Identificar a los gatos con un microchip ayuda a recuperar al felino en caso de pérdida o extravío. Aunque el microchip para el gato solo es obligatorio en Andalucía, Cantabria, Madrid, Cataluña y Galicia, capitales como San Sebastián también lo han impuesto para los felinos de la ciudad que salgan a la calle. En este artículo se explica por qué el microchip es un localizador eficaz del gato en caso de su pérdida, en qué comunidades es obligatorio y por qué otras regiones no se deciden a implantarlo. Además, se ofrecen datos sobre la identificación de los felinos por comunidades autónomas.
Microchip para gatos, un localizador eficaz en caso de pérdida
Un gato extraviado que llega a una clínica veterinaria, un centro de recogida municipal de animales o un albergue de adopción puede reencontrarse con sus dueños en cuestión de minutos, si está identificado con microchip, ya que un lector de este dispositivo permite obtener de manera rápida y efectiva los datos de los amos del felino perdido.
La identificación del gato forma parte de una tenencia responsable por parte de sus dueños que, por un precio cercano a los 30 euros, pueden colocar un pequeño dispositivo electrónico bajo la piel del cuello de su mascota, lo que le convertirá en casi imperdible.
Cerca de 36.000 gatos son recogidos cada año por los centros de adopción, aunque muchos podrían volver a casa si tuvieran un microchip
Según el último estudio sobre abandono de animales de la Fundación Affinity, en un año se pueden recoger en los albergues españoles cerca de 36.000 gatos, que podrían volver a casa si llevaran el correspondiente localizador. «El microchip es una herramienta que ayuda a combatir el abandono de felinos en España», cree Carmen Ramírez, de la asociación Protección Felina, quien añade que «es recomendable el uso de microchip en gatos, tanto para recuperar al animal en caso de extravío, como para localizar y sancionar a quien lo abandona».
Mapa español del microchip felino
En España gatos, perros y hurones son considerados animales de compañía y la normativa sobre su identificación se regula a través de la legislación de cada comunidad autónoma. Aunque la obligatoriedad del uso del microchip en nuestro país se centraba solo en perros, en los últimos años, son varios los gobiernos territoriales que han añadido a los gatos como mascotas que deben estar identificadas con microchip.
El microchip del gato es obligatorio en Andalucía, Cantabria, Madrid, Cataluña y GaliciaAún así, la normativa al respecto del uso de microchip con felinos varía de unas comunidades autónomas a otras. En Andalucía, Cantabria, Madrid, Cataluña y Galicia se contempla la obligatoriedad de identificar a los gatos. Su incumplimiento acarrea sanciones que oscilan entre los 300 y los 2.000 euros, en función de si la infracción se considera leve o grave.
El dueño del felino que vive en comunidades autónomas donde no existe tal obligación puede colocarle el microchip, si lo considera oportuno. Es el caso de País Vasco, Islas Baleares, Navarra, Valencia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Asturias.
En cambio, el gato debe tener implantado el microchip de modo obligatorio cuando viaje fuera de España. De hecho, existe un registro de mascotas europeas que están identificadas con microchip:
Felinos urbanos y el microchip
Es habitual, sobre todo en el ámbito urbano, que haya felinos que no salgan nunca a la calle, por lo que el riesgo de pérdida o extravío se reduce de manera considerable con respecto a mascotas como los perros. Esta es la razón de que comunidades autónomas como la del País Vasco solo recojan la obligatoriedad del uso del microchip con los perros y no incluyan a los gatos. «No es nada habitual que se saque a la calle al gato para pasearlo, por lo que existe un mínimo riesgo de pérdida y en el País Vasco no es obligatoria su identificación con microchip», comenta Iñigo Aguirre, veterinario de la Diputación Provincial de Guipúzcoa.
Sin embargo, no hay que descartar las pérdidas de estos animales durante los viajes, mudanzas e, incluso, por culpa de descuidos habituales, como puertas o ventanas abiertas. Un gato con microchip será siempre, por ello, un gato más protegido.
Pero las excepciones a las reglas autonómicas también se dan. Es el caso de la normativa municipal de San Sebastián, que obliga a identificar con microchip a los felinos que salen con sus dueños a la calle.
El microchip del gato, lo que hay que saber
El microchip que se coloca al felino consiste en un pequeño dispositivo electrónico encapsulado, del tamaño de un grano de arroz, que se pone de manera subcutánea en el cuello y dura toda la vida del animal.
El microchip se puede introducir en el gato cuando tiene alrededor de un mes de edad y no es necesario cambiarlo, a menos que se produzca un cambio en los datos del propietario del animal.
La colocación del microchip no provoca dolor al gato, por lo que no se utiliza ningún tipo de anestesia. Se implanta con una aguja, que provoca un leve pinchazo en el cuello y no interfiere para que lleve a cabo su vida diaria.
Si el felino se pierde, se puede notificar la situación en la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), encargada de registrar los datos de los microchips de los gatos y perros de todas las comunidades autónomas.
Solo en la Comunidad de Madrid, hay censados 90.000 gatos con microchipEn comunidades autónomas, como la de Madrid, donde es norma la colocación del microchip, hay censados 90.000 gatos identificados, según datos del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Fuentes de este organismo añaden que cada vez hay más dueños que identifican a sus felinos, como forma de garantizar su recuperación en caso de pérdida del animal.
En Asturias, el número de gatos con microchip es de 2.378. Mientras, en Cataluña, donde es obligatorio el uso del microchip, hay un total de 70.000 felinos identificados.
El número de animales registrados en la base de datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía es 850.000, entre ellos no solo perros y gatos, sino también conejos o tortugas.