Un gato en casa aporta diversión, compañía, cariño y cuando se adopta, además, se lleva a cabo una acción solidaria que sirve para paliar el problema del abandono animal y para ayudar a una ONG de protección animal. En las próximas líneas se explican cinco grandes razones por las que adoptar un gato puede ser una decisión acertada, así como lo que hay que evitar a la hora de hacerlo.
Adoptar un gato: los felinos ganan terreno en los hogares españoles
Año tras año, los gatos se hacen cada vez más hueco en los hogares españoles. Así lo demuestran los datos del estudio de la Fundación Affinity sobre abandono y adopción de gatos y perros. Mientras que las adopciones de canes han aumentado en un 5,5% en los últimos años, las de los gatos el doble: el 10%.
La razón del aumento de la popularidad del gato entre los españoles se debe a que «es un animal que está por descubrir y cada día más personas se dan cuenta de las ventajas que tiene la convivencia con ellos, como que sean más autónomos que un perro y gestionen mejor el tiempo que pasan sin sus dueños», afirma Matilde Cubillo, de la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid.
Entonces, ¿adopto un gato? La respuesta a esta pregunta puede estar en las siguientes razones por las que llevar un gato a casa puede ser una decisión acertada:
1. Adoptar un gato: una personalidad más autónoma
El gato es un animal por descubrir como compañero en casa y cada vez son más las familias que se animan a adoptarloUn gato es cariñoso, divertido, hace mucha compañía y es fácil de cuidar. Así define Yaiza Sesé, dueña de dos gatos adoptados –Granada, de seis años y Angie, de tres años-, la convivencia con los felinos. «Los gatos, por su personalidad, son ideales para vivir en pisos urbanos, ya que soportan mejor las horas que estás fuera de casa y no necesitan, como los perros, pasear tres veces al día», explica Sesé.
Un gato puede estar tres días solo en casa, si tiene a su disposición comida y agua limpia y fresca, así como su bandeja con arena y alguien de confianza que le visite para hacerle compañía. No obstante, no conviene equivocar ser independiente con ser antisocial. Los gatos necesitan contacto con sus dueños y les gusta la compañía de otros congéneres. De hecho, los conocedores de estos animales recomiendan tener dos gatos cuando se pasa mucho tiempo fuera de casa.
2. Adoptar un gato: un carácter juguetón y divertido
Otra de las razones para adoptar un gato es por su carácter. Los felinos son juguetones y divertidos, sobre todo si son cachorros. «Solo verles jugar con cualquier cosa que se mueve o llama su atención resulta sorprendente, por su capacidad lúdica y su curiosidad por todo lo que pertenece a su territorio», comenta Cubillo.
Los gatos suelen tener fama de ser inactivos y poco participativos, sin embargo esta percepción no obedece a la realidad. Un gato motivado y feliz se puede hacer notar en casa como el que más.
3. Adoptar un gato: beneficios para la salud
Antes de adoptar un gato conviene conocer su carácter y necesidadesVarios estudios científicos apoyan la teoría de que convivir con un gato tiene beneficios para la salud. Según un reciente estudio los dueños de gatos y perros acuden un 15% menos al médico y tienen menos triglicéridos, colesterol y tensión arterial.
Otro efecto beneficioso para la salud de las personas que conviven con un gato es el que produce el ronroneo del felino, una vibración de efecto terapéutico, según un estudio realizado por el veterinario francés Jean-Yves Gauchet. El ronroneo felino tiene un efecto tranquilizante, que reduce el estrés, la ansiedad o el insomnio.
4. Adoptar un gato: una acción solidaria
Adoptar un gato es una labor solidaria que ayuda a las ONG de protección animal y que palia la saturación que sufren
5. Adoptar un gato: un amigo desconocido
Descubrir un animal desconocido que sorprende por la compañía, cariño y la tranquilidad que aporta a las personas con las que vive es otra buena razón para adoptar un gato. El 54% de los hogares españoles tiene perro frente al 36% que posee gato. Los felinos son animales más desconocidos que los perros en su faceta de animales domésticos. «Pero merece la pena adoptar un gato para comprobar que se trata de un compañero fantástico para la convivencia», añade Cubillo.
La adopción de un gato no debe ser fruto de un acto impulsivo, sino basado en la reflexión. “No podemos evitar ser visuales y por ello solemos elegir al gato que nos parece más bonito y no el que realmente podemos atender mejor”, explica Sandra Garcinuño de Protección Felina.
Los factores que hay que tener en cuenta a la hora de adoptar un gato son el carácter y naturaleza del felino (como que necesita afilar sus garras) así como las circunstancias familiares y vitales de los adoptantes: si hay personas mayores en casa, niños u otros animales. Además, seguir los consejos de los responsables del albergue es clave a la hora de adoptar el felino.
Por otro lado, las adopciones sorpresa para regalar al gato no son recomendables. “Muchos de estos animales acaban en los albergues cuando sus dueños no asumen la responsabilidad de cuidarles”, advierte Garcinuño.