Ir en bici es divertido, un deporte muy sano y una opción al alza como transporte en numerosas ciudades españolas. Ya sea de paseo, de carretera o de montaña, adquirir una nueva puede resultar muy caro. Pero hay un mercado de segunda mano bastante amplio. Eso sí, antes de comprar una bicicleta usada, se pueden seguir los consejos que se brindan a continuación y, así, no arrepentirse de la compra. Entre ellos se destaca que es muy importante revisar la bici a fondo o probarla para ver cómo va, además de que será de gran ayuda conocer a la persona que la vende.
Como en cualquier compra de segunda mano, para que compense, el precio de la bicicleta debe ser bastante inferior al de una nueva, ¿pero cuánto? El importe variará según el tipo de bici y su estado, aunque desde la asociación Pedalibre indican que por una medianamente usada y nada moderna se partiría de pagar como máximo un tercio de esa misma bicicleta nueva, en función de su antigüedad y estado. Teniendo en cuenta esta declaración, que puede considerarse un primer consejo, si se quiere adquirir una bici de segunda mano, se deberían seguir las recomendaciones que se proponen a continuación:
1. No comprar con prisas
¿Quién no se ha arrepentido de comprar algo con prisas? ¡Casi todos! Para evitar hacerse con una «chatarra», antes de lanzarse a mirar modelos y precios, se debe tener claro qué se desea (bici de carretera, de montaña…) y qué uso se le dará: deportivo, para andar por ciudad, etc. Y, por supuesto, hay que tener claro el presupuesto del que se dispone y cuánto se quiere gastar.
Una vez decididas estas cuestiones, se puede recurrir a distintos lugares para buscar bicicletas de segunda mano. Hay webs de ventas de este estilo, como eBay o Segundamano, tiendas de bicis de segunda mano específicas, de compra-venta de objetos y también empresas de alquiler de bicicletas, que las comercializan cuando renuevan su flota. En numerosas tiendas de bicis cuentan ya también con una zona de bicicletas usadas, cuya relación calidad/precio es interesante.
2. Revisar bien la bici antes de comprar
Al adquirir una bici de segunda mano, más importante que si es muy nueva es tener en cuenta el trato que se le ha dado. Para saber sus condiciones, hay que revisarla a conciencia y fijarse en el cuadro, las ruedas, los frenos y el sistema de transmisión.
En el cuadro no debe haber golpes o fisuras que lo pudieran haber dañado (a la larga saldría el problema, y puede ser incluso peligroso para la integridad física de la persona). Además, hay que comprobar las piezas móviles (ruedas, manillar, frenos); si hacen algún ruido, lo conveniente es no comprar esa bicicleta. También se deben girar las ruedas y frenar un poco. Cuando las zapatas bailan, es que está descentrada; es probable que en ese caso haya que cambiar las ruedas.
Tampoco son muy fiables las bicis que están repintadas a mano y de manera descuidada, pues podrían estar ocultando algún defecto importante. Es esencial también que no haya holgura en pedales, platos (¡nunca abollados o desalineados!), piñones… y que no hagan ruidos extraños.
Por último, en una revisión rápida, habría que subirse a la bici, apretar los frenos y moverla con fuerza.
3. Probar la bicicleta
Para hacerse una idea de cómo se comportará la bicicleta una vez comprada, y de que todo va bien, lo mejor sería probarla antes. En una pequeña salida, o una vuelta si es que no conceden más, es posible intentar detectar si los frenos no van bien, escuchar crujidos o notar holguras, cómo va la suspensión o el ajuste de los cambios.
4. Asegurarse de que hay recambios
Una cuestión muy importante que no siempre se tiene en cuenta son los recambios. Cuando se adquiere una bici usada hay que pensar en cómo reponer sus piezas si en algún momento fallaran.
A veces hay marcas poco conocidas o que no son comunes en nuestro país, y no es sencillo hallar un recambio específico de ese fabricante ¡O cuando se encuentra es muy costoso! Por eso se debe tratar la cuestión y dejarla cerrada con el vendedor antes de entregarle el dinero y salir pedaleando de la tienda.
5. Conocer al vendedor, una garantía más
Si se conoce bien a quien vende la bicicleta, ya se tiene media batalla ganada. Siempre es mejor comprar a un amigo o conocido, es toda una garantía de que lo que se adquiere será bueno.
Sea o no conocido, hay preguntas esenciales que se deben hacerle, como el uso que se le ha dado a la bici y el porqué de deshacerse de ella. Si se le presta atención, enseguida se notará si el vendedor oculta algo o si es posible fiarse de él y realizar la transacción con la seguridad de que todo irá sobre ruedas.
Además, interesa saber que en el caso de que la bicicleta tenga fallos, si se ha comprado en una tienda, rige la Ley de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo. Si se adquirió a un particular, se aplica el Código Civil, y si la venta resulta fraudulenta, se puede reclamar por vía judicial que el vendedor devuelva el dinero entregado.