Las estrías surgen en periodos, como la adolescencia, la pubertad o el embarazo, o ante oscilaciones bruscas de peso o por tratamientos con determinados fármacos. Y aunque predominan en el sexo femenino, los hombres también las sufren. Las estrías, una vez asoman, se convierten en una de las primeras causas de consulta. Pero ¿por qué salen? ¿Es posible prevenirlas? ¿Es imprescindible utilizar cremas durante la gestación para que no aparezcan? ¿Hay algún tratamiento efectivo para borrarlas? En este artículo se da respuesta a estos interrogantes.
Qué son las estrías y por qué surgen
Las estrías surgen debido a una distensión en la piel que provoca que se rompan las fibras elásticas. Son una atrofia lineal de la dermis, parecida a las cicatrices. Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), pueden hacer acto de presencia en distintas situaciones: en el embarazo, por el progresivo estiramiento de la piel; en obesidad; en la pubertad, debido al estrechamiento de la piel; en el síndrome de Cushing; e, incluso, por el uso continuado de corticosteroides. Los lugares donde es más frecuente localizarlas son el abdomen, las caderas, los muslos y, también, en las mamas.
Las estrías pueden ser rojas o blancas. Sin embargo, son la misma entidad. Lo que las diferencia es el tiempo que llevan emplazadas en el organismo. Todas las estrías empiezan con un color rojizo o púrpura -estrías rubra- y, conforme van madurando, adquieren una coloración más blanquecina o plateada -estrías alba-.
Tratamientos para las estrías: qué hay de verdad
«En la actualidad, no hay ninguna crema en el mercado que prevenga las estrías ni ningún tratamiento que consiga resultados notorios». Así de tajante es Ramón Grimalt, dermatólogo, profesor de Dermatología en la UIC Barcelona (Universitat Internacional de Catalunya) y miembro de la AEDV. Una vez que han aparecido, ahí se quedan. Por eso, para este experto, lo más conveniente es intentar disminuir la probabilidad de que surjan. Sin embargo, «no hay que olvidar que tienen un importante componente genético», explica advierte.
No hay ningún estudio que apoye el uso de preparados tópicos en la prevención de estrías en el embarazo
Este especialista expone que, en la lucha para evitarlas, hay que tener en cuenta todo lo que aporte mejoras en la elasticidad de la piel: vigilar el aumento de peso y, en embarazadas, que este incremento sea progresivo -«aunque se dan casos de mujeres que se estrían en el momento del parto»-; tener la piel bien hidratada con los cosméticos habituales, un aspecto que en gestantes permite, además, una recuperación postparto de la zona abdominal más rápida; beber suficiente agua; y practicar ejercicio para tener un buen tono muscular y cutáneo. «Pero nada garantiza que no hagan acto de presencia», advierte Grimalt.
Y no hay ningún tratamiento que las elimine. «Las estrías no se curan; son cicatrices producidas por la rotura de fibras de elastina y las de colágeno, que proporcionan estructura a la dermis», advierte este médico. Este especialista avisa de que, pese a que cada tres o cuatro años salen al mercado nuevos productos con distintos componentes que prometen eliminar las estrías, en realidad no hay evidencia científica de ello. «Muchas defensoras de estos productos cosméticos esgrimen que a los 3-4 meses de utilizarlas observan mejoras: pero no es por la crema en sí, es por el periodo de tiempo. Las estrías, poco a poco, cambian de color, y esto se observa mejor en pieles más blancas (fototipo I y II) que pueden ser totalmente invisibles, hasta que les da el sol en verano y reaparecen», explica este dermatólogo.
Las estrías en embarazadas: cuestión de genética
La aparición de estrías durante el embarazo es frecuente. Se estima que se dan entre el 50%-90% de las mujeres, sobre todo, durante el sexto mes de gestación. Empiezan como estrías rojas -como todas- y, de forma progresiva, se aclaran después del parto. Su presencia depende de lo rápido que aumente el volumen del abdomen y del tipo de piel de cada mujer. Es más probable que surjan si han salido durante la adolescencia o si hay mujeres en la familia que las han tenido, a pesar de que algunos estudios muestran menor riesgo estadístico en quienes ya las sufrieron en la pubertad.
Por ser uno de los problemas estéticos que más preocupan a las mujeres, son muchas las que optan por aplicarse durante toda la gestación cremas, lociones, aceites y preparados. Pero, ¿qué dicen los estudios?
La única sustancia que se ha comprobado efectiva para la prevención y reparación de las estrías recientes, explica Ramón Grimalt, es la tretinoína, que está terminantemente prohibida durante el embarazo, ya que tiene efectos teratogénicos, es decir, que puede provocar anomalías en el feto.
En una revisión publicada en la Biblioteca Cochrane -‘Preparados tópicos para la prevención de las marcas de estiramiento en el embarazo’, Brennan et al. (2012)-, se incluían seis ensayos clínicos con una muestra de 800 mujeres que utilizaron distintos preparados tópicos disponibles en el mercado. En el texto se detalla que no se halló ninguna prueba de alta calidad para apoyar el uso de cualquiera de los preparados tópicos en la prevención de las marcas de estiramiento durante la gestación.
Otro estudio realizado con 100 mujeres (2008) señala que, en comparación con el placebo, el tratamiento con una crema con extracto de centella asiática, alfa tocoferol e hidrolizados de colágeno y elastina se asoció a un menor número de mujeres que desarrollaron estrías, pero que no existen evidencias de que el uso general sea beneficioso.
A pesar de que las estrías mejoran con el tiempo, son uno de los problemas estéticos que más preocupan a las mujeres. Por ello, la mayoría de laboratorios de dermocosmética disponen de productos específicos en el mercado. En la actualidad se ofertan multitud de tratamientos, tanto para las estrías en sus fases más iniciales como para cuando ya están en fases blancas. Sin embargo, ninguno está establecido como tal y solo hay estudios preliminares que apuntan algunos buenos resultados.
Para las estrías rojas se publicita el láser, los retinoides tópicos (totalmente contraindicados en el embarazo) y cosméticos con centella asiática, aceite de rosa de mosqueta o lactato amónico, así como el dexpantenol y el ácido hialurónico. Por otro lado, para las estrías blancas, algunos trabajos con lactato amónico muestran una discreta mejoría por sus propiedades hidratantes.