A partir de los seis meses de edad empieza la alimentación complementaria y, con ella, nuevas dudas. ¿Qué tenemos que darle? ¿Cómo debemos ofrecérselo? Alargar la lactancia materna todo lo que se pueda, ofrecer a probar nuevos alimentos de uno en uno y no preocuparse por si come mucho o poco de lo que le proponemos son algunos de los aspectos primordiales. Pero ¿qué más? En las siguientes líneas te contamos en lo que debes reparar.
¿Cuándo comienzan los bebés a comer alimentos sólidos?
Ofrecer alimentos apropiados para la edad es el inicio de la diversificación alimentaria que prepara e introduce al bebé en el que será su sistema de alimentación en el futuro próximo. Lo realmente importante e indispensable es iniciar la alimentación complementaria cuando aún está tomando leche materna, porque eso disminuye el riesgo de que los nuevos alimentos que pruebe —con gluten y posibles alérgenos— le sienten mal.
La alimentación complementaria se inicia en torno a los 6 meses de edad porque, por lo general (aunque no siempre), los pequeños presentan suficiente desarrollo para aceptar otros alimentos. Hay tres señales que nos indican que el bebé está preparado para esto:
? 1. Se mantiene sentado y con la cabeza erguida.
? 2. Es capaz de coordinar su cuerpo para ver los alimentos, cogerlos y llevárselos a la boca.
? 3. Cuando se los pone en la boca, no los echa con la lengua para afuera (reflejo de extrusión).
Como todo en la vida, habrá bebés que a los 6 meses cumplirán con esas pautas, pero otros necesitarán algo más de tiempo. Es posible que algunos con estas habilidades cojan y se coman los nuevos alimentos que se les ofrezcan; sin embargo, otros solamente los manipularán; y es posible que un tercer grupo ni siquiera quiera cogerlos. Todo es absolutamente normal, y no hay que hacer nada especial para cambiarlo, solo dar el pecho o la leche de fórmula, seguir ofreciéndoles alimentos saludables y disfrutar del espectáculo.
Cuándo y cómo introducir los alimentos en la dieta del bebé
Imagen: csifferd
Antes existía un estricto calendario de incorporación de alimentos en función de la edad, en el que se especificaban tipos de alimentos, cantidades y texturas apropiadas. A medida que se avanza y se ahonda en el conocimiento, se ha ido flexibilizando, hasta tal punto que el formato calendario ha desaparecido. En su lugar, han quedado unas recomendaciones más sencillas de seguir y seguramente más adecuadas. Las recuerda el dietista-nutricionista Eduard Baladia:
?? Ofrecer primero el pecho o la leche de fórmula: la leche seguirá siendo el alimento principal.
?? A partir de los 6 meses
La recomendación es elegir alimentos que sean saludables, que resulten blandos (que se puedan aplastar sin mucha fuerza con dos dedos), y que no sean alimentos con un alto riesgo de atragantamiento. Por ejemplo, pasta, arroz, quinoa, mijo integral bien cocido, hortalizas al vapor, carne de pavo o pollo, pescado al vapor, aguacate y frutas seleccionadas. Se pueden ofrecer a trozos que pueda sujetar, chupar y mordisquear, y excepto la fruta y el aguacate, la mayoría de productos se puede transformar en hamburguesas o palitos (triturado) que aseguran una textura homogénea pero que se pueden coger con los dedos y ser mordisqueados.
?? A partir de los 12 meses
- Si el bebé toma leche materna, los lácteos se dejarán para más tarde. En el caso de los que toman leche adaptada, a partir de los 12 meses se recomienda dejarla e iniciar el consumo de lácteos enteros.
- Acelgas, espinacas y pescados de gran tamaño se pueden tomar a partir de los 12 meses pero en pequeñas cantidades, debido a la presencia de nitratos (en esas hortalizas) y de metales pesados (en el caso de los pescados). Recientemente, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) actualizaba sus recomendaciones para la población infantil sobre el consumo de acelgas, espinacas y borraja por la presencia de nitratos.
?? A partir de los 3 años
Ya se puede empezar a ofrecer sólidos más pequeños, como frutos secos enteros, palomitas, uva entera (o similares) y otros alimentos de textura dura como la zanahoria cruda. A esta edad una amplia mayoría de bebés presenta un nivel de desarrollo (coordinación, dentición, gestión del bolo alimentario) suficiente para evitar un atragantamiento severo.
?? Alimentos superfluos: azúcares, miel, mermeladas, chocolate, bollería (incluye galletas) o los embutidos son alimentos cuyo consumo hay que retrasar y limitar todo lo que se pueda.
Recomendaciones sobre qué alimentos incorporar y durante cuánto tiempo
Imagen: Eroski Consumer
1. Hortalizas. Hay que evitar las espinacas y las acelgas antes de los 12 meses por su contenido en nitratos. Y si se utilizan, que la cantidad no sea mayor de 25 gramos/día (en bebés de 3 a 6 meses) o de 35 gramos/día (en niños de 6 a 12 meses), según las nuevas recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). A partir del año y hasta los 3 años, es necesario que estas hortalizas no supongan más de media ración al día. Si el niño sufre una infección bacteriana gastrointestinal, se deben evitar estas dos hortalizas.
2. Carne. La AESAN recomienda que los niños menores de 6 años no deberían consumir carne procedente de animales cazados con munición de plomo porque causa daños neuronales.
3. Pescado. Por su contenido en mercurio, en niños menores de 3 años, hay que evitar el consumo de pez espada o emperador, cazón, tintorera y atún (en niños de 3 a 12 años, limitarlo a 50 g/ semana o 100 g/2 semanas y no consumir ninguno más de la misma categoría la misma semana). Además, a causa de la presencia de cadmio, los niños deben evitar el consumo habitual de cabezas de gambas, de langostinos y de cigalas o el cuerpo de crustáceos parecidos al cangrejo. En el caso de los adultos, el nivel necesario de exposición para producir daño es más alto.
4. Miel. Se recomienda evitar la miel en niños más pequeños de 12 meses por el riesgo de botulismo. A partir de esa edad, los niveles de la bacteria causante de la enfermedad (Clostridium Botulinum) presentes en este producto no representan un problema.
Fuente: Adaptación de ‘Recomendaciones para la alimentación de la primera infancia (de 0 a 3 años)’, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña