Es rico en ácidos grasos insaturados (como el omega 3 y el omega 6). Ayuda a controlar el colesterol. Es cardioprotector, contiene antioxidantes (como la vitamina E) y se obtiene de la presión en frío de un fruto. Pero no, no es aceite de oliva, aunque con esta descripción podría serlo y casi siempre lo comparan con él. Hablamos del aceite de aguacate, un alimento que comparte muchas cualidades con el oro verde del Mediterráneo y que puede presumir de formar parte del selecto club de las grasas saludables.
El aceite de aguacate es único en cuanto a sabor, propiedades nutricionales y culinarias. Como destaca un estudio publicado en 2015 por la Universidad de Zacatecas y la Secretaría de Agricultura de México, es tan nutritivo como el aceite de oliva y sus propiedades cardioprotectoras pueden ser incluso superiores, ya que presenta más cantidad de ácidos grasos mono y poliinsaturados, y menos grasas saturadas. No obstante, los perfiles nutricionales de ambos aceites se parecen bastante y podría decirse que la principal diferencia tiene que ver con el sabor: el gusto del aceite de aguacate es mucho más suave, incluso neutro.
Esta característica no es, de por sí, un defecto. Por el contrario, puede ser muy útil para ciertas recetas en las que no queramos que el aliño tenga tanta presencia (por ejemplo, si lo combinamos con frutas). En México -el principal productor mundial de este aceite- se utiliza en ensaladas, para elaborar aderezos y como condimento de pastas, legumbres, verduras y pescados. Y en Nueva Zelanda, uno de los países donde más éxito tiene, se emplea a menudo para freír alimentos, ya que posee un punto de humeo superior al de la mayoría de los aceites vegetales (por encima de los 200 ºC).
Aunque en España constituye aún un producto para gourmets (y se conoce más por sus usos cosméticos), cada vez es más sencillo encontrarlo en la cocina (su precio oscila entre 1,88 y 10 euros/100 ml). Y, si hay tiempo, además, se puede elaborar en casa. Existen muchas formas de fabricarlo: exprimiendo las cáscaras, cocinando los aguacates o, incluso, deshidratándolos.