A las cuatro semanas es cuando muchas mujeres se enteran de que están embarazadas, en particular, a través de la amenorrea o falta de menstruación. Pero también hay otros síntomas, como un aumento del sueño o cansancio, más ganas de orinar, náuseas y vómitos. A continuación, se describe qué ocurre en el cuerpo de la mujer a las cuatro semanas de embarazo, qué síntomas tiene, cómo es el embrión (en este momento mide alrededor de un milímetro) y qué consejos deben tener en cuenta en esta etapa de la gestación.
¿Qué ocurre a las cuatro semanas de embarazo?
La semana cuarta del embarazo es un momento importante, ya que -si los periodos son regulares- es cuando la mujer debería tener la regla y esta no llega. Es decir, es la instancia en la cual muchas mujeres descubren, o al menos comienzan a sospechar, que están embarazadas.
La instalación del óvulo fecundado en el útero suele producir un pequeño sangrado, que a menudo se confunde con la menstruaciónEsto es así debido a que, como en la mayoría de las ocasiones es difícil determinar el momento exacto de la gestación, el tiempo del embarazo se cuenta a partir del día en que comenzó la última menstruación. Debido a esto, cuando se habla de la semana cuarta del embarazo, es un momento en que el embrión tiene apenas unas dos semanas de existencia.
Ante la sospecha de estar embarazada, que puede deberse no solo al retraso en el periodo sino a otros síntomas tempranos del embarazo (más cansancio y sueño de lo normal, mayores ganas de orinar, náuseas y vómitos, etc.), en este punto ya es posible realizar un test de embarazo casero.
Si da positivo, la mujer tendrá que acudir al médico lo antes posible, para que este realice pruebas y asesore sobre los pasos iniciales del camino que acaba de empezar.
El embrión en la semana cuarta de embarazo
A estas alturas de la gestación, el embrión es todavía muy pequeño. Según su ritmo de crecimiento, su tamaño puede variar entre 0,35 y 1 milímetro, como explica la ‘Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y el puerperio‘. El símil que emplean los médicos es que tiene el tamaño de una semilla de amapola.
Tiene tres capas de células, cada una de las cuales se desarrollará en los diversos órganos del cuerpo: la interna (denominada endodermo) formará los aparatos respiratorio y digestivo; la media (mesodermo), el sistema circulatorio, los huesos, los cartílagos, la mayoría de los músculos, los riñones y los órganos sexuales; y la externa (ectodermo), el sistema nervioso, el pelo y la piel.
En el periodo previo, desde la gestación hasta este punto, el óvulo fecundado -llamado cigoto en esta primera fase- se ha trasladado desde la trompa de Falopio hasta el útero y se ha instalado junto a una de las paredes de esta cavidad. Este proceso puede ocasionar la rotura de algunos conductos sanguíneos y que se produzcan pequeñas pérdidas a través de la vagina.
Esto es lo que se conoce como sangrado de implantación, que a menudo se confunde con la regla -aunque la cantidad es mucho menor- y que no debe ser causa de preocupación. Sí, en cambio, hay que actuar si el sangrado es más importante, ya que podría deberse a un aborto espontáneo. En tal caso, hay que acudir al médico de inmediato.
Consejos para el embarazo a las cuatro semanas
Si el embarazo ha sido buscado, es probable que la mujer ya siguiera hábitos que favorecen una gestación saludable y tomara ciertas precauciones. En caso contrario, es recomendable seguir los siguientes consejos:
- Ingerir un suplemento de ácido fólico. Tomar un suplemento de ácido fólico antes de la gestación y durante las primeras semanas del embarazo ayuda a evitar problemas como la espina bífida y otros relacionados con el tubo neural, además de problemas emocionales y retrasos en el habla. Por eso, si cuando se confirma el embarazo la mujer todavía no lo tomaba, convendrá que comience a hacerlo lo antes posible.
- Abandonar las prácticas nocivas. Hay algunas sugerencias básicas acerca de lo que se debe evitar durante el embarazo. Entre las más importantes están que la mujer elimine (o reduzca todo lo que pueda) el consumo de tabaco y alcohol. Los especialistas también recomiendan abandonar temporalmente la práctica de deportes de contacto o de riesgo.
- Adoptar una dieta saludable. Se debe procurar una dieta equilibrada y saludable, con abundancia de verduras, frutas, pescado y frutos secos, y reducir las grasas trans, carnes rojas, refrescos azucarados y comidas procesadas. Este menú recomendado para el embarazo ofrece un listado de sugerencias, día por día, para la cuarta semana.