Una gata que va a tener cachorros necesita un aporte adicional de energía, proteínas y calcio para que la gestación llegue a buen puerto. El aumento o disminución del apetito, según la fase del embarazo de la gata, y la necesidad de acumular una reserva de grasa en su cuerpo para alimentar a sus futuros cachorros son algunas de las cuestiones importantes para alimentar a la gata embarazada. En este artículo se explica cómo hacerlo, con pautas como el uso de un pienso que le aporte más energía a la felina.
Alimentar a una gata embarazada: proteínas y calcio
La gata embarazada precisa un pienso específico para cachorros felinos, que le aporte energía adicional
La gestación de una gata se prolonga alrededor de 65 días, durante los que pueden crecer en su útero entre uno y cuatro cachorros. El cuerpo de la futura progenitora sufre unos cambios que le exigen un aporte extra de energía y calcio y la forma idónea de conseguirlo es «con pienso específico para cachorros de gato, que le aporte las proteínas, energía y nutrientes que necesita la gata embarazada», asegura Javier Zorriqueta, veterinario.
La gata embarazada precisa, desde el primer día de su gestación, un alimento específico que le aporte los nutrientes que necesita, tanto para cubrir su actividad diaria, como para que sus fetos se desarrollen a un ritmo adecuado. «Las gatas tienen más dificultad para producir leche durante el período de lactación de sus crías y necesitan aumentar la cantidad de su grasa corporal durante la gestación para tener una reserva con la que poder alimentar a los cachorros», explica Ignacio Arija, veterinario experto en nutrición animal y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
De esta forma, cuando la hembra felina ya ha parido, puede mantener hasta un 25% de grasa corporal o sobrepeso para criar a su prole.
La gata debe tener su peso ideal antes del embarazo
La gata recién parida necesita mantener un 25% adicional de grasa corporal para amamantar a sus cachorrosUn aspecto fundamental que redunda en la salud de la gata gestante y de sus futuros cachorros es «el peso ideal de la gata antes de quedarse preñada», recalca Arija. No debe tener sobrepeso felino ni estar demasiado delgada, porque de esta forma es más fácil que durante la gestación la gata se ajuste a un peso adecuado y no tenga que ganar ni perder kilos.
Una vez que la gata comienza la gestación puede comer pienso para cachorros de gato ad limitum o la cantidad que quiera. Los felinos se saben regular bien a la hora de alimentarse, a menos que estén
Las vitaminas y los suplementos no suelen ser necesarios para la gata preñada, a menos que tenga un peso muy bajo. Pero, en estos casos en los que la gata no está saludable antes de quedarse preñada, lo más habitual es que aborte de manera espontánea.
El apetito de la gata durante su gestación
La hembra felina preñada puede atravesar diferentes fases a lo largo de su gestación con respecto a su apetito. De esta forma, «es posible que su apetito aumente mientre los cachorros se desarrollan en su útero, porque necesita un aporte adicional de energía», explica Zorriqueta. Sin embargo, al final de la gestación, cuando la cavidad estomacal está presionada y limitada por el espacio que ocupan las crías en el útero, el apetito de la gata disminuirá.
No obstante, conviene llevar a cabo algunos controles en el veterinario durante la gestación de la gata, para descartar problemas de salud que también pudieran afectar a las crías en el útero. Los chequeos de la futura progenitora pasan por realizar ecografías y radiografías con el fin de asegurarse del número de cachorros que aloja en su abdomen.
El amamantamiento de las crías de la gata es uno de los momentos en que la hembra requerirá una alimentación más rica en proteínas, calcio y calorías. Las gatas tienen más dificultad que las perras para transformar el alimento que ingieren en leche para sus crías; por ello es recomendable que, tras el parto, mantengan un 25% de grasa corporal extra que les facilitará la cubertura de las exigencias de los gatitos lactantes.
Durante la lactación de las crías, la gata necesita mantener el alimento de cachorros felinos que le aportará los nutrientes necesarios hasta el destete de los gatitos, que se producirá, alrededor de tres semanas después del parto.
Además, este tipo de alimentación facilitará la transición de los cachorros de la leche materna al pienso. “La gata tiene el plato con su pienso cerca y los cachorros acudirán a probarlo cuando se desteten, por lo que se acostumbrarán de manera gradual y sencilla a su nuevo alimento”, explica Arija.
Los primeros días de vida de los cachorros de gato son fundamentales para su desarrollo y supervivencia. La alimentación influye de manera decisiva para que las crías ganen peso, ya que nacen muy desvalidas y es conveniente que ganen a diario alrededor de 70 gramos. Por ello, tras el nacimiento de los cachorros, conviene visitar al veterinario, con la nueva familia gatuna al completo, para comprobar el estado de la salud de todos.