La composición nutritiva de una mermelada con fructosa difieren de la de una mermelada tradicional en que en ésta última se utiliza fructosa como edulcorante en lugar de sacarosa (azúcar común), lo que la convierte en un producto apto para el consumo particular de las pesonas diabéticas.
¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un hidrato de carbono sencillo presente de forma natural en las frutas y en la miel, principalmente. Su poder edulcorante es el responsable del sabor dulce de dichos alimentos. La fructosa ofrece numerosos beneficios a las personas diabéticas. Estas ventajas derivan de la respuesta fisiológica del organismo a fructosa, distinta a aquella producida por la sacarosa o azúcar común.
¿Porqué la pueden tomar las personas diabéticas?
La fructosa se convierte en energía con mayor velocidad y eficacia que la sacarosa. Pasa más rápidamente del estómago al intestino. La fructosa produce escasos efectos en el nivel de glucosa en la sangre y no estimula la secreción de insulina. Esta es la razón por la cuál las personas diabéticas pueden consumir mermelada con fructosa.
No obstante, la fructosa aporta prácticamente las mismas calorías que la sacarosa, aspecto a tener en cuenta en caso de sobrepeso u obesidad. Cabe decir, que existen en el mercado mermeladas con fructosa bajas en calorías en las que se ha añadido una cantidad menor de este nutriente y consecuentemente se reduce el aporte energético.
Por otra partes, un aporte excesivo de fructosa favorece el aumento de los triglicéridos plasmático, hecho que se ha de contemplar en caso de hipertrigliceridemia.