A las frutas con hueso duro en su interior, como las ciruelas, los albaricoques o el melocotón, se las denomina drupas. Son frutas de primavera y verano, típicas de los meses cálidos, que apetece comerlas tal cual, fresquitas, lavadas, peladas y troceadas. Sin embargo, su sabor refrescante, su textura jugosa y el estupendo colorido que presentan plantean multitud de posibilidades culinarias, desde un sencillo zumo, hasta un contrapunto dulce en ensaladas o una guarnición para platos de carne o pescado. A continuación se ofrecen varias sugerencias para disfrutar de estas frutas y aprovecharlas al máximo durante la temporada.
Gran variedad de texturas y sabores. Poco tiempo para degustarlas. Buenos precios para aprovechar la ocasión y una maduración en casa muy rápida. En estas condiciones encontramos a las drupas, las frutas típicas de la primavera y el verano, jugosas, carnosas y con hueso en su interior. Para no dejar pasar las ofertas y evitar que se nos echen a perder, podemos emplear estas frutas en diversas preparaciones. Los siguientes son consejos para utilizarlas de un modo original con las que sorprender en la mesa.
1. Melocotón
Es una de las frutas más consumidas en esta época. Hay con pulpa amarilla y con toques rojizos.
- Además de consumir los melocotones en crudo, podemos conservarlos en almíbar o elaborar con ellos mermeladas y confituras.
- Quedan muy ricos si los pelamos y asamos con un poco de vino durante 50 minutos a una temperatura de 180 ºC. Una vez asados, los servimos rellenos con una bola de helado o sobre unas natillas de vainilla, ya que el sabor del melocotón asado y la vainilla maridan a la perfección.
- Si los pelamos y troceamos, se pueden saltear en una sartén con unas gotas de aceite de oliva, una pizca de sal y pimienta rosa. Según se cocinan y se carameliza el exterior, vemos el punto que deseamos darles a los melocotones. De esta manera, conseguimos una refrescante guarnición para combinar con carne asada, guisada, acompañar a guisos de aves y de caza, dando un contrapunto interesante a la grasa y sabor más fuerte a las carnes.
- También va bien en ensalada con lechugas variadas. Podemos añadir trocitos de melocotón crudo o salteado, o troceado en la propia vinagreta.
2. Ciruela
Fruta muy jugosa, dulce, muy refrescante y con buena textura para elaborar mermeladas y confituras. Su piel es un tanto dura. Para cocinar ciruelas es mejor pelarlas.
- Son apropiadas para acompañar una ensalada con pollo asado, pan tostado y la famosa salsa césar. Las ciruelas (peladas, deshuesadas y aliñadas con unas gotitas de aceite de oliva y sal aromática) le dan un toque muy sofisticado a este tipo de ensaladas.
- Para elaborar una mermelada tendremos en cuenta su alto contenido en fructosa y su sabor dulce, por lo que será suficiente utilizar una proporción de azúcar equivalente al 60% del peso de la fruta sin hueso. Obtendremos una mermelada ligera, que se puede convertir en una salsa, si agregamos un poco de aceite de oliva y una pizca de sal en escamas (idónea para un entrecot o un solomillo asados).
- Un rico postre (y fácil de hacer) consiste en saltear ligeramente las ciruelas y colocarlas sobre una placa de hojaldre con una base de natilla. Horneamos el conjunto hasta que se dore la base de hojaldre y se caramelice la parte superior de las ciruelas y ¡listo!
3. Nectarina
Un tanto más ácida que el melocotón, tiene también interesantes posibilidades culinarias.
- En ensalada. Las pelamos y asamos de forma superficial (ya sea en una sartén o en el horno) con un poco de aceite de oliva y un poco de azúcar. A continuación, las añadimos a una ensalada que también lleve trocitos de sardinillas en aceite o las integramos en una salsa de yogur para la ensalada.
- En brocheta, combinadas con trocitos de cerdo o de ave. En el momento de cocinar las brochetas (ligeramente untadas con aceite de oliva y una pizca de sal), la carne se dora y la fruta se carameliza, aportando sus jugos a la brocheta.
- Peladas y sin hueso, las salteamos con un poco de ajo y una pizca de sal y pimienta. A continuación, las colocamos sobre una tostada con queso crema, junto a unas virutas de jamón.
4. Paraguayo
También muy jugoso y fácil de pelar. Podemos elaborar con él unos entrantes originales y unas mermeladas deliciosas.
- Si lo troceamos y aliñamos ligeramente, tendremos un contrapunto dulce perfecto para acompañar un pan tostado con queso azul fundido. El resultado es un entrante muy sencillo de hacer y sorprendente para el paladar.
- Otra opción es utilizarlo como ingrediente en una salsa de cebolla. Pelamos, deshuesamos y trituramos los paraguayos. Los agregamos a un fondo de cebolla caramelizada o tostada y así obtendremos una salsa muy ligera.
- Una posibilidad más clásica es elaborar mermelada. Pelamos y deshuesamos el paraguayo y, con su mismo peso en azúcar, cocemos a fuego suave durante 60 minutos removiendo de manera continua hasta formar una mermelada sabrosa.
5. Cereza
De las cerezas podemos encontrar gran variedad en el mercado, aunque una de las más reconocidas y apreciadas es la picota. Estos frutos se emplean en crudo, en conservas y para licores.
- También quedan muy ricas si las deshuesamos y las salteamos con un poco de azúcar y unas gotas de aceite, hasta que se doren. De esta manera tan simple, las convertiremos en acompañamiento de un yogur natural o podremos servirlas con nata montada.
- En crudo, las deshuesamos y trituramos para elaborar un zumo que podemos agregar a un gazpacho. Conseguiremos un color espectacular y un sabor intenso.
- El zumo de cereza aliñado con un poco de aceite de oliva sirve tanto para acompañar un postre de chocolate como una tarta de trufa, incluso para elaborar una vinagreta muy colorida con la que aliñar una ensalada o un pescado al horno o a la plancha.