Un cachorro de gato adoptado necesita adaptarse a su nuevo hogar y cuidados para crecer sano y feliz. En este artículo se explican las pautas para ofrecérselos, entre ellas, las revisiones veterinarias, accesorios y alimentación adecuados, normas de comportamiento en casa para el felino, así como mucha paciencia y tiempo. También se mencionan las señales que pueden alertar a los dueños del cachorro de gatito adoptado de que algo va mal.
Adoptar un cachorro de gato, atenciones
Un felino es un cachorro hasta los cinco meses de edad. El gato nace muy desvalido y dependiente de su madre, con los ojos cerrados y con escasa movilidad, por lo que precisa cuidados adecuados para que se desarrolle de manera satisfactoria.
«La temperatura adecuada para evitar hipotermias y una alimentación que garantice la ganancia de peso diaria son cuestiones fundamentales para los cuidados del cachorro de gato», explica Ignacio Arija, veterinario profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
Los adoptantes de un gatito deben tener en cuenta varias cuestiones para cuidar al joven felino.
Adoptar un cachorro de gato: revisiones veterinarias
Un cachorro de gato adoptado necesita acudir al veterinario para una revisiónCuando el gato ha sido recogido de la calle es recomendable acudir al veterinario para que realice un chequeo al animal: revisión ocular, prueba para detectar la leucemia felina o comprobar si tiene parásitos internos y externos.
En el caso en que el joven felino haya sido adoptado en un albergue de animales se puede dar un margen de unos días para acudir al veterinario, explica Raquel Sierro de la Asociación Felina Española. «Los albergues tienen un buen control de sus animales, en cuestiones como vacunación, parásitos y estado general de salud», comenta Sierro.
Adoptar un gato pequeño: preparar unos accesorios
El gatito recién llegado a casa precisa un ajuar para satisfacer sus necesidades felinas. Una bandeja higiénica es imprescindible desde que el cachorro deja de alimentarse con la leche materna y es más autónomo.
Pero el gatito también necesita un afilador para sus uñas para evitar que mantenga sus garras en forma a costa del mobiliario de la casa.
Una cama cómoda donde el gatito pueda dormir a una temperatura adecuada (ni frío ni calor) y algún juguete con el que entretenerse completan los accesorios que un pequeño gato puede precisar en casa para ser feliz.
Alimentación para el cachorro felino
El cachorro de gato tratará de alimentarse de noche, cuando la casa está más tranquila
Lo idóneo para un cachorro de gato es alimentarse durante sus primeras semanas de vida con leche materna y, después, con alimento comercial específico para un gato de su edad.
En caso de que el gato adoptado tenga pocos días de vida, precisará leche específica para su edad administrada con biberón.
Los primeros días de su llegada a casa, es normal que el cachorro de gato se muestre esquivo y esté más activo por la noche, cuando nadie le ve. Una vez que el sol desaparece, es cuando el felino puede aprovechar para comer, jugar y explorar su nuevo territorio. No obstante, transcurrido un tiempo, el gatito no se esconderá y comerá aunque sus dueños estén cerca.
Gato en casa, normas para una convivencia fluida
Un cachorro de gato recién llegado debe comprender que en su nueva casa hay ciertas normas que debe cumplir. Al cachorro felino hay que enseñarle lo que está prohibido, y una manera eficaz de conseguirlo es someterle a un estímulo desagradable cuando se comporta de forma inadecuada, como rociarle con un recipiente de agua con pulverizador.
Los dueños del cachorro adoptado deben tener claro desde un principio lo que se prohíbe hacer al gato en casa.
El gato necesita tiempo y paciencia
En caso de que el cachorro de gato adoptado conviva con otros animales en casa, conviene hacer una cuarentena si sus compañeros son gatos. De esta manera, se previene el contagio de enfermedades entre ellos, aunque con los perros no es necesario hacerlo, porque no existe este riesgo.
En cuanto a la adaptación a la convivencia entre el gatito y el resto de animales de la casa, es recomendable dar un margen de tiempo y tener paciencia hasta que se toleren unos a otros.
Ciertos signos pueden ser síntoma de que el gatito está enfermo y necesita acudir al veterinario, entre ellos:
Un cachorro de gato es juguetón por naturaleza, así que si el gatito no se divierte una vez transcurridos dos días de su llegada a casa, y no se muestra activo y vital, pueden ser síntomas de que está enfermo.
Si el gatito no tiene los ojos limpios y claros, sino que le supuran, puede tener conjuntivitis.
Si las deposiciones del cachorro de gato son líquidas, puede tener parásitos intestinales o alguna afección gastrointestinal.