Tener un cabello resistente y con un buen aspecto es un signo de buena salud. Y sin duda, la salud y una correcta alimentación van de la mano. Así que un motivo más para seguir una dieta sana es, por qué no, mantener el buen aspecto de nuestra melena, si bien esto no es lo único que preocupa a los expertos en el cuero cabelludo: la pérdida del cabello puede disminuir la confianza en nosotros mismos y ello puede generar, sobre todo en mujeres mayores, una disminución en la frecuencia de las relaciones sociales, e incluso, provocar aislamiento social. Este asunto no es, en absoluto, trivial. En este reportaje, se enumeran las principales causas de pérdida de cabello, se analizan las relacionadas con la nutrición y se indica cuáles son las vitaminas y minerales que inciden en la salud del cabello.
Principales causas de pérdida de cabello
La pérdida de cabello puede deberse a diversos factores. Entre ellos:
- Envejecimiento (es el motivo más frecuente).
- Causas genéticas.
- Determinadas enfermedades (en particular, las autoinmunes).
- Uso de ciertos medicamentos (la pérdida suele mejorar al dejar de tomarlos).
- Cambios hormonales, como los ocurridos durante el embarazo, que se revierten poco después del parto.
- Mal cuidado del cabello por uso frecuente de trenzas apretadas, productos químicos, calor mediante planchas o alisadores de pelo, e incluso, el uso habitual de tintes.
- Estrés emocional (aunque parece que su efecto es más bien modesto).
- Desnutrición.
- Alcoholismo.
- Mal funcionamiento de la glándula tiroides.
- Seguir una «dieta milagro».
- Déficit de determinadas vitaminas y minerales.
Los últimos cinco puntos de esta lista están relacionados con la alimentación y, por este motivo, se analizan a continuación con más detalle.
Nutrición y pérdida capilar
La desnutrición es muy poco frecuente en España, salvo en situaciones excepcionales, y su tratamiento debe quedar en manos de especialistas. En cualquier caso, la pérdida de cabello es el menor de los males en tales circunstancias.
El alcoholismo, sin embargo, registra en España una de las mayores cifras de consumo de alcohol per capita de Europa, según el último informe al respecto de la Organización Mundial de la Salud. Conviene disminuir, sin lugar a dudas, el consumo de bebidas alcohólicas. Si evitar la pérdida de cabello contribuye a esta disminución, será una buena noticia.
Desde un punto de vista nutricional, prevenir posibles enfermedades de la glándula tiroides, como el hipotiroidismo (que puede generar un pelo áspero, seco y provocar su pérdida) pasa por tomar de forma habitual, aunque con moderación, sal yodada. Con media cucharada al día es suficiente, excepto en mujeres embarazadas o lactantes, que requieren suplementos de yodo. Las hormonas tiroideas, que necesitan yodo para su correcta formación, participan en la actividad de los folículos pilosos.
Uno de los muchos efectos secundarios de las «dietas milagro» es la pérdida de cabello, pero como esto ocurre con lentitud, es posible que no sea evidente hasta pasados varios meses tras el inicio de la «dieta». El más reciente consenso español de prevención y tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos señala que las dietas muy bajas en calorías incluyen, entre sus múltiples efectos adversos, la caída de cabello. Debido a sus efectos secundarios, y a que su eficacia es limitada, estas dietas se desaconsejan.
¿Hemos de tomar pastillas de vitaminas y minerales para que nuestra melena luzca maravillosa? La respuesta es no. Pese a que nuestra alimentación no es del todo saludable, los déficits de vitaminas y minerales que afectarían a nuestro cabello son raros en Europa. Una dieta saludable y equilibrada es capaz de cubrir los requerimientos nutricionales de nuestro cabello por sí misma, sin necesidad de acudir a los suplementos.
Vitaminas y minerales para el cabello
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señala que no hay pruebas suficientes que relacionen la salud capilar con la ingesta de hierro, beta-carotenos, aminoácidos L-cisteína y L-metionina, isoflavonas de la soja o vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B12 o E.
Los micronutrientes que sí contribuyen, según la EFSA, al mantenimiento del cabello son la biotina, el cobre, el selenio y el zinc. Sin embargo, la institución también detalla que no hay datos que evidencien déficits de tales nutrientes en la población general de la Unión Europea.
Tomar suplementos sin indicación médica no hará que el cabello esté más sano y puede generar efectos secundarios indeseables. El exceso de selenio puede causar pérdidas de cabello. La mejor manera de ingerir tales nutrientes es mediante una dieta sana, para lo cual conviene recordar tres secretos:
- Consumir alimentos no procesados o apenas procesados.
- Reducir el tamaño de las raciones de los alimentos que tomamos.
- Priorizar en nuestra dieta los alimentos de origen vegetal.
Los adultos perdemos entre 100 y 150 cabellos cada día, pero como al mismo tiempo crecen otros nuevos, esta pérdida es casi imperceptible. Las mujeres pierden el cabello más tarde que los hombres, aunque no es tan conocido que la mitad de ellas experimentan una pérdida perceptible de pelo a partir de los 50 años.
Cerca del 75% de las mujeres mayores de 65 años pierden un alto número de cabellos a diario. Es normal, en suma, que nuestro cabello sea menos resistente, más canoso y se caiga más con el paso de los años. Pero tal como recoge este artículo de EROSKI CONSUMER, uno de los secretos de un buen envejecer radica en la juventud interior y en la actitud personal.