Ocho de cada cien hospitalizaciones en España son de menores de 14 años. Durante su estancia en el centro médico, el personal sanitario proporciona los cuidados necesarios para tratar su enfermedad. Pero son sus padres los que ejercen el papel más destacado para su mejoría. En este artículo se detallan los beneficios del acompañamiento de padres y familiares para los pequeños ingresados en el hospital y se abordan los casos en los que no es posible el acompañamiento. También se explican los derechos fundamentales que se recogen en la ‘Carta Europea de los Niños Hospitalizados’.
El 8,5% de las hospitalizaciones que se producen en España corresponden a niños menores de 14 años. En total, más de 396.000 pequeños permanecen ingresados en alguno de los centros sanitarios cada año, tal como muestran los últimos datos de la ‘Encuesta de Morbilidad Hospitalaria‘ del Instituto Nacional de Estadística. La estancia media fue de corta duración, entre uno y 30 días. Sin embargo, en más de 6.300 de estos niños la hospitalización se prolongó más allá del mes, incluso durante más de seis meses.
Los padres ayudan a los niños hospitalizados
En estos ingresos hospitalarios, el personal sanitario se esfuerza por proporcionar a los pequeños los cuidados médicos necesarios para tratar su enfermedad. Pero son sus padres los que ejercen un papel más destacado como acompañantes de los niños, señalan los expertos. Les dan el consuelo, el amor, la protección y la atención a las necesidades no médicas que reclaman durante esos días.
La madre acompaña a los niños hospitalizados en el 70% de los casos
La madre es la acompañante habitual de los menores ingresados. Tal como señala el reciente estudio ‘Cómo afrontan el dolor los niños hospitalizados’, realizado por TNS Demoscopia para la Fundación Antena 3 y la Fundación Grünenthal, la progenitora es la persona que permanece junto al pequeño en el hospital en casi el 70% de los casos. Según el estudio, su presencia es esencial, puesto que la reacción inmediata más repetida entre los perqueños cuando sienten dolor es pedir ayuda a sus familiares.
Beneficios del acompañamiento familiar
Ser el primer recurso para mitigar el dolor no es el único beneficio que proporcionan los familiares a los menores hospitalizados. Las investigaciones apuntan otros aspectos que repercuten de forma positiva en los pequeños:
Se acorta la permanencia del niño en el centro. Ocurre cuando un familiar, sobre todo si es uno de los padres, se queda con su hijo y duerme con él durante toda su estancia hospitalaria, afirman los expertos.
Disminuye el estrés emocional, tanto de los pequeños como de los padres.
La eficiencia del tratamiento recibido aumenta cuando los padres actúan como colaboradores, y no como meros espectadores del proceso de hospitalización.
Cuando hay que realizar tratamientos dolorosos, la presencia familiar tranquiliza al niño y facilita su cooperación en el procedimiento.
Además, advierten los especialistas, la separación del pequeño de su familia por su enfermedad puede desencadenar en diferentes reacciones emocionales y conductuales.
Programas de acompañamiento infantil en hospitales
En los últimos años se ha progresado de manera significativa en materia de acompañamiento hospitalario infantil. En la mayoría de los centros españoles se permite la estancia de los padres u otro familiar junto al niño durante las 24 horas del día.
Los horarios de visitas a los niños en las Unidades de Cuidados Intensivos están muy limitados
En algunos incluso se ha puesto en marcha un programa específico de ingreso (madre-hijo), que supone una hospitalización conjunta del pequeño con su progenitor, para que el adulto pueda recibir los servicios de alimentación, descanso y aseo que hagan su estancia más llevadera.
Sin embargo, este acompañamiento no siempre es posible. Según un estudio realizado por la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, los horarios de visitas a los menores en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) hospitalarias están muy limitados en numerosos casos. En nueve de los 25 hospitales analizados, el horario de visita se limita a entre cuatro y diez horas; y en otros seis centros, tan solo se puede ver a los pequeños entre una hora y media y tres horas al día.
La Federación Española de Padres de Niños con Cáncer pide mayor flexibilidad en las visitas a la UCI y apelan, para ello, a la Carta Europea de los Niños Hospitalizados. Este documento fue redactado en 1986 por el Parlamento Europeo con la intención de recoger los derechos de los menores enfermos.
La Carta especifica el derecho de los pequeños a “estar acompañados de sus padres o de la persona que los sustituya el máximo de tiempo posible durante su permanencia en el hospital”.
En cuanto al papel de los padres durante en ingreso, esta declaración detalla que no deben adoptar un rol pasivo en el centro médico, sino que deben actuar como “elementos activos de la vida hospitalaria”. Aunque especifica que esto será posible siempre que no perjudique ni obstaculice la aplicación de los tratamientos a los que haya que someter al menor.
Siempre pensando en los pequeños, la Carta Europea incide también en el derecho de los niños a contactar con sus padres en cualquier momento de tensión. Para ello, el centro hospitalario debe estar dotado con los medios adecuados.