El vínculo de amor entre el bebé y su madre comienza durante la gestación. Después del nacimiento, el niño empieza a expresarlo de muy variadas maneras. Al principio son acciones instintivas, casi actos reflejos, pero que manifiestan su bienestar y forjan el vínculo, primero con la madre y luego con el padre u otras personas cercanas. A continuación se explican las características de estos gestos de amor del bebé y se ofrece un listado de diez maneras en las que el niño dice “te quiero”.
Los gestos de amor del bebé
Los bebés realizan diversos gestos y movimientos desde el momento mismo en que nacen. Estas acciones son instintivas, casi actos reflejos, y expresan las sensaciones y sentimientos del pequeño. «Un niño satisfecho a nivel fisiológico y emocional es un bebé feliz, que mostrará con su carita y sus primeras sonrisas que está bien«, explica Diana Sánchez, psicóloga y psicoterapeuta, presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal. Esta experta agrega que, cuando los pequeños no están bien también lo expresan: «Lloran, se enfadan y muestran su incomodidad».
¿Se pueden interpretar esas señales como gestos de cariño o de amor por parte del bebé hacia su madre? «Por supuesto», indica Sánchez. «El niño y la madre inician su vínculo mucho antes incluso de que el bebé nazca. Podemos hablar de amor desde el minuto cero», dice. Con el nacimiento se produce, además, un fenómeno hormonal: la abundante oxitocina de la madre y las endorfinas que produce el pequeño afianzan esa unión.
Por estos motivos, y porque el bebé al principio solo se vincula con una persona, los primeros gestos de cariño por lo general se dirigen a su madre. Mucho más aún si se alimenta de manera exclusiva a través de la lactancia materna. «Luego el pequeño va ampliando su mundo social al padre y el resto de personas que le cuidan, pero al comienzo es una díada: madre-bebé», añade esta especialista.
A continuación se enumera un decálogo de los gestos más comunes con los cuales los recién nacidos dicen «te quiero».
1. Mirada fija
La mirada es la primera expresión del cariño del bebé. «Esa mirada intensa y esos ojos que miran fijamente a la madre mientras, por ejemplo, le amamanta es el primer momento de vínculo y afecto entre ellos», apunta Sánchez.
2. Búsqueda con la mirada
Cuando el niño escuche la voz de su madre y, luego, la de otras personas queridas, hará todo lo posible por darse vuelta todo lo que necesite para incluirla en su campo visual. Esto ocurre no solo cuando las voces se dirijan a la criatura, sino también cuando escuche a su madre hablar con otras personas, cantar, etc.
3. Llanto al perder el contacto visual
Durante sus primeras semanas de vida, para el recién nacido solo existe lo que puede percibir sobre todo a través de sus ojos. Cuando pierde de vista a sus cuidadores, siente una especie de ansiedad y, como respuesta, explota en llanto. Esta reacción es otro signo de cariño, al igual que la calma que experimenta cuando la madre o el padre reaparecen ante él y le dice: «Aquí estoy, no me he ido a ningún lado».
4. Sonrisas
La sonrisa del bebé es, junto con la mirada, uno de los primeros gestos con los que da a conocer que se siente bien, cómodo y seguro. La Asociación Española de Pediatría especifica que, en torno al mes de vida, se produce la llamada sonrisa mimética, cuando el niño está cómodo y satisfecho, sin sentido de comunicación.
Es a los dos meses cuando «aparece la primera sonrisa intencional ante la madre o ante caras conocidas».
5. Balbuceos
El pequeño todavía no sabe hablar, pero hacia el primer semestre de vida descubre que puede emitir sonidos. Son los balbuceos que, al igual que las sonrisas, al principio no tienen una intención comunicativa pero luego encuentran respuestas en sus cuidadores.
Claustre Cardona, logopeda, psicopedagoga, miembro de la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología, afirma que en ese momento «reconocen a su madre o su padre como interlocutores». Su intento de dialogar con ellos por medio de esos sonidos es otra muestra del afecto que los une.
6. Estira los brazos hacia sus padres
Este gesto es muy elocuente: el bebé, acostado en su cuna o en brazos de otras personas, estira los brazos hacia su madre o su padre porque es con ella o con él con quien quiere estar.
7. Gatear hacia donde están sus padres
Esta acción es parecida a la anterior, aunque se produce en el momento en que el pequeño adquiere mayor autonomía y puede gatear y, luego, ya caminar.
8. Imitación
La imitación es una de las bases del aprendizaje de los bebés. Un estudio reciente revela que los niños tienden a reproducir los gestos y movimientos de los mayores, porque pueden reconocer en su propio cuerpo las partes que mueven las otras personas. Y esto se da, sobre todo, con los adultos con los cuales el bebé tiene un vínculo mayor: la madre, en primer lugar, y luego, por lo general, el padre.
9. Necesidad de sus padres cuando pasa algo malo
Cuando el pequeño se cae, se hace daño o se siente mal y necesita consuelo, no le vale el de cualquier persona. Y es que necesita a sus padres. El contacto con ellos, incluso reconocer su olor, puede ser el único alivio para su pena o su dolor.
10. Besos
Al principio no son besos. Con pocos meses de vida, el bebé se lanza a la exploración del cuerpo de su mamá y dará pequeños mordiscos en su cara o la chupará (es la fase en la que los niños se llevan todo a la boca).
Los besos llegarán luego. Al igual que para casi todo lo demás, el pequeño aprenderá con el ejemplo. Será más o menos cariñoso, si los demás son cariñosos con él y también si lo son entre sí.
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