Yo te doy, tú me das. La tradicional fórmula del trueque es válida para los juguetes de los niños, quienes ya pueden emplearla para intercambiar sus viejos juegos. Además, a los padres les permite ahorrar en el presupuesto familiar. Gracias a distintas iniciativas locales, y otras en Internet, es posible renovar elementos de juego infantiles de una forma barata, sencilla y a la vez responsable. En este artículo se explica cómo funcionan los trueques de juguetes y se detallan las opciones para su intercambio en las ciudades y en la Red.
Más por menos dinero: consumo responsable de juguetes
El intercambio de juguetes permite ahorrar dinero y alargar la vida de los objetosEl gasto en juguetes en España ronda los 955 millones de euros al año, es decir, un total de 134,97 euros por niño, tal y como apuntan las cifras de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Esta inversión se traduce en alrededor de siete juguetes al año, una carga económica que en los tiempos de crisis como los actuales son difíciles de asumir por muchas familias.
Pero existen otras alternativas al gasto familiar de estos productos sin necesidad de limar el presupuesto doméstico. Una de ellas es el intercambio de juguetes, una fórmula que, además de permitir el ahorro, es también es una manera eficaz de alargar la vida de los objetos y concienciar a los pequeños de las implicaciones y beneficios que se obtienen con el consumo responsable.
Juguetes más baratos: ¿cómo funcionan los trueques?
Los niños pueden cambiar sus viejos juguetes con otros pequeños, gratis
Ya sea en mercadillos organizados para tal fin o a través de la Red, el sistema del trueque es siempre el mismo: el niño selecciona y entrega a otros pequeños los juguetes que ya no usa, ya sea por la edad o por aburrimiento, y obtiene a cambio otros que se adaptan más a sus necesidades actuales. En algunos casos se hace una valoración del juego y en función de esta se realiza el intercambio. En otras tan solo se establece la premisa «un juguete por otro», sin tener en cuenta su valor de mercado.
En general, cualquier juguete puede servir para el trueque. El requisito imprescindible es que estén en buen estado, «deben venir con todas las piezas y si tienen mecanismos, que funcionen correctamente«, apuntan los organizadores de un mercadillo de intercambio de juguetes, la Asociación de Padres y Madres del Centro de Educación Infantil y Primaria Seseña y Benavente (Madrid).
A la hora de elegir el trueque que se quiere hacer, hay que tener en cuenta que el protagonista debe ser el niño, por eso «es mejor que los padres no intervengan en sus decisiones», recomiendan.
Intercambio de juguetes en tu ciudad
Asociaciones de vecinos, centros culturales, colegios e incluso ayuntamientos se han movilizado en los últimos años para abrir el camino a esta nueva forma de consumo responsable con la organización de mercados de trueque de juguetes. Durante una o varias jornadas los menores tienen la oportunidad de intercambiar varios de sus juegos por los de otros pequeños para poder disfrutar así, sin ningún coste adicional, de una nueva diversión en su hogar.
Iniciativas como el proyecto Sile, Nole, impulsado por la asociación de educación al consumo Adelita, son un claro ejemplo de esta tendencia. Su propio nombre, una expresión utilizada antaño por los niños cuando intercambiaban sus cromos, evoca tiempos pasados y augura una alternativa que se adapta hoy más que nunca a los tiempos presentes. La idea es que «pasen un día de diversión y educación en el consumo razonable y el reciclaje», señalan los responsables de esta actividad, que se celebra desde hace cuatro años a principios de diciembre en La Casa Encendida de Madrid.
Trueque de juguetes en la Red
Internet representa una excelente oportunidad para todos los pequeños interesados en el intercambio de juguetes. La Red permite extender el ámbito del trueque a un área mucho más amplia y encontrar con más facilidad el juego deseado.
La búsqueda para intercambiar puede comenzar en algunas de las plataformas más activas de trueque en Internet, como QuieroCambiarlo.com, con cerca de 1.600 juguetes para intercambio, Truequear y Cadena de Cambios.
Otras iniciativas utilizan las ventajas de la Red para agilizar los trueques entre los pequeños, como Proyecto Peonza, o para organizarlos en una misma ciudad. Este último es el caso de ComparTOY, una red comunitaria de préstamo de juguetes y libros que opera en Cataluña. «Se trata de un proyecto pedagógico, sostenible y de ahorro económico que pretende enseñar a los niños a compartir y cooperar por encima del individualismo», lo define Aida Marzo, una de sus creadoras. La dinámica es sencilla. Los menores aportan dos juguetes suyos a la plataforma; a cambio, pueden solicitar hasta cinco juegos de otros pequeños para disfrutarlos durante dos meses. Eso sí, deben abonar entre 9 y 25 euros de gastos de envío, según la zona de residencia.