniciar el ejercicio, margen de 2 horas de hacer ejercicio sin tomar nada y si se va a seguir, tomar dosis de 10-15 g de azúcares cada hora.
Algunos alimentos aconsejados que contienen 10-15-20 g de azúcares: – Pan: 1 rebanada de 20 g (10 g azúcares), 3 biscotes (15 g de azúcares), 2 rebanadas de 20 g (20 g azúcares). – Galletas tipo maría: 3 unidades (10 g de azúcares). – Fruta: 1 unidad pequeña de manzana, pera, melocotón, 2 albaricoques, 3-4 ciruelas, naranja, 2 mandarinas, 2 kiwis, etc. (10-15 g de azúcares) y 1 unidad pequeña de plátano, un puñado de uvas o cerezas, chirimoya… (20 g de azúcares). Beneficios de la práctica regular de ejercicio físico: – Mejora el riego sanguíneo y es «cardiosaludable»: Aumenta el llamado buen colesterol (HDL-c) en sangre y contribuye a reducir los niveles de triglicéridos sanguíneos. – Disminuye la necesidad de insulina o antidiabéticos orales. – Junto con una dieta hipocalórica, contribuye al descenso del peso en caso de sobrepeso u obesidad. – Mejora la capacidad de trabajo, proporciona bienestar físico y psíquico; mejora la calidad de vida.
Efectos de la práctica de ejercicio físico: – El azúcar en sangre tiende a descender: Mejora la sensibilidad ante la insulina y el azúcar se aprovecha mejor por parte de las células de nuestro cuerpo. – En la diabetes tipo II no dependiente de insulina, el riesgo de sufrir bajadas de azúcar en sangre (hipoglucemias)con la práctica de ejercicio es infrecuente, los suplementos de hidratos de carbono no suelen ser necesarios, a diferencia de lo que ocurre en la diabetes tipo I, que sí es dependiente de insulina. Tomar precauciones en caso de: – Enfermedad cardiovascular o pérdida de sensibilidad nerviosa (riesgo de lesiones). – De forma general queda contraindicado el ejercicio físico si el diabético presenta una cifra de glucemia en ayunas superior a 250 mg%. – El diabético también debe saber que existen algunos deportes prohibidos para él; todos aquéllos en los que la aparición de una eventual hipoglucemia ponga su vida en riesgo (pesca submarina, deportes de motor, paracaidismo..). En todas ellas, un desmayo originado por una disminución de la glucemia podría tener consecuencias fatales. También quedan descartadas (debido al riesgo de una lesión vascular) los deportes con traumatismos violentos y repetidos, como boxeo o artes marciales.