Seguir un estilo de vida saludable aleja multitud de enfermedades, como el cáncer, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o la obesidad, además de que mejora la calidad de vida de las personas. Muchos de estos problemas de salud están provocados por factores de riesgo modificables, lo que significa que mediante el cambio de hábitos insanos -relacionados con tabaquismo, dieta y sedentarismo- se podrían reducir la morbilidad y la mortalidad asociada. En este artículo se describe cuáles son los resultados de no llevar un estilo de vida saludable y qué recomendaciones hay que tener en cuenta para vivir mejor.
Resultados de la mala vida
Los hábitos de vida son clave en el desarrollo de algunas patologías, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, que suponen uno de los mayores problemas de salud de países como España. La mayoría de las enfermedades crónicas se pueden prevenir manteniendo a raya unos factores de riesgo comunes. Sin embargo, falsas creencias y determinadas aseveraciones sin fundamento van por otros derroteros.
Según la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), un gran porcentaje de ciudadanos no tiene asumida su propia responsabilidad en la prevención del cáncer, pese a que las campañas insistan en que los factores modificables como la alimentación y el estilo de vida, incluido el consumo de sustancias como el tabaco, influyen de forma conjunta entre el 90% y el 95% de las enfermedades oncológicas.
Eliminando los factores de riesgo modificables, se podrían evitar el 80% de cardiopatías, ictus y diabetes tipo 2
Datos de la Asociación Española Contra el Cáncer señalan que «el 30% de los cánceres, el 20% de las enfermedades cardiovasculares y el 80% de las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) están producidas por el consumo de tabaco«. De hecho, la mitad de los fumadores morirá a consecuencia de este hábito tóxico: se estima que cada fumador vive unos 16 años menos que una persona que no prueba el tabaco.
También las enfermedades crónicas no transmisibles ocasionan mala calidad de vida a los afectados y a sus familias y son causa de muerte lenta y prematura. Y a pesar de acompañarse del apelativo «crónicas», no significa que solo perjudiquen a las personas mayores: la obesidad ya afecta a más de 22 millones de menores de cinco años, hecho que ha incrementado la cifra de diabetes tipo 2, hipertensión temprana y dislipemias entre niños y adolescentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2015, si las tendencias no varían, de los 64 millones de personas que fallecerán, 41 millones morirán por una enfermedad crónica, como patologías cardiovasculares, cerebrovasculares o enfermedades respiratorias, entre otras. Con este escenario, los especialistas insisten en que solo con eliminar los factores de riesgo se podrían evitar, como mínimo, el 80% de cardiopatías, ictus y diabetes tipo 2 y el 40% de todos los cánceres.
Decálogo de recomendaciones saludables para vivir mejor
Para poner freno a las consecuencias de una mala adherencia a los estilos de vida saludable, en 2013 se celebró, por primera vez en España, la Semana del Autocuidado bajo el lema «Cuídate. ¡Depende de ti!». Esta iniciativa, promovida por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), pretendía que las personas se hagan responsables de la propia salud y adopten medidas para prevenir la enfermedad.
Dentro de la campaña sobre el autocuidado y para reforzar la idea de que seguir un estilo de vida saludable depende de cada uno, desde la semFYC han elaborado una serie de propuestas para vivir más y mejor.
- 1. Alimentación. Debe ser suficiente, variada, equilibrada, segura, apetecible. Los especialistas ponen como ejemplo la dieta mediterránea.
- 2. Consumo de alcohol. Los expertos recomiendan que cuanto menos cantidad mejor, a excepción de embarazadas, niños o si después se conduce, que en estos casos no hay que beber nada.
- 3. Ejercicio físico adecuado a la edad y a la condición de cada uno, pero de forma regular. Lo idóneo es una hora diaria como mínimo cinco días a la semana.
- 4. Consumo de sustancias tóxicas. Los especialistas aconsejan abandonar el tabaco y evitar espacios contaminados por su humo. Insisten en que ninguna droga es saludable.
- 5. Uso racional de medicamentos bajo la supervisión de un sanitario cualificado.
- 6. Cuidar la salud sexual. Abogan por no correr riesgos innecesarios; consultar con el médico si se ha tenido alguna conducta de riesgo; evitar contagiar a otras personas, si se sufre una enfermedad transmisible; y disfrutar del sexo con salud.
- 7. Protegerse del sol. Con media hora al día es suficiente para cubrir las necesidades. Recuerdan que la piel tiene memoria y que hay que utilizar cremas con el fotoprotector adecuado y de forma correcta.
- 8. Conducir de forma responsable. Esto supone emplear cinturones de seguridad, cascos en motos y bicicletas, sistemas de retención infantil y, sobre todo, no beber nada de alcohol ni usar nunca el móvil mientras se conduce.
- 9. Tener una actitud positiva ante la vida. Conlleva descansar, evitar el estrés y buscar un sentido a la vida que motive levantarse cada día.
- 10. Participar en la comunidad. Entretenerse en compañía de otras personas y gozar de la familia y los amigos acercan a la felicidad. Los especialistas de la semFYC aconsejan reír, ya que es un hábito saludable que produce efectos positivos físicos y psicológicos.
Con el objetivo de fomentar y mejorar el estilo de vida y, así aumentar el bienestar de los españoles, un grupo de profesionales vinculados al ámbito sanitario puso en marcha en 2010 el Foro de Estilo de Vida Saludable. Celebrado en Madrid en junio de 2011, se convirtió en el punto de partida para crear la Fundación España Saludable.
Bajo la dirección de Jesús Calleja Gil, presidida por Basilio Moreno Esteban -miembro de honor de la Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (SEEDO) y jefe de Servicio Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid)- y codirigida por Daniel de Luis Román -director ejecutivo del Centro de Investigación de Endocrinologia y Nutrición de la Facultad de Medicina (Valladolid)-, la fundación pretende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mediante la promoción de hábitos saludables, como la adecuada alimentación y el ejercicio físico.