Desde hace tiempo, nadie duda ya del efecto que tiene el sedentarismo en el estado de salud de una persona y de que es un factor muy importante en el desarrollo de muchas enfermedades. Incluso se ha demostrado que, junto con una dieta inadecuada y el consumo de sustancias tóxicas como el tabaco y alcohol, provoca la muerte prematura a más de 16 millones de personas en todo el mundo. Ahora un estudio apunta que la falta de actividad física es más dañina para la salud que la obesidad. Este artículo explica los perjuicios que supone la inactividad física y cómo pequeños cambios en el estilo de vida aportan importantes beneficios para la salud. También se detallan cuáles son los ejercicios mínimos en actividad física para proteger el corazón.
La inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial y está detrás del 6% de los fallecimientos registrados en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el sedentarismo es la causa de cerca del 25% de los casos de cáncer de mama y colon, del 27% de diabetes y de cerca del 30% de la carga de la cardiopatía isquémica (consecuencias mortales o discapacidades asociadas a esta enfermedad cardiovascular).
La inactividad provoca el doble de muertes que la obesidad
Dedicar solo 20 minutos al día a actividades como caminar reduce el riesgo de muerte prematura entre un 16% y un 30%
El sedentarismo es más mortal que la obesidad. Así de tajante es un estudio reciente llevado a cabo por la Unidad de Epidemiología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y publicado en American Journal of Clinical Nutrition. Para llegar a esta conclusión, se recopilaron datos de 334.161 hombres y mujeres europeos que ya participaban en la «Investigación Prospectiva Europea sobre Nutrición y Cáncer» (EPIC) y a los que siguieron un promedio de 12 años. Se tuvieron en cuenta variables como altura, peso y circunferencia de la cintura, además de niveles de actividad física.
Los científicos descubrieron que la mayor reducción en el riesgo de muerte prematura (consideradas las que ocurren antes de los 70 años) se daba comparando entre los grupos inactivos y moderadamente inactivos, considerados así según la combinación de la actividad laboral con las actividades recreativas. Los resultados mostraron que el 22,7% de los participantes tenía una nula actividad física (trabajo sedentario y sin actividad lúdica), que la vida sedentaria provocaba el doble de muertes que la obesidad y que la relación del índice de masa corporal (IMC) con la muerte precoz era independiente.
Asimismo, pudieron demostrar que cada año fallecen 600.000 personas por la falta de actividad física, el doble de los que mueren por obesidad. Sin embargo, según apuntan, los datos también revelan un aspecto positivo: basta con realizar pequeñas variaciones para revertir la tendencia, ya que invertir solo 20 minutos al día en actividades tan sencillas como caminar reduce el riesgo de muerte prematura entre un 16% y un 30%. También hallaron que el cambio de rutina favorecía más a quienes a parte de la inactividad tenían un peso normal, pero también era muy beneficioso para las personas que sufrían sobrepeso.
Los ejercicios mínimos en actividad física mínima para la salud cardiovascular
La práctica regular de ejercicio físico es primordial para disfrutar de una vida saludable a cualquier edadHacer de forma regular ejercicio físico es, entonces, primordial para disfrutar de una vida saludable a cualquier edad, además de para mantener a raya muchas enfermedades. Pero, ¿qué condiciones ha de tener esta práctica para obtener beneficios? Según la Fundación Española del Corazón, para que sea efectiva debe mover grandes masas musculares y realizarse de manera regular, es decir, continuado en el tiempo. Los expertos señalan que, como mínimo, hay que hacer unos 30 minutos al día, tres veces a la semana, y siempre teniendo en cuenta la edad, si se ha llevado a cabo antes alguna actividad y si hay presencia de patologías previas. Ante cualquier duda, lo mejor es consultarlo con el profesional de salud de referencia que será el que valorará si hay alguna contraindicación.
Sin embargo, también se pueden cambiar algunos aspectos del estilo de vida para hacerlo más activo y de manera fácil. Los especialistas del corazón de distintas asociaciones científicas nacionales e internacionales, como la American Heart Association (AHA), recomiendan insistir en:
- Utilizar las escaleras en vez del ascensor.
- No usar el coche o hacerlo lo menos posible. Optar, siempre que se pueda, por ir andando o en bicicleta.
- Si el empleo del automóvil es indispensable, aparcar unas cuantas manzanas antes; y si se usa el autobús o metro, bajar unas paradas antes y terminar el recorrido a pie y deprisa. Se aconseja realizar caminatas cortas a paso rápido en bloques de 10 minutos.
- Aprovechar, si se tiene perro, para dar una caminata después de cenar.
- Cambiar el aperitivo extra en el bar de la esquina por un paseo a un ritmo acelerado por la vecindad.
Por actividad física se considera cualquier movimiento corporal realizado por el sistema musculo esquelético que precise de gasto de energía. Sin embargo, no es lo mismo que ejercicio. Se define ejercicio físico como la actividad física planificada, estructurada y repetitiva que busca mejorar o mantener uno o más componentes de la aptitud o forma física. Así, la actividad física incluye el ejercicio y, de la misma manera, todas las actividades que implican el movimiento del cuerpo y que se realizan cuando se trabaja, se llevan a cabo tareas domésticas, trasladándose de manera activa o tomando parte en actividades recreativas.