Las relaciones sexuales durante el embarazo entrañan pocos riesgos. Casi todos ellos, además, están vinculados con gestaciones delicadas, en las cuales no solo se contraindican las relaciones con penetración sino que también se deben asumir otros muchos cuidados. Este artículo detalla cuáles son esos riesgos y también los beneficios que, en cambio, son numerosos: desde el mayor placer y la satisfacción para la pareja y el bebé, hasta las mejoras que implica para el estado de ánimo, el descanso y el sueño y su contribución a la preparación del parto y el posparto.
Sexo durante el embarazo: unos pocos riesgos
Las relaciones sexuales durante el embarazo siguen generando dudas en algunas personas. Hay quienes creen que el sexo puede ser peligroso, que se puede hacer daño al bebé o incluso que se podría arriesgar la continuidad de la propia gestación. Sin embargo, su práctica en esta etapa supone unos pocos riesgos -que se pueden prevenir con relativa facilidad- y muchos beneficios.
Las relaciones sexuales con penetración solo están contraindicadas en este periodo cuando el embarazo es de riesgo. En particular, se deben evitar «siempre que se sangre durante la gestación», explica Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS). Esto vale tanto para casos en que los sangrados se producen durante los encuentros sexuales como si ocurren de manera espontánea en cualquier otra ocasión.
De todos modos, siempre que un embarazo se considera de riesgo, las medidas de precaución van más allá de las relaciones sexuales. «La mujer tiene que cuidarse, estar tranquila, relajada; y, en ocasiones, es recomendable que permanezca en cama», señala Molero. En todo caso, será el médico quien indique a la gestante lo que puede hacer y lo que debe evitar.
También se debe tener cuidado, si se practica sexo oral, de no soplar en la vagina de la mujer embarazada. No es habitual que suceda, pero si ingresara aire por ese conducto, se podría bloquear algún vaso sanguíneo y ocasionar una embolia. Esto acarrearía consecuencias negativas importantes, tanto para el bebé como para la madre.
Por último, el tercer trimestre también exige algunos cuidados particulares, sobre todo en relación con el tamaño de la tripa, que en esos meses ya es considerable: se deben buscar posturas que no solo sean cómodas sino que además no impliquen una presión excesiva sobre ella. Y, por otro lado, hay que tener en cuenta que las relaciones sexuales pueden ayudar a desencadenar el parto. Por eso, se desaconsejan cuando existe riesgo de un nacimiento prematuro.
Beneficios del sexo durante el embarazo
A diferencia de los riesgos, los beneficios de practicar relaciones sexuales durante el embarazo son numerosos. A continuación se detallan los más importantes:
✔️Más placer
Para muchas personas, el sexo en esta etapa es el más placentero de sus vidas por varias razones.
Unas son fisiológicas. «La mayor irrigación sanguínea hace que en ciertos casos las zonas genitales estén un poco más dilatadas, lo que aumenta en algunas mujeres la sensación de placer al mantener relaciones sexuales», según Francisca Molero.
Otras, de carácter psicológico: la falta de preocupaciones acerca de anticoncepción (o de lo contrario, buscar la fecundación) relaja y permite vivir el sexo de un modo más libre y, por lo tanto, más agradable.
✔️Afianzamiento de la pareja
El sexo constituye una parte fundamental en la vida de cualquier pareja, de modo que unas buenas relaciones contribuyen a su bienestar. Pero, además, durante el embarazo «la mujer experimenta cambios hormonales que hacen que se sienta muy sensible y necesita sentirse deseada», como detalla la sexóloga Lydia Luque, presidenta de la Asociación Sexológica Sexcuela. Por eso, «las relaciones sexuales en este periodo afianzan el vínculo de la pareja».
✔️Satisfacción también para el bebé
Varias razones llevan a los expertos a suponer que el feto también experimenta sensaciones positivas cuando su madre tiene relaciones sexuales.
- Una de ellas se relaciona con el balanceo durante el acto y las contracciones del útero en el orgasmo, que lo mueven y lo mecen de un modo que le resulta agradable.
- Otra, la mayor irrigación sanguínea de la mujer hace llegar más oxígeno al pequeño.
- Por último, el bebé comparte con su madre la sensación de placer y bienestar que ella vive después del clímax.
✔️Preparación para el parto y posparto
El coito fortalece el suelo pélvico, es decir, el conjunto de músculos, ligamentos y nervios que soportan el útero, la vagina, la uretra, la vejiga y el recto. Un suelo pélvico fuerte y sano reduce el riesgo de padecer desgarros y disfunciones pélvicas durante el parto y facilita su recuperación para la etapa posterior. Y, al igual que los llamados ejercicios de Kegel, las relaciones sexuales son una actividad que contribuye a mantenerlos en buena forma.
✔️Fantasías cumplidas
Muchos hombres tienen la fantasía de tener sexo con una embarazada. El aumento del tamaño de los pechos de la mujer o las nuevas curvas de su cuerpo pueden significar que estos meses sean, también para él, de un mayor placer sexual.
✔️Mejora para el ánimo, el descanso y el sueño
Durante el orgasmo, se liberan grandes cantidades de dopamina, un neurotransmisor ligado a la sensación de placer, y de oxitocina, que bloquea el estrés y está vinculado con la conexión afectiva con los demás. Estas son dos de las principales razones por las cuales las relaciones sexuales mejoran el estado de ánimo. Además, permiten relajarse, descansar y dormir mejor, aspectos que para la mujer, en ciertos momentos de la gestación, no resultan tan sencillos.
✔️Ayuda para desencadenar el parto
Las relaciones sexuales durante el último trimestre pueden provocar el parto. Esto, que representa un problema cuando hay riesgo de nacimiento prematuro, puede ser un elemento positivo si el plazo de la gestación se ha cumplido o está a punto de hacerlo.