La conveniencia de consumir o evitar la cafeína es una duda que suele surgir en las mujeres embarazadas, sobre todo porque en España es característica la adicción al café: nueve de cada diez adultos consumen cafeína y el 60% de las gestantes lo hace, pese a las creencias de que podría causar deformaciones congénitas y bajo peso del bebé al nacer. Sin embargo, no hay que alarmarse, ya que, como a continuación se explica, se puede tomar cafeína durante el embarazo, aunque con moderación. Los expertos aseguran que hasta dos tazas diarias de café no ocasionan, en general, efectos nocivos. En este artículo también se detalla si ingerir o no cafeína ante problemas digestivos y durante la lactancia.
¿Puedo tomar cafeína durante el embarazo?
La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida en el mundo. La ingesta promedia en la población adulta europea es de unos 200 miligramos (mg) diarios, y en España la toman alrededor del 60% de las embarazadas. La principal fuente de cafeína sigue siendo el café, aunque, en proporción, en los últimos años ha aumentado la toma de otras bebidas con cafeína, como refrescos de cola y té.
Seis de cada diez embarazadas toman cafeína en España
En general, todas las recomendaciones sobre alimentación durante la gestación señalan la conveniencia de evitar o reducir su consumo. Pero ¿cuáles son los efectos reales de esta sustancia en el organismo de la mujer en estado y sobre el bebé en formación?
A lo largo de los años, se han manejado hipótesis asociadas a consecuencias tales como anomalías congénitas en el feto o bajo peso al nacer. Sin embargo, las últimas investigaciones refutan estas creencias. El ‘Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas‘, integrado por expertos del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, llegó a la conclusión de que «no se observa una relación de la cafeína durante el embarazo ni con deformaciones congénitas ni con el peso del recién nacido«.
De todos modos, el mismo texto sí advierte de que la cafeína, «por ser una sustancia psicoactiva con múltiples efectos farmacológicos (alteración de la frecuencia cardiaca, de la tensión arterial, del sueño, etc.) que atraviesa la placenta y llega al compartimento fetal», debe ser tomada durante la gestación «con moderación».
¿Café durante el embarazo? No más de dos tazas diarias
Los expertos admiten la dificultad de comprobar los efectos exactos del consumo de cafeína, debido a que este muy a menudo viene acompañado de otros factores que se deben evitar durante el embarazo, tales como la exposición al tabaco, la ingesta de bebidas alcohólicas, las infecciones y la toma de antibióticos. Así lo afirmaba ya una amplia revisión, publicada en 2002, de las investigaciones realizadas hasta entonces.
La recomendación de los científicos («que coincide con la gran mayoría de los autores», destacan) es que la mujer restrinja lo máximo posible el consumo de cafeína y, en cualquier caso, lo mantenga por debajo de los 200 mg por día. Este consejo no se aplicaría solo durante la gestación, sino también antes, es decir, cuando se planifica el embarazo.
La cantidad de 200 mg por día es la recomendada también por el Comité de Práctica Obstétrica del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. Como referencia, una taza de 150 mililitros (ml) de café contiene unos 85 mg de cafeína, por lo cual, una gestante no debería tomar:
- ☕ más de dos tazas diarias de café si es de café tostado molido.
- ☕ 60 mg si se trata de café soluble.
- ☕ 3 mg cuando es descafeinado.
Una taza del mismo tamaño de té en hojas o en bolsa incluye 30 mg, mientras que el cacao o chocolate caliente, unos 4 mg, y un refresco con cafeína, entre 20 y 50 mg. Son datos proporcionados por el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación.
La recomendación de suprimir o reducir lo más posible el consumo de cafeína es más enérgica cuando la embarazada padece acidez, pesadez estomacal, náuseas y vómitos. Esto tiende a ocurrir en el primer trimestre de la gestación, debido a los cambios hormonales que la mujer experimenta, y en las últimas semanas antes del parto, a causa de la presión que el feto ejerce sobre el estómago. En tales casos se puede recurrir a sustitutos del café, como infusiones de manzanilla, hierbabuena o achicoria.
Y no solo durante el embarazo: una dieta saludable para madres lactantes también limita la cafeína. El Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría indica que se debe evitar la ingesta en exceso de café, bebidas con cola, té y chocolate durante la lactancia. “En todo caso -recomienda- se pueden consumir justo después de la toma del pecho”, de lo contrario, el contenido de cafeína en la leche podría ocasionar irritabilidad y falta de sueño en el bebé.