La escasez de créditos es la tónica general durante los últimos años. A pesar de ello, un buen número de entidades han decidido comercializar líneas de financiación que llegan hasta 90.000 euros como tope máximo. Sus requerimientos, eso sí, son exigentes, ya que se necesita aportar un intachable historial bancario y estar respaldado con una nómina con varios años de antigüedad, a ser posible muy sólida en cuanto a ingresos. Estos créditos se analizan en este reportaje, que destaca cómo sus intereses no son bajos, ya que oscilan entre el 10% y el 14%, y pueden encarecerse por las comisiones, en especial las de apertura, que giran en torno al 2%.
Créditos para necesidades personales
Las líneas de financiación de los bancos, en formato de créditos al consumo, conceden hasta 90.000 euros, que pueden destinarse para sufragar necesidades personales o gastos imprevistos. Bankinter es una de las entidades que ha decidido elevar a esta cantidad los importes que concede, para dotar de liquidez a sus clientes a través de préstamos personales destinados para los gastos extraordinarios de sus demandantes, tales como un viaje, un coche nuevo, una reforma de la casa, un ordenador, etc. El dinero puede devolverse en un plazo máximo de hasta ocho años y su precio está personalizado en función del perfil de cada cliente.
Son productos diseñados para atender las necesidades o cualquier gasto ocasionado por viajes, estudios, bodas…
Otros bancos tienen el límite de sus propuestas un escalón por debajo, como en el caso del Banco Santander, que a través de su Préstamo Personal proporciona a sus clientes un aporte económico máximo de 60.000 euros, con un plazo de devolución de hasta ocho años. El Crédito Súper de Bankia es otra de las alternativas para conseguir altos importes en la financiación y, en este caso, se formaliza a través de Internet, con un plazo de devolución idéntico a los anteriores.
Ibercaja, por su parte, dispone del Préstamo General Consumo, diseñado para atender las necesidades de sus clientes o cualquier gasto imprevisto particular o de su familia, ocasionado por viajes, estudios, bodas… Concede un importe máximo de 60.000 euros, que se pueden devolver en un período más amplio, de hasta 10 años. Desde Banco Sabadell se incorpora a su habitual oferta de financiación el Crédito Familiar, que anticipa 60.000 euros, para amortizar en ocho años. Este diseño se caracteriza porque posibilita que no se pague nada durante los primeros tres meses, para aliviar la situación de sus demandantes. Aplica un tipo de interés del 11,50% e incluye varias comisiones: por apertura (2%) y compensación de reembolso anticipado (0,5%).
Los intereses de los créditos al consumo oscilan entre el 10% y el 14% y pueden encarecerse por diversas comisiones
El Préstamo Consumo Genérico de Cajamar es otra de las opciones a las que pueden recurrir los usuarios para dotarse de una alta liquidez para sufragar sus necesidades personales o familiares, al concederles hasta 60.000 euros, con un plazo de amortización que alcanza los ocho años. Sus tipos de interés son opcionales, bien fijo o variable, revisable cada año al índice de referencia europeo más un diferencial.
Un poco por debajo de estos márgenes se encuentra la propuesta de Kutxabank, que comercializa desde hace varios años el Préstamo Efectivo, un crédito preconcedido para cualquier necesidad de los usuarios y por el cual estos pueden disponer de hasta 40.000 euros al instante. Se caracteriza porque su concesión se realiza sin papeleos ni trámites, a diferencia de otros diseños que requieren un estudio más personalizado.
Incluso a través de la banca hispanoamericana establecida en España, Pichincha, puede conseguirse un crédito personal de hasta 100.000 euros con un interés más bajo, del 7,54%, y sin comisiones por cancelar el producto total o parcialmente. A cambio, es necesario disponer de un ingreso neto mensual de los prestatarios a partir de 3.000 euros, nómina y tres recibos domiciliados.
Los demandantes de un crédito pueden esperar que, ante el ajuste del panorama bancario nacional, los bancos propongan alguna oferta promocional para comercializar sus fuentes de financiación. Estas pueden mejorar de manera sustancial las condiciones de contratación mediante:
- Ampliación de los importes máximos que presta la entidad.
Rebaja de los tipos de interés de estos productos, lo que puede incidir en un importante ahorro por parte del cliente al finalizar la amortización de su crédito.
Si bien estas promociones no son frecuentes, sino a través de movimientos puntuales, pueden significar una excelente estrategia para abaratar el precio de estos productos. Algunas entidades de crédito así lo hacen para mejorar su oferta con respecto a la competencia y, de esta manera, atraer a un mayor número de clientes.