El pasado 18 de octubre fue el Día Internacional de la Menopausia. Con motivo de su celebración, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia ha recalcado la importancia de desmitificar esta etapa vital de la mujer y de estar alerta ante los síntomas precoces de la artrosis, como el dolor articular, que sufren seis de cada diez mujeres españolas de entre 45 y 65 años. El aumento de la incidencia de la osteoporosis, enfermedad que se precipita con la llegada de la menopausia, es otro de los caballos de batalla que preocupa tanto a afectadas como a profesionales sanitarios. El artículo aporta datos sobre el dolor osteoarticular y el infradiagnóstico de la osteoporosis.
El Día Internacional de la Menopausia se celebra cada 18 de octubre a partir de una alianza entre la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con este día pretenden concienciar sobre la importancia de la evaluación y prevención en la salud de las mujeres durante este periodo de su vida. Este año, bajo el lema «Menopausia, que nadie te pare», la conmemoración se ha centrado, además de en romper prejuicios de esta etapa vital, en alertar sobre los síntomas de la artrosis.
Menopausia y artrosis
Y es que, en realidad, un 80% de las mujeres con menopausia padece dolor osteoarticular e, incluso, el 50% asegura sufrir dolor intenso. Muchas veces este se asocia a la artrosis, una dolencia reumática habitual que afecta a la mitad de las personas mayores (hombres y mujeres) de 65 años y al 80% de quienes superan los 80.
En España, hay 2,5 millones de mujeres mayores de 50 años que sufren osteoporosis, enfermedad que se precipita con la llegada de la menopausia
En España, según datos de la AEEM, más de 12,5 millones de mujeres cuentan con más de 45 años, edad media en la que suelen hacer acto de presencia algunos de los primeros signos de la menopausia (perimenopausia), debidos a la disminución de la función ovárica. Y aunque son más mediáticos y conocidos otros síntomas como los sofocos o la sequedad vaginal, a menudo, se menosprecian otros como el dolor articular.
Así, esta asociación, coincidiendo con el día internacional, ha hecho públicos los resultados del Estudio MYA (Mujer Y Artrosis), donde se pone de relieve que seis de cada diez mujeres españolas de entre 45 y 65 años sufre dolor osteo-esquelético articular intenso e insoportable.
Sin embargo, los especialistas insisten en que, en la actualidad, gracias a los avances en este campo, las mujeres menopáusicas pueden disfrutar de una buena salud y calidad de vida, ya que hay tratamientos para tener bajo control los síntomas molestos de esta etapa.
Mujeres con alto riesgo de sufrir osteoporosis
El 32º Congreso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), celebrado en mayo de este año, puso en evidencia el infradiagnóstico del riesgo de osteoporosis. Así, en España, hay 2,5 millones de mujeres mayores de 50 años que sufren osteoporosis, una enfermedad que se precipita con la llegada de la menopausia. Sin embargo, el 80% de las españolas con alto riesgo de padecerla o que ya han tenido una fractura no se diagnostica a tiempo ni se les instaura el tratamiento adecuado. Los especialistas aseguran que es debido a dos causas: que los médicos no reconocen los factores de riesgo o no son conscientes de la importancia del tratamiento precoz.
Pero en los últimos años ha aumentado la tasa de prevalencia de la osteoporosis provocada por la preocupación tanto de la población como de los profesionales sanitarios, aspecto que ha llevado a realizar un mayor número de densitometrías. Pero esta prueba para determinar la densidad mineral ósea, a su vez, ha revelado un dato preocupante: la osteopenia en nuestro país se adelanta. La osteopenia, antesala de la osteoporosis, supone una situación de baja densidad ósea que provoca un aumento de la fragilidad ósea y un mayor riesgo de fractura, y cada vez afecta a mujeres más jóvenes, sobre todo, entre los 30 y 40 años.
Un diagnóstico correcto y tratamiento preventivo reduce la incidencia e, incluso, ayuda a disminuir el riesgo de fractura por osteoporosis. Por el contrario, una baja adherencia al tratamiento se relaciona con un incremento del riesgo de fractura. Desde la AEEM advierten que, para lograr que una persona con osteoporosis esté protegida, es necesario que el índice de adherencia sea alrededor del 75%.
Hay muchas mujeres menopáusicas que, a su vez, tienen diabetes mellitus tipo 1. Y es, precisamente, al entrar en la fase de la menopausia cuando afrontan verdaderas dificultades para controlar su glucemia (glucosa en sangre). Esto sucede por dos razones: porque el organismo produce menos óvulos y, por tanto, menos estrógenos que pueden provocar mayor resistencia a la insulina, que derivaría en un aumento de la glucemia; y, porque al disminuir la progesterona, se incrementa la sensibilidad a la insulina y pueden darse bajadas de glucemia.
Además del control de la glucemia, hasta ahora, se les ofrecía terapia hormonal sustitutiva (THS) para paliar las molestias de la menopausia. Y a pesar de que es un tema que genera controversia, hasta el momento no se ha evidenciado su beneficio. Ahora, una reciente revisión sistemática elaborada por la Biblioteca Cochrane Plus aporta un poco de luz.
Los expertos analizaron 92 ensayos controlados aleatorios o ensayos clínicos controlados que incluían pacientes peri o posmenopáusicas con diabetes tipo 1 que se sometían a un THS. Después del análisis, los autores concluyen que no hay evidencia de peso para recomendar el uso de THS en mujeres con diabetes y que se hacen necesarios más estudios clínicos aleatorizados para saber la repercusión que tiene el tratamiento hormonal en el control de la glucemia, en el riesgo cardiovascular o en la calidad de vida en las mujeres diabéticas.