Dejar de fumar, hacer deporte o comer sano son los propósitos de año nuevo más populares. Pero ¿sabemos por dónde empezar? Y, lo más importante, ¿cómo mantener en el tiempo nuestra motivación para conseguirlo? La Asociación Española Contra el Cáncer quiere ayudarte a poner en práctica una vida más saludable con distintos recursos que seguro te servirán. En este artículo te explicamos qué es la alimentación consciente y cuáles son sus beneficios. Toma nota.
Para muchas personas, una de sus grandes preocupaciones después del periodo navideño es la de bajar el peso ganado tras los excesos. Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en dietas milagrosas o productos detox que son dañinos para nuestra salud. Por eso, queremos plantearte cómo se pueden adquirir nuevos hábitos saludables a través de la alimentación consciente.
¿Qué es la alimentación consciente?
Comer de forma consciente consiste en concentrarnos en la comida que ingerimos, poniendo atención a los pensamientos, emociones y sensaciones que suceden antes, durante y mientras comemos. Es decir, que nos enfoquemos y seamos conscientes de la experiencia que vivimos mientras nos alimentamos.
Con el ritmo de vida que llevamos hoy en día, muchas veces nuestra atención no está plenamente centrada en lo que estamos realizando. Solemos hacer varias actividades a la vez (por ejemplo, utilizar el móvil) o tenemos prisa (y comemos rápido, en unos pocos minutos).
La alimentación consciente pretende que nos centremos en el acto de comer, que aprendamos a notar la saciedad y a diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional. Es decir, que escuchemos a nuestro cuerpo e identifiquemos las señales que nos indican cuándo debemos comer o no hacerlo, apreciando los sabores, texturas, olores y colores de un alimento.
La alimentación consciente no es una dieta. No supone renunciar a ningún alimento ni seguir unas normas alimentarias. Las personas, cuando se puede, son libres de elegir qué y cómo comer en cada momento, siendo conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo en el “aquí y ahora”. Por último, cabe destacar que la alimentación consciente presenta importantes beneficios sobre la salud.
¿Cómo comer de forma consciente?
Para llevar a cabo una alimentación consciente en tu día a día es necesario prestar atención a tu forma de comer de un modo integral. Te indicamos una serie de consejos y pautas que pueden ayudarte:
- Si no tienes hambre, no comas. Es preferible ser consciente de las señales que tu cuerpo envía de apetito y saciedad, en vez de comer según la hora del reloj. Hay que aprender a separar el hambre real del hambre emocional.
- Pon atención a lo que estás comiendo. Elimina las distracciones innecesarias mientras comes, como usar el móvil, la televisión u otros aparatos electrónicos (tableta, portátil, etc.).
- Come tranquilo y sin prisas. No estés pendiente del reloj. Es importante que dediques el tiempo necesario para comer y que sea en un ambiente tranquilo, relajado y agradable. Por ejemplo, no desayunar deprisa porque llegas tarde al trabajo.
- Mastica despacio y saborea los alimentos. Dedica tiempo a cada bocado, así serás consciente de lo que estás comiendo y la digestión será más fácil.
- Aprecia con los cinco sentidos lo que estás comiendo. Nota el sabor y la textura de los alimentos. Come en un entorno lo más agradable posible. Por ejemplo, que sea luminoso, tranquilo, ordenado… Es preferible comer en compañía de familiares o amigos.
Seguir estas pautas de alimentación consciente no es algo que se cambie de un día para otro. Pero teniendo ganas y algo de tiempo puede conseguirse para llevar una alimentación mucho más saludable y que evite problemas digestivos y de salud.
¿Qué beneficios nos reporta la alimentación consciente?
La alimentación consciente tiene múltiples beneficios sobre la salud. Entre ellos destacamos los siguientes:
- Ayuda a prevenir la obesidad. Al comer por sensación de hambre —y no por horario—, comemos exactamente lo que necesitamos y evitamos atracones que puedan derivar en obesidad. Además, al presentar atención a lo que estamos comiendo y saborear cada cucharada, podremos saber en qué momento estamos saciados y evitaremos ingestas excesivas.
- Mejora la digestión. Comer tranquilo, sin prisas y masticando despacio puede evitar indigestiones o digestiones pesadas.
- Evita antojos. Ser conscientes de lo que estamos comiendo nos permitirá analizar lo que comemos día a día, dándonos cuenta de que muchas de las veces que comemos no lo hacemos por necesidad real de hacerlo, sino por antojos. Siguiendo una alimentación consciente podremos detectar estos antojos y alimentarnos cuando el cuerpo nos envíe señales de apetito.
- Mejora el bienestar psicológico. El 90 % de la serotonina (la hormona de la felicidad) se encuentra en nuestro estómago. Los pensamientos negativos sobre el aumento de peso o comer alimentos poco saludables pueden generar ansiedad. Cuando comemos de manera consciente estamos eligiendo cuándo comer sin culpa, escuchando a nuestro cuerpo y ofreciéndole lo que pide, no dándole estimulantes para acallarlo.
- Reduce el estrés y la ansiedad. Evitar comer de forma compulsiva nos permite ser más conscientes de nuestras emociones. Ser conscientes de lo que comemos nos ayuda a reducir los sentimientos de estrés y ansiedad.
- Optimiza las cantidades. Muchas veces comemos más de lo que necesitamos. Ser conscientes de lo que estamos ingiriendo nos puede ayudar a detectar la cantidad de comida que de verdad necesitamos.
La evidencia científica señala que la alimentación consciente ayuda a consumir menos calorías y porciones más pequeñas, se pierde significativamente más peso, evita los antojos y se reducen los atracones, el IMC (índice de masa corporal) y la ansiedad. Además, la alimentación consciente aumenta el bienestar psicológico, mejora la digestión y contribuye al objetivo de conseguir que nuestra alimentación sea más saludable.