El pasado 6 de mayo se dio un paso más en materia legislativa para que las bolsas de plástico vayan desapareciendo de la circulación. Con la nueva legislación, los países de la Unión Europea tendrán que reducir de forma drástica el uso de este tipo de bolsas. Se trata de paliar un gran problema medioambiental a través de esta regulación, ya que miles de millones de bolsas acaban en la naturaleza convertidas en basura, con el consiguiente perjuicio para el medio ambiente. El artículo explica cuáles han sido las principales medidas adoptadas y cuáles son los objetivos para los distintos países.
La trascendencia del uso de bolsas de plástico es tal que, según ha estimado la Comisión Europea, es posible que con las medidas legislativas tomadas se puedan ahorrar hasta 740 millones de euros al año. La UE ha valorado los actuales niveles de consumo de bolsas de plástico y, ante la contaminación que provocan y la amenaza ambiental que suponen, ha propuesto medidas concretas para las denominadas bolsas de plástico ligeras (con un espesor de menos de 50 micras). Estas representan la inmensa mayoría de las bolsas de plástico empleadas en la UE y se convierten en residuos más rápidamente y tienden a dispersarse como basura con mayor frecuencia debido a su reducido peso.
Principales medidas adoptadas
La información al consumidor tiene un papel fundamental para reducir el consumo de bolsas de plástico
En el desarrollo de la Directiva 2015/720 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2015, por la que se modifica la Directiva 94/62/CE en lo que se refiere a la reducción del consumo de bolsas de plástico ligeras, algunas de las principales ideas manejadas han sido:
Las tasas actuales de reciclaje de bolsas de plástico ligeras son muy bajas.
Los niveles de consumo de bolsas de plástico varían de forma notable entre unas partes y otras de la UE debido a los diferentes hábitos de consumo.
Debe desarrollarse una metodología común para el cálculo del consumo anual de bolsas de plástico ligeras por persona, con el fin de supervisar los avances en la reducción del uso de este tipo de bolsas.
La información a los consumidores ha demostrado desempeñar un papel decisivo en la consecución de cualquier objetivo de reducción del consumo de bolsas de plástico.
Objetivos para los Estados miembros
Los países de la UE tienen dos opciones para abordar esta cuestión: por un lado, reduciendo el número de bolsas por persona o, por otro, limitando el hecho de que este tipo de bolsas se entreguen sin coste en los puntos de venta.
La primera opción pasar por asegurar un nivel de consumo anual que no supere las 90 bolsas de plástico ligeras per capita antes del 31 de diciembre de 2019, y 40 bolsas de plástico ligeras per capita antes del 31 de diciembre de 2015, o un objetivo equivalente expresado en peso.
La segunda opción es que, de aquí al 21 de diciembre de 2018, estas bolsas dejen de ser gratuitas para los consumidores, a menos que se apliquen instrumentos igualmente eficaces.
Todos los Estados miembros deben incorporar la Directiva a más tardar el 27 de noviembre de 2016.
Bolsas de plástico: bolsas, con o sin asa, hechas de plástico, proporcionadas a los consumidores en los puntos de venta de bienes o productos.
Bolsas de plástico ligeras: bolsas de plástico con un espesor inferior a 50 micras.
Bolsas de plástico muy ligeras: con un espesor inferior a 15 micras que son necesarias por razones de higiene o suministradas como envase primario para alimentos a granel cuando su uso contribuye a prevenir el desperdicio de alimentos.
Bolsas de plástico oxodegradables: fabricadas con materiales plásticos que incluyen aditivos que catalizan la fragmentación del material plástico en microfragmentos.