Los equipos españoles no están integrados en el índice bursátil futbolístico europeo STOXX Europe Football, por lo que si los aficionados quieren invertir unos euros en el Real Madrid, el Barcelona o el Athletic de Bilbao, tendrán que esperar todavía unos años. De momento, pueden comprar acciones de clubes de fútbol europeos. En este artículo se explica de cuáles y cómo aunar la afición por el deporte rey con la rentabilidad de los ahorros.
Invertir en fútbol
Con el fin del verano empieza la temporada de fútbol y, día sí, día también, habrá algún partido de la liga española o la Champions europea. Los hinchas de los principales clubes tendrán mucho tiempo por delante para apoyar a sus colores y estar pendientes de sus equipos. Pero, además, pueden aunar su pasión a la inversión y rentabilizar sus ahorros a través del índice STOXX Europe Football. De momento, los clubes españoles no están representados, y si los aficionados quieren invertir unos euros tendrán que contentarse con los equipos que están en este selecto índice bursátil y que proceden de Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Francia, Holanda, Polonia e Italia, entre otros países.
Durante el año el STOXX Europe Football ha generado unas plusvalías cercanas al 15%
La evolución de sus cotizaciones se rige por parámetros diferentes a los de las acciones tradicionales. Si bien una buena gestión económica contribuye a que sus precios se revaloricen, depende también de que el balón entre en la portería del equipo rival. Unos buenos resultados en la liga, su clasificación en los torneos europeos y, sobre todo, la consecución de un título pueden ayudar mucho a que los ahorros se revaloricen. Así, si un equipo se hace con la liga de su país, ganará más dinero por derechos de televisión y otros conceptos, lo que puede modificar las finanzas del club y provocar una revalorización de sus acciones. No en vano, durante el año este índice bursátil ha generado unas plusvalías cercanas al 15% (algo superior a la media de los índices europeos), aunque en ejercicios precedentes su evolución no fue tan positiva como en el tramo actual.
Radiografía del índice bursátil futbolístico europeo
El STOXX Europe Football es un sector bursátil peculiar, que se mueve más por los impulsos de los triunfos en los campos de fútbol, y que tiene un alto porcentaje para prever los resultados, en especial en los clubes de mayor categoría. Sin embargo, cualquier contratiempo puede suponer un serio inconveniente para los intereses de los inversores, ya que la volatilidad de sus acciones es muy notable y sus caídas pueden ser mayores que las de otras acciones más convencionales.
¿A qué entidades deportivas puede dirigirse la inversión? En algunos casos, el inversor puede decidirse por clubes de sobrado prestigio (Manchester United, Juventus, Borussia Dortmund…), pero también por equipos menos conocidos, como el Ruch Chorzow, AIK o Betsikas.
¿Dónde se pueden contratar estas acciones? Como ningún club cotiza en los índices españoles, habrá que salir a los parqués europeos para satisfacer este deseo inversor, a excepción de una minoría que lo hará en los mercados de renta variable de Estados Unidos. Esto, en principio, supondrá asumir unas comisiones algo más elevadas que las estipuladas para la inversión nacional, en torno a 20 o 30 euros por operación. Asimismo, pueden suscribirse sus acciones desde cualquier banco o caja que opere en los mercados internacionales.
Por otra parte, cuentan con una desventaja. Si bien sus resultados deportivos son fáciles de seguir ya que se reflejan en la mayoría de portales web deportivos, no sucede lo mismo con su índice de cotización, que es raro que esté en los medios, por lo que habría que acudir a los más especializados para atender a sus informaciones.
¿Se rigen por las mismas normas que las acciones convencionales? Aunque el contexto económico general ayuda a canalizar sus precios, en este índice prevalecen otros parámetros más particulares. Derechos de televisión, número de abonados, éxitos deportivos y, por supuesto, la consecución de los principales títulos en los que participan ayudan a que eleven sus precios. Además, la lesión grave de un jugador, la exclusión en las competiciones europeas o varios partidos consecutivos sin ganar pueden dañar de seriedad las cotizaciones.
Por lo demás, su mecánica de contratación es la misma que en otras acciones, y a ella puede acceder cualquier inversor minorista que se decante por este índice tan peculiar para rentabilizar sus ahorros.
Si se aúnan los conceptos de inversor y aficionado al fútbol, puede conseguirse una pequeña ventaja con respecto a otras empresas que cotizan en la renta variable y de las que se desconoce la línea de negocio. En este caso, los seguidores de este deporte están al tanto de todas las noticias que van generando los clubes: clasificación, fichajes, derechos televisivos e, incluso, sus cuentas empresariales. De esta manera, su grado de conocimiento puede ser mucho mayor que el de otras empresas cotizadas, lo que representa una importante ventaja para que la compra de acciones suponga una buena operación y pueda rentabilizarse de manera satisfactoria.
Asimismo, comprobar la trayectoria deportiva de los equipos será más factible, ya que aparece en casi todos los medios de comunicación, aunque habrá que tener en cuenta que es un juego, y que todo dependerá al final de que el balón entre en la puerta contraria.