Con la llegada del invierno surgen las inclemencias atmosféricas (lluvia, nieve, granizo, etc) que tantos problemas generan en los hogares en forma de desperfectos, roturas de cañerías, atrancos y otro tipo de averías que inciden sobre la vivienda. Para que estos problemas no se agraven, como se indica en el siguiente artículo, se requiere una labor de mantenimiento y prevención continuada.
Prevenir problemas en el hogar para ahorrar
En la época de fuertes lluvias aumenta un 19% el número siniestros en las viviendas, según los datos aportados por Reparalia, empresa especializada en la comercialización de contratos de cuidado del hogar y en la gestión integral de siniestros y reparaciones. Y es que, con la llegada de la temporada invernal, aparecen también las inclemencias atmosféricas (lluvia, nieve, granizo…) que generan múltiples problemas en las casas en forma de desperfectos, roturas de cañerías, atrancos y otro tipo de averías.
Estas incidencias se agudizan aún más cuando ocurren en viviendas unifamiliares o segundas residencias, en las que es más difícil calibrar los efectos de los destrozos derivados del impacto directo del viento y la lluvia, en unos casos por la condición individualizada del inmueble, y en otros, por la ausencia de los propietarios durante la época más fría del año.
Los principales destrozos son los derivados del impacto directo e indirecto del agua
Los principales destrozos son los derivados del impacto directo e indirecto del agua. Asimismo, son frecuentes las roturas de toldos y persianas producidas por los fuertes vientos. Le siguen los daños eléctricos, cortocircuitos y desperfectos como consecuencia de incendios, explosiones y caídas de rayos. Para tratar de evitarlos o que se agraven, es preciso llevar a cabo una labor de mantenimiento y prevención.
Este asunto se torna aún más grave cuando, además, tiene una repercusión directa sobre la cuenta corriente de los propietarios. Según el citado informe, prevenir las posibles consecuencias del temporal de lluvias puede generar un ahorro en reparaciones posteriores que puede sobrepasar los 950 euros.
Hay dos soluciones que pueden mitigar el efecto económico de las inclemencias derivadas de los temporales de lluvia, viento y nieve:
Disponer de un seguro para el hogar que contemple estas contingencias específicas, y que amortice los gastos por los desperfectos provocados por los agentes naturales en la casa. Incluso hay algunos productos aseguradores que tienen en cuenta los daños derivados por acciones excepcionales de la naturaleza (riadas, grandes tormentas, etc.).
De no ser este el caso, no habrá más remedio que aplicar una batería de sencillos consejos para el mantenimiento y la prevención de problemas en la vivienda:
En primer lugar, es necesario limpiar la azotea y los desagües, así como las terrazas, para que no se tapen con basura y otros elementos obstructivos que puedan originar atascos en sus conductos.
Las azoteas deben tener recubrimiento para evitar humedades y goteras, así como proporcionarles un mejor mantenimiento para que no se desgaste.
Revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, las bajadas de agua y los desagües próximos, y si es preciso, recubrirlos con aislante. Supondrá un desembolso económico para la comunidad, pero se amortizará con rapidez al formar un dique ante posibles humedades en el inmueble.
Cerrar bien puertas y ventanas para impedir que se produzcan corrientes de aire y filtraciones en los casos de fuertes tormentas. Para ello se deberán poner burletes que no dejen que el agua entre en el interior de la casa.
Colocar los documentos y objetos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos (tóxicos o inflamables) en lugares seguros donde el riesgo de que deterioren por la humedad o se derramen sea menor.
En el hogar siempre hay zonas más sensibles a generar humedades. Estas requerirán del servicio de un profesional que se encargue de solucionar el problema arreglando los huecos y grietas por donde pueda filtrarse el agua.
Quienes dispongan en su vivienda de mobiliario en el jardín o terraza deberán protegerlo de las inclemencias del tiempo. No solo se pueden estropear con el agua o el frío, sino que el fuerte viento puede incidir que algún mecanismo se suelte y origine roturas en el mobiliario, para lo cual deberá taparse con protectores o plásticos.
Conviene revisar los cables que estén más expuestos a los fenómenos atmosféricos de los meses invernales, para que no puedan ocasionar ningún problema con el suministro eléctrico.
En el caso de detectar alguna deficiencia en las cañerías o bajadas de agua del inmueble, habrá que subsanarlo rápido para que no generen ningún problema a los vecinos ante un temporal de fuertes lluvias.
Hay que reforzar los puntos de la casa por donde puede entrar el agua en estas situaciones excepcionales, como ventanas, chimeneas o respiraderos.
Varias aseguradoras cubren los daños por inundación en el hogar a través de sus productos, aunque hay que contemplar si estos modelos de protección amparan daños parciales o totales. Esto es muy importante para diseñar la labor de protección de estos productos ante un hecho tan excepcional como es el producido por el efecto de la lluvia. Una buena póliza que cumpla con estas características debe incorporar que los daños por inundaciones estén cubiertos en su totalidad, aunque en algunos modelos solo se reflejan los más básicos.
Por otro lado, todas las joyas, obras de arte y colecciones también pueden estar incluidas de manera automática en el seguro hasta el 25% del valor del contenido.
De la misma manera, al tener contratada la cobertura del contenido, si los afectados tienen que pasar un tiempo fuera de casa como consecuencia de daños en su domicilio, los seguros del hogar se encargarán de los gastos del hotel.