El acabado es una parte fundamental en trabajos con madera. Durante este proceso, se tapan o disimulan los posibles desperfectos ocasionados durante el proceso de fabricación, así como los naturales. Las ceras realzan el tono original de las superficies. Los tintes resaltan el veteado y cubren imperfecciones. La labor de los barnices es aportar brillo y protección, mientras que los lasures protegen la madera frente a los agentes externos.
Ceras, barnices y tintes
Los tratamientos con cera protegen las superficies de madera, recuperan el aspecto original de ésta y le otorgan un acabado brillante. Estas características hacen que este tipo de producto sea el más adecuado para conservar la naturalidad de los muebles rústicos.
Las ceras pueden ser blancas o amarillas, en tonos marrones o rojizos. Estas últimas se utilizan tanto para reforzar el efecto de un tinte, como para sustituirlo. No obstante, la cera que más realza el color de la madera es la de color amarillo.
Respecto a los tintes, se utilizan para subir el tono del color original, disimular pequeñas imperfecciones, resaltar el veteado o mejorar el acabado de maderas de menor calidad.
Estos tintes pueden ser de origen mineral, sintético o vegetal y, aunque a menudo se venden en forma de polvos colorantes preparados para disolver en agua, alcohol u otro disolvente sintético, también hay mezclas ya disueltas, como los tintes al agua. La elección entre uno u otro depende del tipo de material que se tiña. En el caso de estos últimos, su gran poder de penetración los hace idóneos para superficies de madera maciza.
Los tintes pueden ser de origen mineral, sintético o vegetal
Los acabados del barniz se dividen en brillantes, satinados, mates o coloreados. El barniz brillante potencia el color de la madera, pero también sus imperfecciones. Además, confiere un acabado duradero, transparente e impermeable a las superficies de interior y exterior, como muebles o ventanas, aunque la acción directa del sol puede dañar la superficie. El satinado es de similares características pero con menos brillo.
Respecto al acabado mate, éste es más susceptible a las manchas, pero disimula con más eficacia las imperfecciones.
El barniz-tinte
En ocasiones, se plantea un dilema entre teñir o barnizar un mueble o superficie. El tinte tiene la ventaja de respetar la textura de la madera y permitir apreciar su veteado, pero no protege lo suficiente. El barniz, por el contrario, proporciona una mayor protección frente a agentes externos, pero no siempre logra acentuar las vetas de la madera, incluso puede llegar a taparlas.
Ante esta tesitura, la solución pasa por aplicar a los muebles un acabado de barniz tinte, que con una única mano confiere a las superficies de madera las mejores características de ambos productos. Es decir, acentúa la veta como el tinte y protege la madera como el barniz.
El lasur es un producto que guarda semejanzas con el tinte y el barniz. No obstante, a diferencia de los productos para teñir madera, en el lasur el colorante está en suspensión, por lo que se debe aplicar de forma regular para que la cantidad depositada sea uniforme. Las maderas tratadas con este producto no precisan ningún otro tipo de protección adicional, mientras que en el caso de las maderas teñidas, es necesario su uso.
El lasur es un producto poroso que penetra de forma profunda en las fibras de la madera
Respecto al barniz, este producto es transparente, tapa por completo los poros de la madera y forma una película sobre su superficie. Ante la acción del sol, esta lámina actúa como un cristal, con efecto lupa, por lo que termina seca, cuarteada y rota. En cambio, el lasur es un producto poroso que penetra de forma profunda en las fibras de la madera, sin dejar película alguna. Además de proteger las superficies de este material frente a los agentes externos, permite que respiren, lo que aumenta su resistencia a la humedad. Esto, unido al hecho de que los aditivos que contiene aumentan su resistencia a los rayos UV, hace que el lasur sea la mejor opción para proteger y embellecer todas las superficies de madera expuestas a la intemperie.