La reciente decisión del Banco Nacional de Suiza de eliminar el tope de 1,20 en la paridad del euro con respecto al franco suizo ha desatado una tormenta en el mercado de divisas. Tras la desaparición de este límite, las cosas cambian y su consecuencia más inmediata ha sido la depreciación de la moneda helvética en relación al euro. Pero conlleva otros efectos colaterales con repercusión, sobre todo, en quienes suscribieron un crédito hipotecario en francos suizos por la estabilidad que ofrecía y la seguridad de mantener una cuota mensual asequible. Como se explica en este reportaje, los efectos de la nueva medida entre los hipotecados se empezarán a notar de forma inminente, en cuanto tengan que asumir la próxima cuota.
Efectos sobre los hipotecados
La decisión monetaria tomada en Suiza de eliminar el tope de 1,20 en la paridad del euro con respecto al franco de ese país tendrá una repercusión directa en los clientes que hayan contratado una hipoteca multidivisa, o directamente en francos suizos, debido a la fuerte depreciación de esta moneda. Al depreciarse con tanta intensidad ha propiciado que, de la noche a la mañana, aumente tanto la cuota mensual como la deuda contraída con el banco por parte de los hipotecados en francos suizos. Un incremento tan sustancial incidirá en que numerosos usuarios no puedan asumir la financiación de sus casas al no poder afrontar los gastos de las cuotas para devolvérselo al banco. En España no hay cifras oficiales sobre los contratos constituidos con otras divisas, pero se estima que una mínima parte de usuarios los ha formalizado al amparo de la estabilidad de este activo financiero.
Numerosos usuarios no podrán asumir la financiación de sus casas al no poder afrontar el pago de las cuotas
Los usuarios que se sientan perjudicados y decidieran reclamar podrán alegar, según algunas asociaciones de usuarios, que al formalizarse este producto no se mencionaba en sus cláusulas de contratación los riesgos que conllevaba su suscripción. No es un caso nuevo, ya que Asuapedefin (Asociación de usuarios afectados por permutas y derivados financieros) estaba en proceso de presentación de varias demandas colectivas con el fin de solicitar la nulidad parcial de las hipotecas multidivisa, al entender que «estos créditos están ocasionando un grave perjuicio económico en miles de familias de nuestro país». En este sentido, los titulares de este producto bancario conocían, o al menos así debía ser, que si el euro se mantenía estable, sus cuotas mensuales descenderían y, al contrario, si se debilitaba, se produciría el efecto contrario.
Pero con lo que no contaban era con la evolución de su deuda con el banco. Y es que a partir de ahora el impacto monetario sobre los afectados puede ser muy importante y desajustarles el presupuesto para los próximos años: allí donde pagaban 2.500 euros, por ejemplo, a partir de ahora será una cantidad en torno a 3.000 euros.
Quienes tuviesen contratadas cuentas en francos suizos verán cómo a partir de ahora el saldo se deprecia
Pero no solo los hipotecados salen perjudicados por esta medida. También pasará con aquellas personas que tuviesen contratadas cuentas en esta moneda, ya que verán cómo a partir de ahora el saldo se deprecia de forma estimable en su cambio frente a la moneda única europea y disminuirán sus ahorros. De igual manera, a quienes tuviesen deudas contraídas en esta divisa les ocurrirá algo parecido, aunque en este caso estarán limitadas a empresarios con intereses en esta área del centro de Europa.
No hay una cifra oficial sobre los usuarios que tenían contratado un crédito hipotecario en esta divisa, pero fueron bastantes quienes los suscribieron durante la pasada década ante la fortaleza del euro respecto a otras divisas (franco suizo, yen japonés y corona danesa), pues les permitían obtener unas condiciones muy ventajosas en relación con las hipotecas contratadas en euros.
Entre ellas, destacaba la incorporación de unas cuotas mensuales más llevaderas, así como la estabilidad del franco en los mercados monetarios internacionales, aportando gran seguridad.